El fallecimiento de Ueli Steck impactó como pocas tragedias lo han hecho a la comunidad global del alpinismo. Un sentimiento equiparable se ha vivido recientemente con la desaparición de David Lama, Hansjörg Auer y Jess Roskelley en el mismo accidente. Solamente han pasado dos años desde la muerte de Ueli Steck en el Nuptse, un período especialmente dramático para el mundo de la montaña, que se ha quedado huérfana con al menos otros 15 alpinistas de primera clase fallecidos.
Hacemos a continuación un repaso sucinto de algunas de las pérdidas más sonadas y que más han afectado al alpinismo en estos dos años.
Ueli Steck (Nuptse, 30/04/2017)
La Máquina Suiza falleció en las laderas del Nuptse, durante la fase de aclimatación para su objetivo de completar la travesía Everest-Lhotse. Según se pudo saber, había lanzado un intento en solitario a esta montaña de 7.861 m y sufrió una caída fatal a una altura aproximada de 7.200 m. No se pudo hacer nada por él.
La trayectoria de Ueli Steck era única e intransferible. Su afinidad con la cara norte del Eiger, el alpinismo de velocidad aplicado no solo a esa vertiente sino también en las grandes paredes del Himalaya, y la cara sur del Annapurna en solitario fueron las grandes aportaciones de un alpinista que en su momento también fue reconocido por participar en el intento de rescate de Iñaki Ochoa de Olza.
Alberto Zerain y Mariano Galván (Nanga Parbat, 24/06/2017)
El vitoriano y el argentino conformaban una de las cordadas más prometedoras del himalayismo mundial cuando su trayectoria se vio truncada por culpa de una avalancha. Alberto Zerain y Mariano Galván se habían planteado un reto descomunal y de enorme belleza: ascender el Nanga Parbat a través de la larguísima y compleja arista Mazeno. El 24 de junio se perdió el contacto con ellos y, tras varios días de incertidumbre, un helicóptero confirmó las sospechas generadas por la señal de su Racetracker: sus huellas se perdían en una zona barrida por una avalancha.
Alberto Zerain y Mariano Galván habían compartido Dhaulagiri y Manaslu, aplicando un estilo propio, basado en la ética y, por supuesto, sin oxígeno ni sherpas. La fortaleza y el entendimiento mostrados como cordada auguraban grandes expediciones futuras. Alberto Zerain se hallaba en el camino de los 14×8000, de los que ya había ascendido diez, mientras que Mariano Galván lo había hecho en siete.
Hayden Kennedy e Inge Perkins (Imp Peak, 08/10/2017)
La muerte del hijo del célebre alpinista y editor Michael Kennedy es uno de los episodios más tristes y a la vez románticos de la historia del alpinismo. Hayden Kennedy y su pareja Inge Perkins fueron alcanzados por una avalancha el 7 de octubre de 2017 mientras esquiaban en el Imp Peak de la cordillera Madison (Montana, EE.UU.). Como resultado del incidente, ella falleció mientras él logró sobrevivir. Sin embargo, al día siguiente se quitó la vida.
Hayden Kennedy era, a los 27 años de edad, una de las grandes figuras del alpinismo mundial, y había sido ya premiado dos veces con los Piolets d’Or (2013 y 2016), además de recibir una mención especial (también en 2013). El Cerro Torre, el K2, el Baintha Brakk y el Cerro Kishtwar son picos que estarán para siempre asociados a su nombre.
Valery Rozov (Ama Dablam, 11/11/2017)
Quizás para muchos Valery Rozov no era el prototipo de un alpinista al uso, puesto que el ruso era el mejor en una especialidad tan extrema como el salto BASE y el vuelo con traje de alas. Sin embargo, sus hechos hablan por sí mismo y Valery Rozov había ascendido buenas rutas (siempre a pie) para llevar a cabo sus saltos. Era el mejor en eso hasta que cometió un error cuando saltó desde el Ama Dablam (6.812 m), en Nepal.
En su currículum figuraba un sinfín de saltos únicos, entre ellos el salto realizado desde mayor altura del mundo, que llevó a cabo desde los 7.700 metros en el Cho Oyu. El Nevado Huascarán (desde 6.725 m), el Kilimanjaro, la cara norte del Everest (desde 7.220 m), la Aiguille du Midi, el Shivling, el Monte Bianco, la Torre Central del Paine… un listado inigualable.
Tomek Mackiewicz (Nanga Parbat, 27/01/2018)
La aventura invernal de Tomek Mackiewicz y Elisabeth Revol en el Nanga Parbat atrapó como ninguna otra a los amantes del himalayismo. El polaco y la francesa completaron la segunda ascensión en invierno de la montaña dos años después de haber perdido la ‘carrera’ por la primera invernal. Sin embargo, llegaron muy al límite de sus fuerzas y, durante el descenso, Tomek Mackiewicz no lo consiguió. La noticia de sus apuros corrió como la pólvora, y la expedición polaca que en esos momentos intentaba la primera invernal del K2 no dudó en lanzarse en su ayuda. Sus dos estrellas más rutilantes, Denis Urubko y Adam Bielecki, lideraron la operación de rescate y consiguieron ascender hasta Elisabeth Revol y ayudarla a ponerse a salvo, aunque nada pudieron hacer para Tomek Mackiewicz, que se quedaría para siempre en el Nanga Parbat.
Es el triste epílogo de una obsesión por una montaña. Y es que Tomek Mackiewicz, de 43 años de edad, lo había dado todo por el Nanga Parbat, donde había pasado siete inviernos hasta terminar consiguiendo su soñada cumbre invernal y encontrar la muerte al mismo tiempo.
Marc-André Leclerc y Ryan Johnson (Torres de Mendenhall, 05/03/2018)
Marc-André Leclerc y Georges ‘Ryan’ Johnson fueron declarados oficialmente desparecidos el 14 de marzo, después de 9 días sin ninguna noticia de ellos. Lo último que se supo es que estaban escalando en la zona de las Torres de Mendenhall (Alaska) el 5 de marzo. Las alarmas saltaron el 7 de marzo, fecha en que tenían previsto concluir su actividad. No se les encontró.
El canadiense Marc-André Leclerc tenía 25 años de edad y había destacado especialmente con actividades en solitario tan impresionantes como la Torre Egger, la vía Corkscrew en el Cerro Torre o la Emperor Face del Monte Robson. Entre las actividades realizadas en cordada, sobresalen sus escaladas con Colin Haley, con quien había llevado a cabo la primera ascensión completa de la cara norte del Cerro Torre o la Travesía del Oso Buda.
Boyan Petrov (Shisha Pangma, 05/05/2018)
El alpinista búlgaro desapareció en los alrededores del campo 3 del Shisha Pangma cuando lanzaba un intento en solitario y sin oxígeno. El consiguiente operativo de búsqueda y rescate no consiguió dar con él y fue declarado oficialmente desaparecido casi dos semanas más tarde.
Boyan Petrov, zoólogo de 44 años, era una de las figuras más fuertes en el ochomilismo actual. Había sumado ya las cumbres de diez de los Catorce y todos los alpinistas que habían coincidido con él destacaban su enorme fortaleza, que lo había llevado incluso a doblar cima en alguna ocasión, como en la primavera de 2016 (Annapurna y Makalu). Su condición de diabético no hacía más que acrecentar la admiración general por sus logros.
Nobukazu Kuriki (Everest, 21/05/2018)
El destino del japonés había quedado ligado al Everest desde mucho antes de su fallecimiento, ocurrido entre el C2 y el C3 durante su octavo intento de ascender el techo del mundo en solitario y sin oxígeno. Según se pudo saber, se sintió mal a la altura del campo 3, desde donde pidió ayuda y comenzó a descender. Sin embargo, falleció antes de poder llegar al C2.
Nobukazu Kuriki se había dado a conocer por sus persistentes expediciones al Everest, tanto desde el sur como desde el norte pero mayoritariamente realizadas en otoño, cuando era el único alpinista en la montaña. En sus vertientes había sufrido graves congelaciones que habían derivado en amputaciones en nueve dedos de sus manos.
Sergey Glazunov (Latok I, 26/07/2018)
La potente cordada rusa de Alexander Gukov y Sergey Glazunov fue una de las candidatas a completar la primera ascensión de la famosa arista norte del Latok I el pasado verano. De hecho, a punto estuvieron de lograrlo y en algún momento incluso se dio por hecho que lo habían conseguido. Sin embargo, el análisis posterior de su actividad revelaría que Sergey Glazunov quizás había escalado la arista pero sin llegar a la cumbre. En un rápel en la zona alta de la montaña se precipitó hasta su muerte, mientras su compañero quedaba en situación precaria, a expensas de un rescate que le salvó la vida in extremis.
Daniele Nardi y Tom Ballard (Nanga Parbat, 24/02/2019)
El italiano y el británico tenían el objetivo de completar la primera ascensión del peligroso espolón Mummery del Nanga Parbat en invierno. Tras semanas de intensas nevadas en la montaña, la meteorología les dio un respiro que aprovecharon para lanzar un intento, el 22 de febrero. Dos días más tarde, daban sus últimas señales de vida y se ponía en marcha una operación de localización y rescate que movilizó a los mejores alpinistas pakistaníes, así como al equipo de Álex Txikon, que se encontraba intentando la primera invernal del K2. El 9 de marzo daban por concluido el operativo después de descubrir los cuerpos de los dos alpinistas a unos 5.900 m con un telescopio.
Daniele Nardi era un experimentado himalayista, que contaba con cinco ochomiles y aperturas en picos del Karakórum y del Himalaya indio. Pero su obsesión era el espolón Mummery del Nanga Parbat, que lo llevó hasta en cinco inviernos al Nanga Parbat.
Por su parte, Tom Ballard siguió a sus 30 años el trágico destino marcado por su madre, la célebre alpinista británica Alison Hargreaves. Como ella, escaló todas las caras norte de los Alpes en solitario (él las hizo en un único invierno) y también halló la muerte en un ochomil de Pakistán (para ella fue el K2). En su trayectoria también destacan sus logros en drytooling deportivo extremo, con encadenamientos tan relevantes como el primer D15/- del mundo.
David Lama, Hansjörg Auer y Jess Roskelley (Howse Peak, 16/04/2019)
El último episodio trágico para la historia del alpinismo se produjo hace un par de semanas en el Howse Peak (Rocosas Canadienses), donde una avalancha se llevó la vida de los austriacos David Lama, Hansjörg Auer y el estadounidense Jess Roskelley. Tras recibir la señal de alarma ante la falta de noticias de los alpinistas, un helicóptero confirmó el rastro de la avalancha y vislumbró un cuerpo semienterrado.
Sin duda, este evento es el más trágico de todos desde Ueli Steck, por el número de víctimas y por la significación de las mismas. David Lama, de 28 años de edad, había destacado en competiciones internacionales de escalada deportiva en su adolescencia, se había dado a conocer en la escalada alpina con la primera en libre del Cerro Torre y había dado el paso a las grandes montañas con enormes ascensiones como la primera del Lunag Ri en solitario.
Hansjörg Auer (35 años) había saltado a la primera plana de los medios especializados con asombrosas escaladas en solo integral, como la de la Via Attraverso il Pesce, en la cara sur de la Marmolada, entre otras. También había llevado a cabo numerosas liberaciones duras de grandes vías, antes de centrarse en el alpinismo. En esta modalidad había firmado primeras como la del Kunyang Chhish Este, el Nilgiri Sur, el Gimmigela Este o el Lupghar Sar Oeste.
Jess Roskelley (36 años) había dejado de ser conocido como el hijo del mítico John Roskelley desde hacía tiempo. Sus propios logros alpinísticos lo avalaban. Las salvajes montañas de Alaska y Canadá eran sus principales terrenos de juego, donde había realizado numerosas primeras ascensiones como la primera integral de la arista sur del Mt. Huntington. Más allá de Norteamérica, realizó las primeras absolutas de dos seismiles del Karakórum: Chhota Bhai y Changi Tower 2.
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Era inevitable? Después de su Annapurna, Ueli dijo que si seguía así moriría con total certeza. Con esta escalada había alcanzado su límite. Lo cuenta de forma muy honesta y estructurada en un documental ("On ne marche qu'une fois sur la lune"), mostrando que era totalmente consciente de su trayectoria. A pesar de ello, a los pocos años, fue a por la travesía Everest-Lhotse… El hecho de que muriese aclimatando en el Nupse es más bien anecdótico, el desenlace de su carrera estaba ya escrito. Muy triste.
Todos con actividades impresionantes a sus espaldas, muy triste