Luka Lindic es, a sus 30 años, probablemente uno de los valores más sólidos del alpinismo actual. De hecho, ya lleva unos años protagonizando actividades de altísimo nivel e incluso se hizo merecedor de un Piolet d’Or de 2015 por su ascensión de la cara norte del Hagshu con sus compatriotas Ales Cesen y Marko Prezelj. Latok I, Baghirattis o Gasherbrum IV son algunas otras montañas a las que se ha enfrentado Luka Lindic, que también ha desarrollado una intensa actividad en los Alpes, como la primera en libre de Rolling Stones a las Grandes Jorasses con Luka Krajnc.
En los últimos años, el esloveno se ha unido a Ines Papert tanto en lo personal como en la cuerda y juntos han llevado a cabo interesantes ascensiones y escaladas, como la cara sureste del Kyzyl Asker entre muchas otras más cercanas. Entre estas últimas se situaría su plan para Fin de Año, que no consistió precisamente en un banquete de gala y en bailar la conga entre serpentinas.
Primera repetición de Selvaggia sorte
Pasaron la última noche de 2018 acampados a los pies de la Cima Tosa (3.173 m), el segundo pico más alto de los Dolomitas de Brenta. Allí se habían dejado seducir por una línea obvia que ascendía de forma directa por la cara este, de la que no tenían ninguna información previa, aunque encontrar material viejo en la línea les hizo pensar que ya había una ruta abierta por allí.
Escalaron a través de formaciones de hielo fino difícil de proteger que representó más dificultades de las esperadas, hasta que encontraron el couloir que lleva a la cumbre. Coronaron hacia las cuatro de la tarde y rapelaron por la cara sur. Resultó que habían realizado la primera repetición conocida de Selvaggia sorte, abierta en 2013 por Tomas Franchini y Alessandro Lucchi.
Apertura de Sau hladno!
Mientras escalaba con Ines Papert, Luka Lindic divisó hacia la derecha otra línea que le llamó la atención. Unos días más tarde, regresaba al mismo escenario con Fabian Buhl para atacar ambos ese prometedor nuevo itinerario. Para el escalador alemán, más habituado a los rigores técnicos de la roca extrema que al hielo y la nieve, era la primera vez en el Brenta. “Pasamos un tiempo increíble en las montañas, haciendo lo que más nos gusta”, aseguraba en sus redes sociales, donde advertía que fue probablemente en el día más frío de escalada en lo que llevan de invierno en los Alpes.
Respecto a la ruta, Fabian Buhl explica: “Escalamos una línea muy lógica y clásica, siguiendo un sistema de rampas al principio para alcanzar algunos largos de mixto y hielo alpino muy especial. Difícil de proteger, un poco complejo de escalar y un regalo que escalamos y que ya no está ahí! Llamamos la ruta Sau hladno! (algo así como “están fríos” en esloveno) porque pensamos largarnos, pero luego mantuvimos la motivación alta y nos hicimos con ella”.
En cuanto a las dificultades de la ruta, los dos aperturistas no se han pronunciado acerca del grado de los largos, sí lo ha hecho el local Tomas Franchini quien, consultado por Planetmountain.com, considera que la creación de Luka Lindic y Fabian Buhl andará por el AI6, M5.