Según cómo, cuesta de leer y todavía un poco más de entender. ¿Ascender volando en parapente? Efectivamente, la aventura en la que están inmersos los experimentados parapentistas Ramón Morillas, Horacio Llorens y Tom de Dorlodot no consiste tanto en ascender una gran montaña para luego descenderla en parapente, sino más bien lo contrario, explorar las mejores condiciones y aprovechar las corrientes térmicas para ascender las laderas de las grandes montañas volando en parapente.
Campo base en Paju
Según se desprende de las informaciones que han compartido en sus respectivas redes sociales, el 23 de junio recibieron los permisos necesarios para volar sus parapentes sobre el glaciar del Baltoro. Inmediatamente se pusieron en marcha y se adentraron en el glaciar, a través de la misma ruta que las expediciones usan para llegar a los campos base del Broad Peak, del K2 y de los Gasherbrums.
Pero ellos tres tenían un plan diferente. En lugar de apresurarse para llegar a pie hasta la base de alguna de estas grandes montañas, se instalaron tranquilamente en uno de los campamentos intermedios, el de Paju, para tratar de ganar altura desde allí y llegar a sobrevolar los picos de esta zona del Karakórum.
Por encima de 7.000 metros
Ramón Morillas ha publicado ya algunos vídeos de sus vuelos de estos primeros días, en los que se puede apreciar a sus compañeros de expedición surcando los cielos del Baltoro a una más que notable altitud. No completa los vídeos con informaciones sobre los vuelos, aunque tanto Horacio Llorens como Tom de Dorlodot van equipados con dispositivos de localización satelital que permiten su seguimiento online.
Esos datos todavía deberán ser contrastados y confirmados por los aventureros, probablemente a su regreso a casa. No obstante, algunos muestran lecturas interesantes, con vuelos por encima de los 7.000 metros de altitud.
Concretamente, los dispositivos GPS de Horacio Llorens y de Tom de Dorlodot registraron un vuelo el 26 de junio en el que sobrevolaron las vertientes del K2 y del Broad Peak. Tom de Dorlodot superó los 7.000 metros en ambas montañas, mientras que Horacio Llorens se quedó cerca, alcanzando los 6.800 m en el K2 y los 6.900 m en el Broad Peak.
Hoy 29 de junio, se ha registrado otro vuelo que, desde Paju los ha llevado a la zona de Concordia. En este caso, Tom de Dorlodot no ha llegado a las vertientes de los ochomiles, mientras que Horacio Llorens se ha vuelto a acercar al Broad Peak, para superar en este caso sí los 7.000 metros.
El precedente de Max Berger
Hace tres años, en verano de 2019, el guía austriaco Max Berger realizó sendos vuelos en parapente desde las alturas del Broad Peak y del K2. En el primer caso, tras alcanzar la cumbre de la montaña, tuvo que descender hasta el C3 (7.100 m) para desplegar su vela y completar el descenso por vía aérea.
Días más tarde, ascendía también el K2 y llevaba a cabo la mayor parte del descenso en parapente. Concretamente, despegó desde el C4, situado en el Hombro a unos 8.000 metros de altitud.
- Etiquetas: Horacio Llorens, Ramón Morillas, Tom de Dorlodot