
Se marcha el invierno y el Himalaya ve como comienzan las procesiones primaverales. Las primeras expediciones llegan a las grandes montañas. Los ochomiles están de enhorabuena. Y con documental a la vista. Araceli Segarra, marcha diez años después, al Everest con la intención de rodar la segunda parte del exitoso documental que estrenaba en el 98 en la sala Imax -dos años antes se convertía en la primera española en coronar el Techo del Mundo-, con el mismo equipo y la misma productora.
Su intención, retratar los cambios que ha sufrido el Everest en estos últimos años, la repercusión del calentamiento global y de las grandes expediciones comerciales. Acompañados por Extrem Team, un equipo inglés que estudiará la incidencia de la altura y las condiciones extremas en el cuerpo humano, Araceli regresa a las nieves que provocaron la tragedia de Krakauer y compañía, el año de su ascensión, aunque aquello no le haya hecho tener miedo: «No podemos cambiar nuestra vida por estos acontecimientos, sería como no coger el coche porque hay accidentes en las carreteras», aseguraba esta modelo, escritora, alpinista y fisioterapeuta, entre otras cosas.
Aquel año su vida cambió de rumbo. La fama se le acercó un poquito y eligió otro camino. La comunicación ha sido una elección de la que no se arrepiente y ha conseguido sobrevivir con éxito en otro duro mundo. Aunque no hará cumbre. El documental se centrará en la actualidad del ochomilismo. «Hubo años en los que el alpinismo evolucionó muchísimo. Ahora somos las mismas personas y las mismas montañas, pero ya no se arriesga tanto. Quizá los americanos y los alpinistas de los países del este son los que más tratan de innovar», reconocía la catalana que, a pesar de todo, confía en el futuro del alpinismo en las grandes cumbres: «Se sigue yendo mucho por las rutas normales, pero hay gran cantidad de opciones libres, en la montaña uno se puede complicar la vida todo lo que quiera, queda mucho por explorar». Veremos. En 2009, más o menos, aparecerá su nuevo trabajo para la gran pantalla, pero ahora toca enfrentarse con las laderas que la encumbraron en aquel mayo del 96.
Sana afluencia

No estará sola en el Everest, ni mucho menos. A parte de la habitual hormiguero que suponen sus campos base, podrá encontrarse con una expedición cordobesa que tratará de clavar la bandera de su ciudad por primera vez en la más alta cumbre. Ricardo Guerrero Martínez, Palbo Luque, José Baena, José Antonio Campos, Ángela Jerez, Charo Madueño y Juan Carlos Rovira serán los que se aventuren, tras conquistar el pasado año el G-II.
Mas toda Iberia se mueve. El Dhaulagiri pasará por convertirse en uno de los destinos preferidos por nuestras expediciones nacionales. Jorge Egocheaga (asturiano) y los navarros Oscar Fernández e Ignacio Barrio acompañaran a Iñaki Otxoa a un campo base que padecerá de cierta afluencia. Será la expedición más numerosa, ya que a ella se suman el rumano Horia Colibasanu (con el que Iñaki hacía cumbre en 2004 en el K2), el americano Joby Ogwyn, y la suiza Joelle Brupbacher. Por cierto, Otxoa también tiene en cartera el Annapurna y el Kangchenjunga, este último como opción si la primavera se pone dura.
Al Annapurna también se acercará la adalid del ochomilismo femenino español, Edurne Pasaban. En pos de su novena cumbre por encima de la mítica cifra de ocho mil metros, la vasca partirá hacia una de las cumbres más duras de las 14, tras pasarse por Barcelona, donde se celebrará la entrega de los Premios Laureus, los más importantes del mundo del deporte. En calidad de invitada. Al viaje la acompañará un Iván Vallejo que busca su decimotercer ochomil.
Tiembla Himalaya
Volviendo al Dhaula, hasta allí se acercará el grupo de montaña Exea, de Ejea de los Caballeros, con un equipo que va a por todas, compuesto por Bruno Gaspar, Santiago Sagaste (G-II, nombrado mejor deportista del año 2.006 por la Federación Aragonesa gracias a su ascensión en solitario por nueva vía al Kang-Yaze), Javi Serrano ( en su haber el G-II), el experimentado Ricardo Valencia (Cho-Oyu, Gasherbrum II, Makalu, Nanga parbat), Luis Royo (director del Centro de Tecnificación de Esquí de montaña de Aragón) y José Ángel Sánchez (guarda del refugio de la Casa de Piedra en Panticosa). Estos verán como una expedición ligera de la Unió Excursionista de Sabadell, formada por Roger Sellent y Joseph Noguera, comparte su objetivo.
Destino Kangchenjunga. El equipo liderado por Oscar Cadiach, al que acompañan el navarro Patxi Goñi, el vasco Julen Requeta y el aragonés Fernando Rubio, podría incorporar a sus filas a Joan Riba, un aragonés que se convertiría en la persona más joven en intentar este solitario ochomil, a sus 19 años. ¿Compartirán ruta con Iñaki Otxoa?.
Venga, por último. Carlos Soria, el tipo que se hizo con la cima del K2 cuando contaba con 65 años -aunque aquello no hizo más que acrecentar su leyenda- partirá a finales de esta semana hacia el Ama Dablam. El abulense ofrecerá su particular homenaje a Guillermo Mateo, en compañía de Alfredo Rodríguez y de Luis Carcavilla. «Queríamos ir juntos. Era un buen amigo y allí tendré grandes recuerdos, nuestro homenaje será acordarnos de él», eso sí «estaremos un poco fastidiados allí». Y tras eso, al Broad. El Pico Ancho sufrirá de nuevo el asedio de Carlos Soria, allá por la segunda quincena de Junio. ¡Tiembla, Himalaya!.