
Recuperar la imaginación de antaño. Aunque ahora la máxima dificultad enel Himalayapase por repetir ascensiones de hace dos décadas (o alguna más), lo cierto esque algunos alpinistas, los menos, están retomando el tiempo de visionarioscomo Bonington,Scott,Kukuczka,Loretan,etc. Son pocos, si tomamos las cifras de alpinistas con permiso que estaprimavera ha viajado a Nepal.Pero cuando la mayoría busca asegurar la cumbre por la relativa facilidad devías normales, sabe a mucho. Dar la misma importancia (o quizá más) al cómollegar que a la misma cumbre. El precio a pagar, reducidas posibilidades desalir por arriba.
Alberto Iñurrategui y Jean Christophe Lafaille lo lograron en la arista estedel Annapurna. Los coreanos Park Jun Hun y Kang Yeon Ryoung también, abriendonueva vía en la suroeste del Shisha Pangma. En cambio, Oiarzábal, Vallejo,Tamayo, Ferrán y Bereciartua no pudieron con el Pilar Oeste del Makalu, y elcuarteto Prezelj, Koch, House y Blanchard tampoco llevaron hasta la virgen cimaeste su intento aperturista en la sur del Nuptse. Sobre la ascensión de Albertoy Lafaille, Juanjo San Sebastián destacaba en primer lugar a Loretan y Joos,quienes dieciocho años antes ya recorrieron la misma arista, y bastante másrápido. Y hace veinte que Baxter-Jones,McIntyre y Scott tumbaron por primera vez la suroeste del Shisha, 32 queSeigneur y Mellet abrieron el Pilar Oeste del Gran Negro, y cuatro décadasdesde que Bonington y compañía firmaran la primera absoluta al Nuptse por sudifícil cara sur.
Una imaginación que, actualmente, potentes y prometedores alpinistasaparcan, de cuando en cuando, por la acumulación de ochomiles. Un ejemplo,Simone Moro y Denis Urubko, el nuevo Bukreev según Iñaki Otxoa, más fuerteincluso. Ambos se han tirado a las normales de Everest, Cho Oyu (el italiano) yKangchenjunga (el kazajstaní), postergando su gran proyecto conjunto: latravesía Lhotse-Everest. El navarro también estuvo guiando este año, pero con peor tino que el pasado. Problemas con su jefe, Rusell Brice, le hicieron abandonar junto a varios clientes antes de intentar la cima. Todavía en el Everest, destacamos discretamente (si por él fuera, ni aparecería) la ascensión por el ColladoNorte del asturiano Jorge Egocheaga, sin oxígeno, de forma completamenteautónoma hasta el C3 (le acompañó Narweg Tenzing Sherpa hasta la cima y en eldescenso) y en un excelente horario.
Tras los pasos de Loretan y Joos

No eran sólo los Catorce. Por eso, no es extraño que AlbertoIñurrategi eligiera la arista este del Annapurna-sólo recorrida hasta entonces por la cordada suiza Loretan-Joos en 1984- paracerrar el último episodio de su proyecto ochomilista. Lo hizo por evitar laavalanchosa cara norte, sí, pero también por fidelidad a la mentalidad que hamarcado su trayectoria (y la de Félix): la ruta y el estilo de ascensióntambién cuentan, y mucho. Incluso sabiendo que se reducen enormemente lasposibilidades de éxito.
Se alió con cuatro alpinistas de primera línea: JonBeloki, Ed Viesturs y Veikka Gustaffson (20 ochomiles entre ambos), y JeanChristophe Lafaille, siete sin oxígeno con nuevas vías en el Shisha, G2 yManaslu. Era además su cuarta tentativa al Annapurna y motivación sobraba. Unalpinista muy fuerte, de gran nivel técnico, y con la misma confianza yfortaleza psicológica que Alberto para creerse una ascensión como esta. Fue suinesperado acompañante hasta la cima, ya que en el Roc Noir (7.490 m),primer escollo serio de la arista, el resto decidió darse la vuelta.
El 16 de mayo coronaban tras cinco días y dos vivacs por encima de 7.000metros, y flanquear dos ochomiles secundarios (cimas este y central). Repetíanpor primera vez la arista Loretan/Joos, que además recorrieron de vueltaal campo base. Según JuanjoSan Sebastián, «7,5 km con pasajes muy delicados que no teníanningún tipo de protección en cuanto a cuerdas (no se aseguraban). Iban con unsentimiento de desprotección que nosotros vivíamos en cada conversación conAlberto».
Nueva vía al Shisha
La vertiente más técnica y complicada del ShishaPangma, la suroeste, cuenta desde ahora con un trazado surcoreano. Losresponsables fueron Par Jun Hun y Kang Yeon Ryoung, de 31 y 30 añosrespectivamente. Se las vieron para empezar con un resalte de roca y nieve deunos 250 m, que daba acceso a los campos de nieve que forman la base delcorredor escalado por Loretan, Troillet y Kurtyka en 1990. Desde allí,flanquearon hacia el Espolón Central, o lo que es lo mismo: la ruta Stremfelj/Kozjekde 1989.
A 6.800 m tuvieron que cavar durante tres horas para instalar la tienda delC1. El 4 de mayo salieron del mismo y, a 7.350 m, levantaron una segunda tienda,desde donde el 5 de mayo se fueron a por la cima. Dejaron el C2 a las seis de lamañana y pronto se encontraron frente a un muro rocoso de unos 150 m que lesllevó cuatro horas. Según los alpinistas, se puede tratar de la seccióntécnica más compleja resuelta a tal altura.
Después, un sencillo escalón de nieve les llevó, a las 4 de la tarde, a lacumbre, y desde ésta se plantaron de nuevo en el C2 en cinco horas (9 p.m.).Aunque Park y Kang se encargaron de llevar la nueva ruta hasta la cima, y laúltima parte en estilo alpino, lo cierto es que un equipo ayudó a laexpedición a instalar unos 1.500 m de cuerdas fijas desde la base (5.700 m)hasta el primero de los campamentos.
Cara y cruz en el Makalu
Satisfacción por la cima, y frustración por un arduo trabajo sinrecompensa, con desgraciado accidente al final. Desigual balance para dosexpediciones nacionales que esta primavera visitaron el GranNegro. Alfilo por su atractivo y difícil PilarOeste. JuanitoOiarzábal volvía sobre sus pasos -en 1989 se quedó a 100 m de cima con Zuloaga,Apellanizy Kikede Pablo– acompañado por JoséCarlos Tamayo, FerránLatorre, Josu Bereciartua y Juan Vallejo. Quien no acompañó fue el tiempo,y mucho menos los días del ataque a cima. Entre continuas tormentas, elquinteto consiguió equipar la ruta, por encima incluso del selectivo MuroSeigneur, punto clave de la ascensión. El 23 de mayo salieron a por la cumbre,tentativa de tres días que desbarató una intratable climatología: en plenatormenta descubrían enterradas las tiendas del campo 3, mientras caíanabundantes aludes de nieve polvo por la pared. En definitiva, vuelta al campobase, y vuelta a mirar al cielo. Por la mañana sigue el mal tiempo y adiósal viejo sueño del Pilar Oeste.
Desgraciadamente no todo acabó ahí. El equipo de Al filo todavía tuvo quehacer frente a la desapariciónde sus sherpas, cuando volaban de regreso a Lukla.Ellos volaron en un primer helicóptero desde el campo base hasta el aeródromo.El aparato volvía al base del Makalu para realizar un segundo vuelo con lossherpas, pero a los diez minutos de despegar perdían la comunicación con elaparato. Según Sebas, debieron estrellarse entre el primer collado del Malaku(5.700 m) y la zona del Mera, situada por encima de Lukla. «Estamosdesolados. Eran gente magnífica, buenos y leales. Es una pérdida que nos dejahechos polvo, por esa desagradable sensación de haber cambiado el destino conellos (en teoría los sherpas debían volar primero, pero ya habían cargado elequipo de televisión)».
Algunos días antes, la tolosarra EdurnePasaban sí logró en el Makalu su segundo ochomil. Junto al aragonés CarlosPauner y los italianos Silvio Mondinelli y Mario Merelli, eligió la rutanormal, una vía larga que exige estar bastante tiempo en altura. Reservaron ungran desnivel para el día cimero (desde los 7.700 del C3, a los 8.463 m de lacumbre), con una climatología ciertamente incierta, que aumentó el compromisode la ascensión. Pero todo salió bien, y el 16 de mayo coronaban el quintoochomil por altura. Después, durante el descenso, el tiempo provocó ladivisión del grupo. Mientras Silvio, Edurne, y Mario dormían en el campo 3,Carlos bajaba del tirón hasta el base «para salir de la cima cuanto antespor miedo al tiempo» según Javier Pérez, compañero suyo en el K2. Fue elsegundo ochomil para ambos, tras el Everestde Edurne y el Chogoridel aragonés el año pasado.
Everest de récord
Comienza a ser una constante, pero cada año se vuelven a batir marcas en unasediado Everest.El 16 de mayo la japonesa Tamae Watanabe se convertía en la alpinista másvieja en su cima, con 63 años y 176 días. Lo conseguía el día con másascensos en la historia del Chomolungma, 54 (superan los 47 de la primaverapasada), y un día antes que el hombre de mayor edad, también japonés, TomiAsu Ishikava (65 años y 176 días). Con unos años menos, 43, el conocido AppaSherpa volvió a pisar sus 8.848 metros oficiales (una medición bastante fiablede 2000, aunque sin confirmar, establece ya 8.850) por duodécima vez. Será laúltima, ya que de vuelta en Katmandú anunció su retirada de altitudesextremas. Seguirá trabajando, pero sólo hasta el campo base.
Récords aparte, la excelente ascensión sin botellas del asturiano JorgeEgocheaga fue lo más destacado en la cara norte. Jorge, quien nos lodetalló desde Katmandú, lo hizo de forma autónoma y con un excelente horario:40 horas de ida y vuelta al campo base avanzado, pasando por la cima, claro.Quien no disfrutó tanto fue IñakiOtxoa. Ni de la ascensión, ni de su trabajo. Sus honorarios como guía deHimalayan Experience, la agencia del neozelandés Russel Brice, se quedó en elGlaciar Rongbuk por cuestiones morales. Las continuas resacas de su jefederivaron en maltrato, falta de confianza, y el abandono de Iñaki, un sherpa ytres de los cinco clientes antes incluso de intentar la cima. Precisamente, lapreparación del ataque a cumbre fue la gota que colmó el vaso: «en elbase avanzado Russell dijo que el único cliente que quedaba iba a subir solo yno movilizarían oxígeno para mi. Aluciné un montón con la decisión y mefui. Si aquel chaval japonés se mataba, tendría que vivir toda mi vida conesta historia. Moralmente era imposible».
Entre las multitud de expediciones que abarrotaron los campos base, destacóla presencia de Simone Moro, quien por problemas intestinales no pudo coronarsin oxígeno por el Collado Norte. Se enchufó desde el campo 2 para acompañara su amigo Mario Curnis, el segundo más viejo en el Everest (65 años, 157días), hasta la cima. Algunas días antes, ambos también conseguían el ChoOyu sin oxígeno, y por la normal. También visitaron el Everest Peter Hillary yTashi Wangchuk, hijo y nieto, respectivamente, de los primeros ascensionistas: EdmundHillary y TenzingNorgay. Y como ellos, pisaron la cima del mundo, adelantando un año el 50ºaniversario de aquella primera ascensión. Ambos, que ya contaban con el Everesten su currículum, siguieron la ruta de sus antecesores (Collado Sur-AristaSureste), pero en expediciones y días diferentes. El 16 de mayo coronaba elnieto del sherpa, mientras que Hillary lo hacía diez días después, paraevitar el atasco del día récord, y dentro de una expedición de NationalGeographic.
Más ochomiles
Salvo el Dhaulagiri,todos los ochomiles de China y Nepal han sido ascendidos esta primavera. En el ChoOyu, el veterano Fernando Garrido junto a un miembro de su grupo comercial,Lito, Fernando Rivero del grupo de la Guardia Civil, y el zamorano MartínRamos (Everest 2001), se unían a las cimas grupos austriacos, rusos,coreanos, e italianos. Con peor fortuna se cerró una expedición norirlandesa,cuyo miembro Adam Cinnamond desaparecía el 9 de mayo, encontrándose díasdespués su cuerpo a 6.800 m en un grieta.
En el Lhotse,varios grupos coronaban por la vía normal de la cara oeste. Nueve miembros deuna expedición rusa, doce de un grupo iraní, un alpinista húngaro junto a unsherpa, dos ucranianos, y, en solitario, el australiano Andrew Lock. El mismoque el 21 de abril firmaba la primera de su país al Manaslu,donde un equipo americano liderado por Tom Fitzsimmons colocaba a cincoalpinistas en la cima, acompañados de dos sherpas. Unos días antes, el guíaitaliano Giampaolo Corona y la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner tambiéncoronaban la Montaña del Espíritu, donde a su vez hicieron cima noruegos,australianos, y alemanes, dentro de la expedición dirigida por Ralf Dujmovits.
Primera checa al Kangchen
En el Annapurna, tres expediciones completaron con la cima la brillanteascensión de Alberto y Lafaille. Eso sí, por la cara norte. El coreano HeeJoon Oh lo conseguía con los sherpas Serab Jangbu y Lhakpa Tshering, mientrasel británico Alan Hinkes conseguía con siete miembros de una expediciónmilitar india su duodécimo ochomil. Sólo Dhaulagiri y Kangchenjungaleseparan de sus ansiados 14. En este último, checos y coreanos compartieronpermiso, que los primeros (dirigidos por Zdenek Hruby) aprovecharon para firmarla primera de su país: Radek Jaros y Martin Minarik el 15 de mayo, sin oxígenoni sherpas.
Tres de los coreanos también coronaron, el mismo día que la expedición deKazajstán liderada por el potente Denis Urubko (tres ochomiles en 2001). Porúltimo, un grupo internacional liderado por Dan Mazur que contaba, entre otros,con el ecuatoriano IvánVallejo, cerraba su expedición con un balance agridulce: el 24 de mayo,después de coronar junto a Stuart Findlay, el americano Chris Grasswickfallecía tras sufrir una caída.
Por último, en el Shisha, amén de la apertura coreana en la suroeste, hubomás expediciones que llegaron a cumbre, pero por la cara norte y hasta los8.013 metros de la Cima Central. El 13 de mayo dos componentes de un grupofinlandés (Arri Leino y Jouni Rajala), al que siguieron, en días sucesivos,austriacos, rusos y dos miembros de una expedición de Singapur, Robert Goh andEdwin Siew, que posiblemente firmaron la primera a un ochomil en estilo alpinodel sureste asiático.
Lo más difícil del Ama Dablam
Aunque suele ser noticia por su anual masificación (en su ruta normal), elAma Dablam recibió está primavera un destacado intento a su técnica aristanorte a cargo de un trío español formado por los aragoneses Ángel Terrén yNemesio Matalobos, y el navarro Javier Huarte. Era su primer viaje al Himalaya,pero aún así se metieron en una vía que sólo ha recibido cinco ascensionesen 40 años, y que en 1979 abrió un grupo francés, entre ellos LouisAudubert, primero en la cima.
Tras las segunda neocelandesa de 1980 (Russell Brice y Rob Hall entre ellos),en 1981 abre la variante Australiana un equipo que también cuenta conescaladores americanos y canadienses. Entrando por el espolón izquierdo deltriángulo rocoso inferior (intento de 1959), alcanzan la arista y continúanpor la vía Francesa tras superar un corredor a 5.750 m.
Ángel, Nemesio y Javier se decidieron por esta variante, siguiendo los pasos(y los croquis) de David Croft y sus colegas neocelandeses, quienes en 2000firmaron la segunda ascensión a esta línea. Según ellos, «un auténticoplacer». En definitiva, un excelente e interesante proyecto que se truncópor el mal tiempo, la dificultad, y especialmente el compromiso de la ruta. Eltrío clausuró su primera experiencia en el Himalaya con un»relajante» trekking alrededor de los Annapurnas.
Abriendo ruta en el Khumbu
La Cima Oeste del Everest, el Nuptse (7.855 m), se convirtió en un segundofoco de himalayismo de dificultad. Cuatro alpinistas de primera línea, MarkoPrezelj, StephenKoch, Barry Blanchard y SteveHouse, retomaron un proyecto de este último, «maquinado» junto aScott Blackes y el Rey del Dolor, MarkTwight. Se metieron en la cara sur con la mirada puesta en el todavíavirgen Nuptse Este.
Lo cierto es que este impresionante muro sólo contaba hasta ahora con unvencedor, el equipo británico de 1961 que con Dennis Davis, Chris Bonington,Les Brown, Jim Swallow y los sherpas Tashi y Ang Pemba, conseguía la primeraabsoluta de la montaña. Y no por falta de intentos. Precisamente, Mark Twightrealizó uno doble en 1986 con Jeff Lowe, retirándose en su mejor tentativa alPilar Central de la cara sur a 6.770 m. El siguiente será el ruso ValeriBabanov (Pilar Sureste en solitario) este próximo otoño.
Con Koch fuera de juego durante la aclimatación en la ruta Británica (eldesprendimiento de una cornisa le machacó la rodilla), Marko, Steve y Barry semetieron de lleno en la pared. Tuvieron un primer día «disfrutón»,el mejor de todos, con buena escalada en mixto sobre fino granito y una líneamuy evidente. Vivac a 5.800 y desencordados llegan a 6.700 m, pero tras conectarcon la Británica, y alcanzar los 7.300 m, cambió el tiempo y adiós. Antesaguantaron un día en las tiendas, pero la cosa no mejoró y se fueron paraabajo. Eso sí, Marko aclaró que sin arrepentimientos. «Ahora es fácilestar picado, pero en la situación que teníamos allí, tomamos las decisionescorrectas». El NuptseEste continua inescalado.