Hoy es el día señalado para Gerlinde Kaltenbrunner y su expedición al K2, formada por Vassiliy Pivtsov, Maxut Zhumayev y Darek. Tras varios intentos en los últimos días, la alpinista austriaca se encuentra, en estos momentos, en pleno ataque a cumbre tras pasar una noche a 8.300 metros de altitud.
Tras comunicarse con su marido, el también montañero Ralf Dujmovits -que se encuentra en el campo base-, por medio de la radio, Kaltenbrunner aseguraba que el grupo espera encontrarse con mejores condiciones de frío y nieve a partir de las 12 de la mañana hora local.
Precisamente el frío estaba causando los primeros problemas a la expedición; desde el K2 llegaban noticias de que, debido a la inclinación, los expedicionarios tenían que ayudarse de las manos para poder continuar la ascensión y eso hacía mella en ellas. Además, tras ocho días de escalada, es cada vez más difícil secar las botas “sin importar lo buenas que estas sean”.
Si se cumplen todas las previsiones, en estos momentos la expedición debe haber alcanzado los couloirs angulares que conducen a la cresta que da a la cima, lugar donde esperan encontrarse unas condiciones de nieve mejores que hasta el momento.
El equipo cuenta en todo momento con la ayuda del prestigioso meteorólogo Charly Gabl, desde Innsbruck, que ha previsto que el viento cese completamente durante las jornadas de hoy y mañana, algo que ya han podido comprobar los miembros de la expedición.
Por último, Kaltenbrunner ha declarado sentirse “con confianza y encontrarse bastante bien, dadas las condiciones de la montaña”.