Jost Kobusch lleva ya un mes en Nepal, realizando el trabajo de aclimatación de cara a su gran objetivo: la expedición invernal en solitario y sin oxígeno al Everest. El alpinista alemán ha trazado un plan para estas semanas previas a su gran desafío que incluye la ascensión de seismiles vírgenes en el Himalaya. Según su localizador GPS, ayer podría haber alcanzado uno de esos objetivos secundarios.
Las imágenes de su tracker, sitúan a Jost Kobusch en la cima del Purpung Himal. Este pico, cuya altitud oficial se situaría en los 6.500 metros, es también conocido como Purbung o Putrung, denominación con la que aparece en los registros históricos. Localizado al norte del macizo del Annapurna, en la región del Mustang, forma parte del Damodar Himal y fue abierto al alpinismo por primera vez en 2002.
Desde entonces, los registros de la Himalayan Database solamente recogen dos expediciones al Putrung, ninguna de las cuales consiguió alcanzar su cima. La primera se llevó a cao ya en la primavera de 2003, a cargo de una expedición finlandesa liderada por Pala Degerman quien, junto con Kai Kantanen, se tuvo que dar la vuelta tras haber alcanzado una altitud de 6.050 metros por la arista oeste-noroeste.
Quince años después, en otoño de 2018, fue un pequeño grupo italiano quien intentó este pico. Formado por Mario Lacedelli, Cesarino Niero y Marco Sala, no pasaron de los 5.650 metros, debido a las dificultades que encontraron en la vertiente noroeste de la montaña.
Desde el oeste
Jost Kobusch está realizando su aclimatación para el Everest en compañía de Nico Scheidtweiler, antes de dirigirse a la zona del Everest acompañado únicamente por un cocinero nepalí. Según se puede ver en su tracker, habría afrontado la ascensión del Putrung desde el oeste y podría haber seguido la misma arista de los finlandeses en 2003.
Todavía no existen detalles sobre la ascensión comunicados por el propio alpinista, quien lleva bastante al día en sus redes sociales las actividades que realiza. Hace un par de días, comentó que se habían instalado en el campo base al pie del seismil virgen que querían escalar: “Después de dos días recargando nuestras baterías, continuaremos con la ascensión”, comentaba.
Igualmente, destacaba la dificultad de una “aproximación bastante exigente, que nos llevó a través del empinado valle de un río”.
Jost Kobusch, en la aproximación al Putrung (Foto: Nico Scheidtweiler). Jost Kobusch, en el campo base del Putrung (Foto: Nico Scheidtweiler).
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