Jost Kobusch ha anunciado en sus redes sociales que ha completado la primera ascensión absoluta del Amotsang (6.393 m), un pico virgen de la zona del Annapurna, en el Himalaya nepalí. Como es habitual en él, ha llevado a cabo la escalada en solitario y en un estilo ligero y rápido. Una estrategia que puso en práctica de forma exitosa también en el Nangpai Gosum II (7.296 m) hace dos años.
En sus redes sociales, el joven alpinista alemán comentaba de este modo su ascensión:
El passado jueves 24 de octubre alcancé la cima del (hasta entonces) virgen Amotsang! Después de algunos estiramientos y de disfrutar la vista, tuve que darme prisa para bajar. Porque como se puede ver en las fotos, el sol ya se estaba poniendo. Después de una hora de descenso en el crepúsculo y otras tres horas en la oscuridad, me traté a mí mismo con una deliciosa taza de te en la tienda antes de continuar el descenso al día siguiente.
Tres intentos sin cima
A pesar de que Jost Kobusch no ha dado todavía todos los detalles de su ascensión, vale la pena ahondar un poco en la historia de este pico. El Amotsang emergió entre lo desconocido para el mundo del alpinismo en diciembre de 2001, cuando el gobierno de Nepal lo incluyó en un listado de nuevos picos abiertos a permisos de ascensión.
La primera expedición que se fijó en esta montaña fue una francesa liderada por Paulo Grobel en otoño de 2003. Permanecieron un mes en los alrededores de la montaña, pero una mala elección de la ubicación del campo base (4.880 m) los dejó demasiado lejos de su objetivo, que finalmente sustituyeron por sendas ascensiones al Thansunjiti y al Jomsom. Eso sí, exploraron las vertientes sur y este y concluyeron que probablemente la mejor opción para una primera ascensión sería llegando directamente desde el este.
En 2009 fue el turno de Chris Warner y Damien Gildea, quienes hallaron una posible ruta de aproximación directa a la vertiente este. El estadounidense y el australiano, no obstante, no tuvieron suerte con la meteorología y solamente pudieron ver la parte final de la ruta planeada durante una hora en todos los días que permanecieron allí. Tampoco ellos se metieron en la ruta.
De nuevo una expedición francesa intentó la primera del Amotsang en otoño de 2012. En esta ocasión, estaba integrada por el guía Lionel Chatain y tres clientes y la ruta elegida era la arista oeste, que había sido la primera opción planteada también en 2003. Montaron el campo base a 5.435 m y un CBA a 5.545 m. En el intento definitivo, consiguieron escalar hasta la arista, pero las condiciones de la nieve eran demasiado difíciles para el nivel técnico del equipo. Lionel Chatain realizó una punta de altura de unos 6.220 m antes de darse la vuelta.
Preparándose para el Everest
La ascensión del Amotsang por parte de Jost Kobusch, no ha sido más que una etapa dentro de la preparación para el proyecto de mayor envergadura que haya llevado a cabo jamás. Se trata de la expedición invernal en solitario al Everest, que en un par de meses lo llevará a medirse con la mítica ruta del corredor Hornbein, si las condiciones lo permiten.
Respecto al hecho de ir en solitario a las montañas, el alpinista alemán ha compartido una interesante reflexión en sus redes sociales:
¿Por qué voy en solitario? No existe nada más que la montaña y tú. Todo depende de ti. Y no se trata de estar tú contra la montaña sino de estar tú y la montaña. Antes de comenzar una expedición, trato de conocer la montaña, charlo con otros alpinistas, investigo acerca de las rutas conocidas, observo la montaña a través de Google Earth. Así, cuando empiezo, no soy un grosero que quiere llegar a la montaña en la primera cita. Me presento educadamente, pensando bien cuál es la mejor estrategia.
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