Tres semanas atrás publicábamos la noticia de que Chilam Balam, en Villanueva del Rosario, volvía a estar en primera línea de actualidad. Varios escaladores de primer nivel se habían fijado de nuevo la línea equipada por Bernabé Fernández en Villanueva del Rosario y la habían tomado como objetivo prioritario. Finalmente, uno de ellos se ha llevado el gato al agua y ha conseguido la repetición del monstruoso recorrido.
El protagonista de la ascensión ha sido Seb Bouin, escalador francés poco dado al exhibicionismo en redes sociales pero con un currículum envidiable de encadenamientos en roca. En su libreta figura con letras mayúsculas La madonne 9a+ del Lubéron (2012), así como cuatro vías de 9a/+: Complexe du playboy y Le playboy rode sans complexe, ambos también en el Lubéron, Staphylocoque en Pic St. Loup y La tierra negra en Margalef.
Según informaba Kairn.com, el escalador provenzal estuvo en Andalucía en febrero de 2013, concentrado en la cueva de Villanueva del Rosario. Allí, no tardó en hacerse con el primer largo de la vía, cotado en 8c+, a pesar de tener que lidiar con ciertas humedades. Y es que la vía acostumbra a estar mojada en esa época y no está practicable completamente hasta abril o mayo. Sus posteriores intentos por realizar la línea de forma integral no tuvieron el fruto que esperaba.
A principios de este mes de mayo, Seb Bouin volvió a viajar a Andalucía para intentar cerrar la repetición de Chilam Balam, ya sin humedades. Allí coincidió con los recién llegados Edu Marín y Dani Andrada durante una semana de pegues sin éxito. Esta semana, había regresado otra vez y en su segundo o tercer día de intentos, consiguió finalmente el ansiado objetivo.
De momento no hay opinión de grado
Edu Marín fue testigo del encadenamiento y lo cuenta de esta manera: «La hizo muy entero; se le veía un poco nervioso al principio, pero luego la encadenó sobrado». Seb Bouin todavía no ha hablado acerca del encadenamiento ni ha dado propuesta de grado. Vale la pena recordar que el grado de Chilam Balam ha sido siempre un tema controvertido: Bernabé Fernández informó haberla escalado en 2003 y propuso un estratosférico 9b+ para ella, aunque la falta de pruebas sobre la veracidad de la ascensión pusieron en entredicho su logro. En 2011, Adam Ondra necesitó sólo cuatro pegues y un par de días de trabajo para resolver los 82 metros de vía, sugiriendo un grado de 9a+/b.
En cuanto a la graduación, Edu Marín es prudente: «Tiene que opinar el que ha encadenado, porque el tramo final es el que marca el grado y yo no he llegado ahí desde abajo. Pero sí que puedo decir que la progresión es muy rápida para ser un 9b. Es cierto que cuando llegué me parecía una cosa y hoy me parece otra». «Se trata de una vía con muchas alternativas de sección-reposo, sección-reposo, y te permite recuperarte, excepto en la parte final, donde se encuentra el búlder. Es difícil de probar, porque es un monstruo de vía, muy larga, pero cuanto más tiempo inviertes en ella, más fácil es, es muy de truco. Nosotros llevamos dos semanas aquí con Dani; los primeros días de trabajo fueron frustrantes, porque son muchos metros de techo y los seguros están bastante alejados, pero luego se hace bien».
El escalador barcelonés tenía previsto realizar esta misma tarde su propio intento de encadenamiento, aunque no era muy optimista al respecto: «Hemos ido trabajando la vía y haciendo otras vías para no agobiarnos. Hoy daré un intento, pero el búlder de arriba con este calor te da muy poco margen para probar porque enseguida te abres las yemas. Con frío y un par de semanas más, la podríamos hacer».
Si hoy no tiene éxito, Edu Marín asegura que volverá en otoño para completar el trabajo, una vez haya acabado su proyecto veraniego de vía larga.