“Una cosa está clara… ¡Volveremos!”, decía Nico Favresse en una entrada de su blog del pasado mes de diciembre. Entonces, acababa de regresar de un viaje de exploración por la roca del sur de Noruega con su hermano Olivier Favresse, Daniel Jung y el fotógrafo Bernardo Giménez. Habían recibido las indicaciones del escalador sueco Erik Massih sobre un muro desplomado con fisuras que quizás les interesaría inspeccionar. Lo hicieron y estuvieron trabajando en una línea que le atrapó y que Nico dejó cerca de encadenar.
Según describía en aquel mismo post, se trataba de “un increíble proyecto de fisura desplomada”, en el que los tres escaladores trabajaron conjuntamente durante tres semanas, llegando a solucionar todos los movimientos de un puzzle de 35 metros de recorrido. “El tiempo realmente no colaboró, ya que llovió todos los días (excepto uno) en tres semanas y cada intento significó un buen mordisco a la piel de nuestros dedos, lo que hizo que la experiencia fuera más intensa. Pero lo más doloroso fue dejar este increíble proyecto cuando estaba tan dolorosamente cerca de hacerlo”, explicaba.
Finalmente, el momento de volver ha llegado este pasado mes de mayo, en compañía de Stephane Hanssens. Otras dos semanas de trabajo concluyeron con el tan ansiado encadenamiento de The recovery drink, que así es como se llama la vía. Nico Favresse no ha propuesto grado alguno para el itinerario, aunque sí ha soltado una frase bastante reveladora: “Es sin lugar a dudas una de las líneas más guapas que haya escalado jamás, y la fisura más dura que he encadenado nunca!”… Y eso, viniendo de alguien que en 2008 consiguió la primera repetición de Cobra crack (8c o sólido 8b+ según para quien, en Squamish, Canadá), no es poco decir.
Vale la pena recordar que las fisuras más duras del planeta se hallan en torno a esta cotación. Además de Cobra crack y The recovery drink, habría que contemplar Century crack, el espectacular y durísimo offwidth de Canyonlands (Utah).
Otra vez mal tiempo
En declaraciones a Planetmountain.com, Nico Favresse cuenta que en esta segunda ronda de intentos, “el tiempo se mantuvo tan difícil como antes, con un montón de lluvia, fuertes vientos y temperaturas frías”. En cuanto al estilo de la primera ascensión, el escalador belga puntualiza que “encadené la vía colocando el material al abrir, excepto unas pocas piezas en las secciones fáciles que había dejado en su sitio para hacer más fácil la limpieza de la vía después de cada intento, porque es muy desplomada”. “Así que todavía se podría hacer una ascensión ligeramente más pura”, reconoce.
De todos modos, la línea no contiene ni un solo bolt. Según su propio aperturista, “consiste en tres secciones distintas, separadas por reposos. La sección del medio es la más dura y la última es muy física, con un movimiento de derechas desgarrador al final”.
Nico Favresse alerta también de la existencia de otras varias fisuras desplomadas en la misma zona esperando ser liberadas. Mientras tanto, él ya se encuentra en los Alpes, completando el entrenamiento de cara a la expedición que este verano lo llevará a Pakistán.