Edu Marín ha protagonizado un intenso verano dedicado a vías largas y alpinas. A principios de julio encadenó Orbayu 8c en el Picu Urriellu, a finales del mismo mes se hacía con la Voie Petit (450 m, 8b) al Grand Capucin en los Alpes franceses, y en agosto completaba el objetivo con Sansara (100 m, 8b+) en el Lofer austriaco. Pero ahora, todo aquello es ya historia para él, centrado en su nuevo proyecto, de nuevo en la escalada deportiva.

No es otro que la mítica vía Chilam Balam de Bernabé Fernández en Villanueva del Rosario. Un monstruo de más de 80 metros de techo que roza el 9b y que se ha resistido durante años a los más fuertes. Para coger de nuevo la forma en deportiva y estar listo para octubre, Edu Marín ha recalado en Rodellar y ha estado escalando con Dani Andrada en el sector La Piscineta. Ambos han encadenado Cosi se arete, un nuevo 9a equipado por Dani Andrada y Serge Casteran. Partirán juntos de nuevo hacia Andalucía, donde ya estuvieron intentando Chilam Balam antes de que llegara el calor, y donde también hicieron Chilam malegnum 9a.
«No he entrenado casi nada, he estado escalando todo lo que he podido y, para mi sorpresa, he recuperado muy rápido la forma»
Has pasado este verano de la pared a la escalada deportiva, ¿cómo ha sido el cambio? ¿Te ha costado?
La verdad es que estaba un poco preocupado, porque sabía que una vez que acabara el proyecto The Marin’s Alps Project tenía muy poco tiempo para volver a coger el estado de forma que tenía anteriormente. Porque está claro que en la escalada de vías largas, en la escalada alpina, el nivel de forma baja un poco a causa de las esperas, el mal tiempo, etc. Y estoy muy contento por volver a hacer 9a y volverme a sentir en el estado de forma que quería, porque en breve ya marchamos para el sur a probar Chilam Balam, que es el siguiente objetivo del año.
¿Cómo ha sido la evolución para volver a coger grado? ¿Cómo lo has hecho?
Pues no he entrenado casi nada, he estado escalando todo lo que he podido y, para mi sorpresa, he recuperado muy rápido la forma. Lo cierto es que casi no la había perdido, porque ha sido un verano muy intenso, en el que hemos tenido mucha suerte con el tiempo y hemos podido escalar muchísimo. Ha sido volver a la deportiva, probar otra vez proyectos duros y sentirme bien, prácticamente.
¿Cómo son estas vías que has hecho?
Hemos estado escalando bastante con Dani Andrada en La Piscineta. Se trata de una vía de unos 50 metros, muy desplomada, con un estilo muy semejante a Chilam: son vías de resistencia, muy largas, con una sección clave al final, chorreras… creo que nos vendrá muy bien para aclimatar. Precisamente esta vía la abrió Dani, y la encadenó dos días antes que yo. Él propuso 9a y a mí me pareció bien.
«Cuando te marcas un objetivo en vía larga, son muchas las incógnitas que tienes»
¿Qué te ha resultado más difícil, encadenar este 9a o los proyectos de este verano?
Los proyectos de este verano, sin duda.
Pero estos 9a’s siempre está la incógnita de si lo haré o no lo haré mientras que los proyectos de este verano era como más evidente que los ibas a hacer… ¿o no?
Cuando te marcas un objetivo en vía larga, son muchas las incógnitas que tienes: si se te darán bien los largos claves de la vía, si la meteorología te va a acompañar… son muchas historias que pueden complicar mucho más el proyecto. Un 9a siempre va a estar ahí, normalmente en Cataluña siempre hace buen tiempo… la infraestructura es mucho menos que irte a Austria a probar una vía larga. Para mí ha sido mucho más dura la experiencia de The Marin’s Alps Project, tanto físicamente como psicológicamente, porque hemos estado mucho tiempo fuera de casa también.
¿Cómo es escalar con Dani Andrada? Él está siendo tu compañero de proyectos y sobre todo de Chilam Balam…
Siempre he escalado con Dani, lo que pasa es que él tiene sus proyectos y yo tengo los míos y últimamente hemos coincidido más en la roca. La verdad es que nos motivamos mucho y ya estamos con ganas de ir al sur otra vez.
«Este año llevo ya dos 9a’s, como cinco 8c+’s, las vías largas… y ahora voy a por el 9b»
¿Cuántos 9a’s llevas ya?
En total, no te lo sé decir pero este año llevo ya dos 9a’s, como cinco 8c+’s, las vías largas… y ahora voy a por el 9b. Creo que este año puede ser mi mejor año, sin duda.
¿A todos los niveles?
Sí, a todos los niveles, porque en escalada deportiva si al final hago el 9b estaré entre los mejores y a nivel de big wall y escalada alpina, también estaré haciendo las actividades más punteras que hay.
¿Cómo es esta vía Cosi se arete?
Son 55 metros de vía y es muy desplomada. Empieza por la Cosi fan tutte, que es un 8c+, y luego se desvía para la izquierda y tiene un muro final de casi 25 metros de techo con una sección bastante dura al final llegando a la reunión. Allí me caí dos veces.
¿Cuántos pegues le habrás dado a la vía?
He estado probándola en total seis días.
Luego hiciste otro 8c+, Black pearl, en tres intentos. ¿Cómo fue esta? ¿Está en la misma zona?
Black pearl está también en La Piscineta, pero un poco más a la izquierda. Fue antes de hacer el 9a, la probé y para mi sorpresa la hice en el día al tercer intento. Muy contento y me animó para probar el 9a.
Y dices que te parece que estás en tu mejor momento, ¿incluso mejor que cuando encadenaste La Rambla y en otras épocas de tu vida?
Sí, pienso que estoy en mi mejor momento ahora, pero no sólo a nivel físico, sino en todos los aspectos: tengo una estabilidad gracias a mis sponsors, me encuentro en un buen momento y a la vista está. Puedo dedicarme a lo que me gusta y estar todo el día para arriba y para abajo.
«En Chilam Balam me caí a 12 movimientos del top, pero también creo que la vía está ahí, en esos últimos movimientos»
¿Y tu padre? ¿Qué está haciendo ahora el Novato?
Pues allí está, en Rodellar. Él sí que ha bajado un poco la forma este verano, porque no ha escalado tanto como ha querido, pero está ahí entrenando otra vez, probando 8b’s, 8b+/c…
En cuanto a Chilam Balam, ¿cómo te fue la pasada temporada y cuáles serían las claves?
Chilam Balam es una vía súper larga con la sección clave al final. Entonces, necesitas controlarla muy bien para llegar con energía a la parte final y tenerla muy por la mano para no caer, porque es un búlder de 7B bastante técnico, de presa muy pequeña, que tienes que hacer después de haber escalado 70 metros de techo.
A principios de año fui con Dani para ver el sistema de la vía y cómo iba. Y ahora, viendo claro cómo va, toca probar un poco lo de arriba y atacarla ya desde abajo, a ver qué tal.
¿Cuántos pegues le diste la otra vez?
Hicimos una variante de Chilam Balam, que se llama Chilam malegnum 9a de la que hice la primera ascensión. En mis intentos, no hacía la parte final de Chilam Balam; la probé un poco pero tampoco me centré demasiado porque hacía mucho calor. Ahora en octubre, con un poco más de fresco, intentaremos atacarla desde abajo y a ver qué pasa.
Os queda realmente poco, ¿verdad?
La otra vez me caí a 12 movimientos del top, pero también creo que la vía está ahí, en esos últimos movimientos.
¿Cuántos movimientos habéis contado que tiene Chilam Balam?
Pues igual tiene 300 o 400 movimientos, puesto que son 83 metros de vía.
«Para escalar en roca, lo mejor es escalar en roca. Para la competicion hay que escalar y entrenar en plástico»
¿Y cuántas veces hay que chapar?
No lo sé exactamente, pero tendrá 20 o 25 cintas, seguro.
¿Puede ser la vía más larga que has hecho en cuanto a continuidad, chapajes, etc.?
Sí, sí, la vía más larga y más cansina de todas.
Pero sería tu primer 9b… ¿la ves de ese grado?
Hasta que no la haga, no te sé decir, pero por ahí andará.
¿Marcháis pronto para allá?
A principios de octubre. Hemos alquilado una casita allí y estaremos todo el mes.
Mientras tanto, para prepararte, ¿entrenas o sólo escalas en roca?
Para escalar en roca, lo mejor es escalar en roca. Antes escalaba muchas horas, porque estaba mucho más centrado en competición y para escalar en plástico hay que entrenar en plástico. Como mis objetivos ahora son escalar vías en roca, lo cierto es que me está funcionando bastante.