Caroline Ciavaldini ya nos había confirmado en la entrevista que le hicimos el pasado mes de febrero junto a su marido James Pearson en la Librería Desnivel que su objetivo para este año era la Voie Petit (450 m, 8b) al Grand Capucin. En aquel momento, lo veía muy lejos y era consciente de que tenía que mejorar mucho sus habilidades en granito y adherencia para poder hacer frente a tamaño desafío.
Cinco meses más tarde –el miércoles de esta misma semana–, se alegraba en sus redes sociales del éxito al haber podido escalarla, incluso cuando no contaba con ello. De hecho, su intención era matizar los movimientos de los últimos largos pero, siguiendo la recomendación de propio Arnaud Petit, lo hizo dándole un intento desde abajo que terminó en encadenamiento.
Esta es la primera femenina de la vía, considerada la máxima dificultad de la escalada en roca en las alturas de los Alpes (se halla a unos 3.500 metros de altura). Arnaud Petit y Stéphanie Bodet firmaron la apertura de sus 13 largos en 1997, mientras que la liberación corrió a cargo de Alex Huber en 2005. Desde entonces, sólo ha recibido un puñado de repeticiones, como las de Václav Satava y Dusan Janák, David Lama, el propio Arnaud Petit, la de Edu Marín del año pasado o la de los británicos James McHaffie y Ben Bransby.
Asedio intensivo
Caroline Ciavaldini ha tenido que esforzarse sobremanera para alcanzar el objetivo de escalar la Voie Petit y completar su particular viaje desde las competiciones y la escalada deportiva en su tropical isla natal de Réunion hasta una de las más exigentes rutas de escalada alpina en las cimas nevadas de los Alpes. En total, ha realizado cuatro viajes hasta el macizo del Mont Blanc para intentar la línea, dos en 2015 y otros dos en lo que llevamos de 2016.
El día que finalmente sería del encadenamiento, Caroline Ciavaldini recibió la llamada de Marion Poitevin –la guía de montaña que la ha ayudado con las cuestiones de alpinismo que ella desconocía– advirtiéndola de que se abría una ventana de buen tiempo. Su intención era probar los últimos 150 metros (bastante asequibles), a los que todavía no había llegado, subiendo por las cuerdas fijas que habían instalado anteriormente. Sin embargo, cambió de idea tras hablar por teléfono con Arnaud Petit, quien la convenció de lanzar el intento desde abajo, dormir en la repisa Bonatti a dos tercios de altura y escalar el último tramo al segundo día.
Con la logística y el petateo a cargo de James Pearson y Marion Poitevin, Caroline Ciavaldini estaba sólo centrada en escalar. «Alcancé el largo clave, el 8b, y me centré sencillamente en ‘sólo intentarlo’. Fue una batalla extenuante en ese largo, casi me desmayé al alcanzar la reunión –una combinación de esfuerzo y altura–, pero lo había hecho. Había superado el largo más duro, tenía una oportunidad», explica la escaladora francesa. Con la motivación por las nubes, todavía tuvo energías para encadenar los dos siguientes largos de 7c+ y 7b+ y alcanzar así la repisa donde vivaquear.
El menú del segundo día eran seis largos, con un 8a entre ellos como plato más duro de roer. Después de una tirada asequible, Carolina Ciavaldini se encontró con ese 8a que todavía no conocía y que tenía fama de técnico. Realizó una primera ascensión para reconocer el terreno y los movimientos, descendió hasta la reunión y lo encadenó a la primera: «Estaba concentrada y no hubo errores, porque tenía una enorme burbuja de motivación tras de mí», cuenta.
Ya sólo quedaban cuatro largos, con un 7b+ como máxima dificultad. Esa tirada le llevó dos intentos, pero ya nada pudo interponerse entre ella y la primera ascensión femenina de Voie Petit. «Mi gran sueño de un año se había hecho realidad», asegura.
Espectacular. Las vías con sello del señor Petit son tremendas todas, pero esta en concreto destaca más aún. Enhorabuena! gran realización
Tela, nadie comenta esta notícia….. Habéis estado por allí alguna vez???? Es impresionante la pared, sólo apta para máquinas!!! Enhorabuena!!! Gran encadene…. Aunque hecho de menos más purismo…. Eso de que te lleven el material y tu sólote dediques a escalar, como si fuera deportiva…, jeje, es broma….