Viajaron a mediados de noviembre, en plena temporada para escalar en el desierto y han vuelto a principios de diciembre con los bolsillos llenos de arena y la mente cargada de experiencias e imágenes inolvidables de una aventura estimulante.
Comenzaron su periplo de escaladas por los domos de arena, subiendo como toma de contacto la vía «Inshallah factor», días después de que la repitiera Jesús Calleja y David Palmada en 5 días de pared. Ubicada en la montaña por antonomasia, el Jebel Rum, llamativa y atractiva desde donde se mire. Al día siguiente escalan de nuevo en el jebel rum, primero la vía «Inferno» bajan y suben por la vía «Fligh of fancy», con un espectacular largo de diedro que les recuerda a las perfectas fisuras de Indian Creek.
Tras otras escaladas donde depurar las técnicas que requiere para protegerse medio seguro en estas paredes y conocer la roca a veces buena y otras muchas de dudosa calidad, se disponen a buscar y observar con atención en los múltiples lienzos de color rojo donde dibujar una nueva línea. Fue en la zona de Barrah Canyon , en medio del desierto alejada de cualquier campamento Beduino. Barranco con mucho atractivo donde se respira tranquilidad y soledad…
Crean “Duniania» (6c expo, 130 m). Suben a una cumbre virgen, tras cuatro tiradas de cuerda expuestas. En los dos primeros largos se concentra la dificultad y exposición en los tramos de placa que van a pelo, con algún puente de roca y algún friend mal puesto que les dio la confianza justa para subir el pie y dar un paso más. El segundo largo es el clave con una placa arenosa sin apenas protección, donde intentaron taladrar pero no pudieron por lo blanda que era la roca y una fisura desplomada y ancha donde se concentran las dificultades. Las cuatro tiradas están totalmente limpias, ni clavos ni bolts, solo con friends. Las reuniones, primera y tercera están equipadas para rapelar y poder bajar de la aguja, la segunda reunión tiene un clavo y será necesario reforzar con friends . De la cumbre, se baja destrepando 10m con cuidado. Y en dos rapeles se baja a la base de la pared.
Después de un solo día de descanso, deciden, para también descansar la mente y solo disfrutar del movimiento, como última escalada, subir al Nassrani norte, por la gran obra maestra del equipo francés formado por: Arnaud Petit, Philippe Batoux, Guy Albert, Hervé Bouvard, Benoit Robert y Alan Hod. «Guerra santa» (400 m, 7b+, 6c obl), una de las mejores vías del desierto. Con cuatro largos de 7b excepcionales que pudieron encadenar ambos escaladores a vista, y en menos de 5h habían subido y rapelado los 400m.
En pocos meses quieren volver a Talembote (Marruecos) a terminar la vía «Aceite bereber», para más adelante viajar a las montañas de Turquía.