Este premio lo otorga la Fundación WOP-The Walk On Project, uno de cuyos principales objetivos es financiar proyectos de investigación en busca de terapias para vencer a las enfermedades neurodegenerativas.
La Fundación fue creada por Mikel Rentería y Mentxu Mendieta tras conocer (en el verano de 2008) la grave enfermedad neurodegenerativa que sufría su hijo Jontxu (entonces tenía 6 años). A partir de aquel momento comenzaron una valiente y decidida batalla para aportar su grano de arena en la lucha contra estas enfermedades .
Mikel y Mentxu están volcados totalmente en su hijo Jontxu y en la Fundación WOP que lleva a cabo muchas iniciativas para recaudar fondos para proyectos de investigación.
El alpinismo refleja los valores que la Fundación Wop quiere transmitir: «la superación, esfuerzo, emoción y optimismo como motores de cambio, coraje, responsabilidad, valentía para afrontar retos y trabajo para perseguirlos». Por eso, en colaboración con Bilbao Mendi Film Festival crearon este premio, que otorgan a personajes del alpinismo que representan plenamente estos valores.
En ediciones anteriores han recibido este galardón: Josep Manuel Anglada (2015), Sir Chris Bonington (2016), Peter Habeler (2017) y Juanjo San Sebastián (2018), además de la película Drawn de Jeremy Collins (2014).
La historia de Nives Meroi y Romano Benet es una historia bellísima que refleja -como pocas en el alpinismo- que el optimismo y el espíritu de cordada son claves para afrontar un reto aún más exigente que alcanzar la cima de un ochomil: la gravísima enfermedad que sufrió Romano.
Se toparon con ella el año 2009, cuando estaban en plena ascensión al Kanchenjunga, la que debía ser su duodécima cumbre de ochomil metros. Cerca de la cumbre, Romano se sintió indispuesto. En aquel momento pensaron que se trataba, posiblemente, de mal de altura.
Pero Nives, que en aquel momento era -junto a Edurne Pasaban y Gerlinde Kaltenbrunner– clara candidata a ser la primera mujer en ascender los 14 ochomiles, no lo dudó, e inmediatamente abandonó la ascensión incapaz de dejar a Romano solo esperando su regreso de la cima.
Tras un duro descenso, Romano fue diagnosticado con una enfermedad muy grave. Nives decidió que no volvería al Himalaya hasta que su marido no se recuperara. Juntos compartieron lo que ellos bautizaron como su quince ochomil: la enfermedad de Romano.
Tras recibir dos trasplantes de médula ósea, Romano se recuperó totalmente. De vuelta en el Himalaya, juntos, como hasta entonces en todas las cumbres, completaron la ascensión del Kangchenjunga y, más tarde, en 2017, ascenderían su último ochomil: el Annapurna. Cima que compartirían con los alpinistas vascos Alberto Zerain y Jonatan García y los chilenos Juan Pablo Mohr y Sebastián Rojas .
Era el último ochomil de Romano y Nives, el décimo de Alberto y el primero de Jonatan, Juan Pablo y Sebastián. Fue una bella historia porque tres cordadas que no se conocían compartieron campo base, ascensión, cima y un descenso realmente complicado al que consiguieron sobrevivir -sobre todo- gracias a la experiencia y capacidad de leer la montaña de Romano y Alberto. De hecho Romano, tras aquella vivencia, recuerda a Alberto como una de las personas con las que más ha compartido la visión del alpinismo.
Nives y Romano es una pareja sencilla, cercana, positiva y alegre, que afrontaron juntos, con el mismo espíritu que comparten el alpinismo y la vida, la grave enfermedad de Romano. También juntos han realizado algo único en la historia del alpinismo: ser la primera pareja en ascender juntos los Catorce ochomiles.
Además, han realizado sus ascensiones siempre en estilo muy ligero, sin utilizar porteadores de altura ni sherpas y tampoco oxígeno artificial.
El caso de Romano y Nives es un único: comparten alpinismo, la cima de los Catorce ochomiles y la vida diaria. No solo han conseguido sobrevivir a los riesgos del alpinismo, también como pareja son un ejemplo.
Su primera expedición a un ochomil tuvo lugar hace 25 años y pusieron fin a la lista de las catorce cimas en el año 2017.
Ayer Juanjo San Sebastián compartió con ellos conversación ante el público en el Bilbao Mendi Film, con esa humanidad y profundidad que Juanjo sabe dar, antes de entregarles el premio WOP. Un premio que el propio Juanjo había recibido el año anterior.


