400 números desde que en 1981, hace 38 años, comenzó esta gran aventura que es Desnivel. En estas casi cuatro décadas ha cambiado todo y nada. Tecnológicamente todo: cuando nacimos no existía el ordenador y los primeros 37 números de la revista los hicimos con la máquina de escribir y procesos de trabajo lentísimos.
La llegada del ordenador, internet y las redes sociales lo cambió todo. Lo que antes llevaba días, ahora se hace en minutos. Si antes el lector estaba feliz por tener una revista mensual que le informaba de lo ocurrido, ahora quiere estar informado al instante y espera ver algo que le interese cada vez que mira el móvil.
En nuestra sociedad la información se ha convertido en un artículo de consumo más. Poco importa el interés del texto o imágenes que hayas visto, o tener ese tiempo tranquilo de lectura y reflexión para digerirlas. Lo que queremos es, pocos minutos después, volver a la pantalla del móvil y consumir otra píldora distinta de eso que ahora llamamos «información». Textos e imágenes que en pocos segundos dejarán de interesarnos para perderse en ese océano digital ante nuestra ansiedad de consumir nuevas fotos, vídeos, textos…
En toda esta locura la revista en papel nos traslada a un mundo distinto en el que la información se crea y «consume» de una manera diferente.
El papel no solo exige hacer periodismo de verdad. También invita a leer en profundidad, a tomarse el tiempo y el espacio necesarios, a releer, a reflexionar, a despertar el espíritu crítico. A perderse en historias y aventuras humanas. En cierto modo leer en papel es un acto de rebeldía, de resistencia hacia la tendencia establecida.
Que DESNIVEL haya llegado al número 400 es un misterio en un momento en el que las revistas en papel están desapareciendo. Lo más importante es que seguimos manteniendo la misma pasión que en 1981 por descubrir y compartir historias interesantes de montaña. Nuestra ilusión es editar, al menos, otros 400 números más en los que seguir compartiendo contigo nuestro deporte. Larga vida al papel.
Darío Rodríguez
Llegará un día en que las ediciones en papel serán incunables porque es el rumbo imparable que ha tomado ésto y, por suerte o desgracia, ya no hay quien lo pare. Ahora bien, que esa transición se alargue lo más posible porque eso indicará que todavía somos capaces de revelarnos ante el consumismo desmesurado de información y el estilo de vida desenfrenado que nos está tocando vivir. Así que 'ante todo mucha calma' y 'larga vida al papel'
Me regalaron el número 1, ¿cómo no voy a comprar el 400?. Larga vida DeESNIVEL!!!