La integral de Peuterey es “la arista más larga de los Alpes”, según describe Ueli Steck, quien detalla que “con 4.500 metros de desnivel y un tiempo de escalada de dos o tres días, esta aventura despertó mi interés”. Las dificultades técnicas del recorrido se sitúan en torno a TD/ED1.

“Después de estudiar la situación más de cerca, quería darle un intento”, cuenta el propio Steck, para quien la ruta tenía más sentido si comenzaba y terminaba en el valle. Así pues “pensé en añadir el ascenso desde el valle –que incluiría 1.000 metros de desnivel adicionales- y después el descenso al valle hasta Les Houches… una idea simple y exactamente como a mí me gusta: fácil y sencilla”. Quizás la concepción de la idea era fácil, pero no así su ejecución, que distaba mucho de ser sencilla: “Hay mucha escalada en roca, no es fácil encontrar la ruta y está llena de técnicas maniobras de rápel”.
Las 15 horas de Luka Lindic
Ueli Steck preparó a conciencia su intento a la integral de Peuterey, documentándose sobre ascensiones previas, de Jonathan Griffith con Jeff Mercier (29 horas y 30 minutos desde el refugio Borelli a la cima del Mont Blanc), de Matteo Pellin con Arnaud Clavel y muy especialmente de Luka Lindic, quien escaló la arista en solitario en 15 horas y media este mismo verano.
El alpinista esloveno coincidía con Ueli Steck en la belleza del recorrido: “Vi por primera vez esta arista años atrás. Fue como un amor a primera vista. De vez en cuando soñaba con ella. Ascenderla en solitario no es algo que prefiriera, pero para esta escalada sentí que quería ‘tenerla’ sólo para mí. Este año me sentía preparado. Quería hacerla del tirón, aunque no fui a por ella con el cronómetro. Mi objetivo era hacerla con seguridad”, escribía en su blog a principios de agosto tras haber regresado con éxito.
Pasó la noche en el refugio Borelli y comenzó a escalar todavía de madrugada. Ascendió la Aiguille Noire casi totalmente de noche, continuó superando las difíciles Dames Anglaises antes de subir a la Aiguille Blanche, el Grand Pilier d’Angle y finalmente el Mont Blanc. “Fui mucho más rápido de lo que esperaba. Sólo conocía la parte desde la cima del Grand Pilier d’Angle a la cumbre, del año pasado cuando escalé Divine Providence. El resto de la ruta la escalaba por primera vez, pero esa es la manera en que quería hacerlo. Para mí, escalar vías a vista como este es más importante que estudiar cada metro de la ruta y después ir a por la ascensión con cronómetro. Escalar a vista te ofrece aventura real, no sólo logro deportivo”, concluye Lindic.
Las 16 horas de Ueli Steck
A diferencia de Lindic, el tiempo de Ueli Steck comenzó a contar desde el valle, esos mencionados 1.000 metros más abajo. Como no había estado nunca en la cara sur del Mont Blanc, hizo primero una exploración del terreno y dejó su mochila en la entrada de la arista sur de la Aiguille Noir con 60 metros de cuerda de 6 mm, el arnés, algunos ganchos, crampones, piolet y pies de gato, así como sus guantes, gorro, gafas de sol, chaqueta delgada, pantalones y chaqueta hardshell. “Para comer, cinco geles y cuatro barritas serían suficiente”.
Partió a las cuatro de la madrugada desde el camping y poco después de las cinco ya recogía su mochila tras haber recorrido los 1.000 metros de desnivel de la aproximación. Comenzó a escalar de noche y a disfrutar de un día de montaña seco y sin nubes a esas horas. Superó la Aiguille Noire y descendió hasta Les Dames Anglaises. “Fue bonito escalar solo. En una cordada es difícilmente posible asegurar razonablemente y siempre tienes que prestar atención a no tirar ninguna piedra. Estaba totalmente solo y podía ir a mi aire: mi ritmo, mi día. Fue genial. Para mí, esos días son los más bonitos: la montaña y yo”.
Camino de la Aiguille Blanche, superó a un par de cordadas efectuando amplios arcos para evitar la caída de piedras y una capa de nubes cubrió el cielo. En la cima sureste de la Aiguille Blanche se puso los crampones para continuar sobre la nieve y después rapelar hasta el Col de Peuterey. Allí, las nubes se transformaron en niebla, complicando su progresión hacia el Grand Pilier d’Angle. Aunque con dudas, encontró el camino de esta cima.
A las tres de la tarde pasaba por la cima del Mont Blanc du Courmayeur, ya por encima de la capa de nubes, y media hora más tarde alcanzaba la cumbre principal del Mont Blanc. Durante el descenso al Dome de Gouter se puso a correr con Chamonix lejos pero a la vista. Justo pasadas las ocho de la tarde, alcanzaba la iglesia de Les Houches, destino final de la aventura, 16 horas y 9 minutos después de haber salido del camping de Val Veny.
17: Comentario mediocre…Se repite con mucha frecuencia.
Actividad mediocre… Se repite con mucha frequencia
Genial ,todo lo que cuenta y mas por su sencillez ,,en lo referente a lo de ir solo y asi tener la montaña para ti ,,me es muy familiar esta sensacion en mis solitarios momentos de altura ( aunque no sean de escaladas tan dificiles )
IMPRESSIONANT. A part d’aixo em sembla estrany que aquesta bestia mauina trigui 30 minuts del Mont Blanc de Courmayeur al Mont Blanc. Salut i felicitats per l’alpinista
Menudo tio!! 16 rápeles desde la «Noir» con un cordino auxiliar de 6mm.!!
Para el 9, el comentario de Luco me parece acertado, aporta conocimiento. Y la noticia, con especial cuidado de destacar inicio/final y tiempo concreto, hace pensar que se trata de un record a superar… Y subirse a la Aguille Noire aunque solo sea en cordada de 3 y de paquete es todo un logro. Un saludo
Este Ueli es una estrella. Ha pasado pasado por la «integral» de manera fugaz..
Leo el artículo con mucha ilusión, y compartiendo la de Ueli, encantada de lo que nos cuenta y decido leer vuestros comentarios a ver que decís y me habeis fastidiado el momento.