Graham Zimmerman tenía los ojos puestos sobre la vertiente noroeste de la Kichatna Spire (2.738 m) desde 2005. En aquel entonces, Sean Isaac, Roger Strong y Rob Owens abrieron una nueva ruta en la cara noroeste del pico que termina en una repisa unos 200 metros por debajo de la cima, donde conecta con la arista este, que es la línea original de la primera ascensión de 1966.
En 2008, un inexperto Graham Zimmerman realizó su primer viaje a Alaska y su primer intento a la cara noroeste de la Kichatna Spire, con Ian Nicholson y Ryan O’Connell. Después de ascender un corredor en la parte derecha de la pared, fuertes rachas de viento los golpearon en el collado, motivando su renuncia.
Se prometió regresar, pero la ocasión ha tardado catorce años. Tras regresar de su intento a la arista oeste del K2 el pasado verano, se puso a revisar sus viejas notas en busca de objetivos de menor altitud y mayor técnica. “La cara noroeste de la Kichatna Spire fue una elección obvia”, apunta.
En 2022, un mucho más experimentado Graham Zimmerman, que incluso había ganado un Piolet d’Or en 2020 por su apertura en la cara suroeste del Link Sar, volvía a ir de camino al glaciar Cul-de-Sac y la cara noroeste de la Kichatna Spire. David Allfrey y Whit Magro eran ahora los compañeros de expedición. Fueron depositados a los pies de la aguja el 22 de mayo.
Expedición rápida
La meteorología parecía colaborar con el grupo, que no quiso perder tiempo. Lo justo para montar el CB y levantar los parapetos de hielo que lo protegerían en caso de tormenta, y a la pared. Mientras identificaban los riesgos potenciales y la línea de ataque, comenzaron a escalar los primeros dos largos, que dejaron equipados el 23 de mayo. Al día siguiente, remontaron las cuerdas fijas y escalaron otros tres largos, en los que también dejaron cuerdas fijas.
Dedicaron el 25 de mayo a descansar y preparar las mochilas y el material para el intento definitivo. Salieron hacia las 10:00 horas de la mañana siguiente y, tras remontar las cuerdas fijas, se afanaron en tres largos de artificial para alcanzar el muro superior. David Allfrey protagonizó el susto de la ascensión, con un vuelo de doce metros tras arrancar una protección.
Durante ocho largos, se las vieron con un terreno muy vertical o desplomado, hasta que la pared comenzó a perder inclinación. Whit Magro lideró a continuación seis largos en terreno mixto, hasta dar con un emplazamiento ideal en un nevero para tallar una repisa y vivaquear.
Por la mañana del 27 de mayo, Graham Zimmerman tomó el relevo e hizo de primero los cinco largos de mixto que los llevaron hasta la arista somital. Desde allí, todavía tuvieron que superar la aérea arista de dificultad moderada hasta la cima, a la que llegaron pasadas las 16:00 horas.
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