Se hace raro no ver a Gerlinde Kaltenbrunner y Ralf Dujmovits en el Himalaya en primavera. La austriaca, primera mujer con los catorce ochomiles sin oxígeno, y el alemán, también catorceochomilista, han cambiado esta vez las grandes montañas de Tibet y Nepal por la salvaje Alaska, donde han encontrado un reto a su medida. El desafío que se han marcado es escalar la exigente ruta Cassin al Denali (6.195 m) en el más puro estilo alpino.
Los dos alpinistas iniciaron su experiencia en Alaska a finales de abril. Antes de dirigirse a su objetivo principal, quisieron probarse un poco escalando en la zona. Su primer destino fue el Moose’s Tooth (3.150 m) y sus técnicas paredes de roca y hielo, donde tenían la intención de abrir algún nuevo itinerario.
Sin embargo, las condiciones no lo permitieron, tal como cuenta la propia Gerlinde en su blog: “El Moose’s Tooth no estaba en condiciones debido a las grandes cantidades de nieve fresca que había caído en la zona. En Alaska el invierno se ha alargado mucho este año y es bastante inestable. Estas circunstancias ocasionaron que levantáramos rápidamente el campamento en el campo base del Moose’s Tooth y lo cambiáramos en seguida por el campo base del Denali”.
Aclimatación en la vía normal
Una vez allí, Gerlinde Kaltenbrunner y Ralf Dujmovits utilizaron la ruta normal del West Buttress para aclimatar. De hecho, hicieron cumbre en los 6.195 metros el domingo 12 de mayo, en una jornada de tiempo perfecto, sin una sola nube en el cielo aunque con un frío intenso. Asesorados por su meteorólogo de cabecera Karl Gabl, tenían previsto desplazar estos días su campamento base hasta el pie de la arista Cassin y esperar a una mejoría del tiempo con la consiguiente subida de las temperaturas para lanzar su ataque en estilo alpino.
“La arista Cassin es nuestro verdadero objetivo”, explica la admirada alpinista austriaca en su blog, donde precisa que su intención es “subir en estilo alpino llevando nosotros lo mínimo imprescindible y el material de vivac. Hielo y roca se combinan sobre este pilar central de la pared sur, casi tres mil metros de altura desde el campo base hasta la cima oeste, el Kahiltna Horn (6.136 m)”.
Clásica entre las clásicas
La arista Cassin es una visionaria ruta abierta en 1961 por Ricardo Cassin y sus compañeros de expedición Jack Canali, Gigi Alippi, Romano Perego, Luigi Airoldi y Annibale Zucchi. Aunque hoy en día no es la ruta más difícil del macizo en cuanto a dificultad técnica se refiere, continúa siendo uno de los desafíos más duros del McKinley. “La combinación de hielo, terreno mixto, verticalidad, altitud, peligrosas condiciones meteorológicas, ausencia de comunicaciones, difícil retirada y desconcertante navegación durante casi 3.000 metros la convierten en la piedra de toque que es”, se puede leer en la descripción del itinerario de Summitpost.org. A estas dificultades, se podría añadir perfectamente una larga y difícil aproximación.
A pesar de todos los obstáculos y penurias, el premio final de realizar una de las vías más clásicas del alpinismo en Norteamérica bien merece la pena. Y este año, si cabe, todavía más, ya que la escalada puede servir también para celebrar el centenario de la primera ascensión a la cima principal del Denali, realizada el 7 de junio de 1913 por Walter Harper, en una expedición liderada por Hudson stuck y Harry Karstens.