Darío Barrio, Álex Txikon y Patrick Gisasola han batido este jueves 10 de enero el récord de España de salto BASE a mayor altura desde una montaña, al saltar desde la cota 3.200 m en el Pico Veleta (Sierra Nevada). El trío de saltadores ha superado así el registro anterior, que estaba situado en los 2.300 m del Picu Urriellu (Picos de Europa).

Historia de un salto
El Veleta (3.395 m) es la cuarta cumbre más alta de España, sólo superada por Teide, Mulhacén y Aneto. El paracaidista y saltador BASE Armando del Rey, promotor de este salto, encomendó tiempo atrás al parapentista granadino Ramón Morillas la tarea de encontrar una salida elevada para un salto en Sierra Nevada. Morillas inspeccionó detenidamente a bordo de su paramotor las paredes más altas del macizo hasta que dio con lo que parecía un lugar mínimamente adecuado para un salto BASE.
Inmediatamente, el equipo formado por Armando del Rey, Darío Barrio, Carlos Suárez, Álex Txikon y Patrick Gisasola se puso en marcha para planear un salto que, según parece, empezaba a tener otros pretendientes. En un primer momento, se trabajó con la idea de realizarlo durante el fin de semana del 12 y 13 de enero, aunque las previsiones meteorológicas adversas recomendaron adelantarlo hasta este jueves 10 de enero. Cuestiones profesionales impedían finalmente que Carlos Suárez y Armando del Rey participaran del salto.
Día perfecto
El equipo de saltadores ha contado con la inestimable ayuda de un amplio grupo de personas, entre los que destacan el propio Ramon Morillas, así como el escalador local Gonzalo Muñoz y el doctor Carlos Martínez, para afinar la logística del salto y de la filmación del mismo. La ‘expedición’ se ponía en marcha a primera hora de la mañana para realizar la ascensión invernal del Veleta, llegando a la cumbre hacia las diez y media. “Nos hemos encontrado un paisaje precioso, con todo nevado”, apuntaba Darío Barrio, que valoraba más la belleza del entorno y la emoción de un salto nuevo que el hecho de que fuera el de la salida más elevada del país.
Unos metros por debajo de la cima, el acceso hasta la pequeña repisa sobre un desplome localizada por Ramón Morillas exigía un rápel de unos 50 metros. “Hemos pasado un poco de miedo”, reconocía Álex Txikon, principalmente “porque era un salto nuevo, por los accesos, el rápel, la pequeña repisa, el viento el frío, la densidad del aire… había tensión y podemos decir que ha sido más duro psicológicamente que técnicamente”.
Darío Barrio ha rapelado inicialmente sin equipo y con los crampones para estudiar la salida. “El salto era clarísimo, con unos 135 metros hasta el impacto”, explica él mismo. De todos modos, la repisa era “tan pequeña como una caja de zapatos”, matiza Álex Txikon, y no permitía que los tres saltadores permanecieran en ella al mismo tiempo. El rápel, eso sí, contribuía a proteger del viento de cola a los saltadores.
Bautizada como Compae
De nuevo, el cocinero y saltador Darío Barrio ha sido el primero en rapelar otra vez hasta la repisa, esta vez ya sin crampones y con el paracaídas a cuestas. Ha esperado hasta que Álex Txikon bajara a su nivel y que Ramón Morillas estuviera en posición con su paramotor para grabar la acción y ha saltado realizando una voltereta hacia atrás, lo que en argot de BASE se denomina un ‘gainer’. Posteriormente, le seguía Txikon, con un salto más seguro, y finalmente Patrick Gisasola, quien rectificaba a la perfección una salida algo desviada. En total, dos o tres segundos de caída antes de abrir el paracaídas y aterrizar sobre la nieve de la base de la pared, a una cota de unos 3.000 metros.
“He bautizado la nueva salida como Compae”, informaba Darío Barrio, “que es el apodo que le damos a Ramón Morillas, como agradecimiento y homenaje por haber localizado el salto”. Según el propio Barrio, “en verano este salto sería mucho más complejo, puesto que el aterrizaje que ahora ha sido sobre la nieve sería sobre una zona de piedras… además que el paisaje no sería tan bonito”.