
Varias horas de escalada para un minuto de descenso. Es lo que tardó el americano Dean Potter en volver a pisar el glaciar después de escalar el Pilar este de El Mocho (1.953 m) junto a su compañera de cuerda, y esposa, Steph Davis, que tuvo que rapelar en solitario la aguja, ascendida por la primera vía del 78 (Bridwell-Staszewski, 500m, 5.10).
Aunque sí las más espectacular (y eso que el planeado salto en el Torre fue inviable por las condiciones), no fue la única actividad del matrimonio en un benévolo verano austral, meteorológicamente hablando. Antes escalaron primero el Cerro Stanhardt por la que podría ser nueva vía junto a la ya existente Motivaciones Mixtas de su cara este.
Después le llegó el turno a la Torre Egger, pero el primer intento no llegó arriba, cuando estaban apenas a medio largo de cuerda de la cima; el hongo de nieve somital estaba medio desintegrado debido a las excepcionales (por elevadas e inhabituales) temperaturas que caldearon demasiado la ascensión. Con el acostumbrado frío de regreso, Potter y Davis volvieron a la carga firmando un excelente ascenso de 23 horas por la vía Titanic del 87 (cara este), posiblemente la primera en el día a la Egger, y también la primera femenina para Steph.
Primera travesía Standhardt-Egger

Sin movernos del grupo del Torre, turno del alemán Thomas Huber quien junto a un alpinista suizo lograba hilar las cimas del Cerro Standhardt, Punta Herron y Torre Egger, para la primera realización de una travesía que le costó dos intentos ante las malas condiciones en las que se encontraba el hongo de nieve de ésta ultima cima, por el excesivo calor. Tuvieron que volver sobre sus pasos en la punta Herron, ya que en el primer tirón el acceso a cima de la Egger estaba impracticable.
Como antecedente queda ya la travesía de Ermanno Salvaterra, Adriano Cavallaro y Ferruccio Vidi del 26 al 29 de noviembre del 91, cuando conectaron la Standhardt con la punta Herron.
A su paso por ésta última, Thomas Huber comenzó a tener dudas sobre su primera ascensión absoluta a cargo de De Dona y Giongo (15-3-1980), dudas que el propio Salvaterra ya tenía tras conocer y estudiar los relatos de dicha actividad, en la que el binomio italiano aseguraba haber firmado la primera cuando bajaban de la Torre Egger, buscando una opción más segura de descenso que su propia vía de ascensión. Para Salvaterra, Cavallaro y Vidi fue la segunda (cuando culminaban su ya citada travesía), o quizá primera, según se desvelen las dudas de los que han pasado por allí después…
Variante al Compresor del Torre

Mientras, en el Cerro Torre el permisivo clima de este año ha permitido también la apertura en estilo alpino de una nueva variante de entrada a la Vía del Compresor, por los eslovenos Andrej Grmovsek y Silvo Karo. Escalando desde abajo, y con el material, algo de comida y agua como único equipaje, emplearon 11 horas en llegar al Collado de la Conquista (punto de arranque habitual de la vía), cuando el resto de cordadas regresaban, casi cayendo la noche, de la cima. De camino, escalando sobre la cuerda de la Torre de la Media Luna y Torre Pereyra, coronando varias puntas todavía vírgenes.
A las cinco de la madrugada volvían a ponerse en movimiento, escalando con mucho frío y en plena oscuridad para coronar el Cerro Torre a las 10:30 h de la mañana, con un día perfectamente despejado que culminaba inmejorablemente sus 28 horas de escalada. Para redondear su apertura, el binomio esloveno sumaba la segunda ascensión de la vía italiana a la sureste de la Aguja Poicenot, y repetían Claro de Luna en la St. Exupery y la Anglo-americana a la Aguja Rafael
Fuentes: climbing.com, E. Salvaterra y R. Garibotti