Estaba previsto que el próximo lunes, 17 de agosto, los aviones volvieran a surcar los cielos de Nepal, tanto en vuelos domésticos como internacionales. Las operaciones aéreas fueron canceladas en el país asiático desde el mes de marzo y el gobierno había anunciado su reinicio, con vistas a poder salvar la temporada de expediciones de trekking y alpinismo del otoño. Sin embargo, el repunte de casos de coronavirus ha motivado este aplazamiento que, en principio, debería durar hasta el 31 de agosto, aunque no está descartado que vaya incluso más allá en el tiempo.

Situación del coronavirus
Nepal no ha sido uno de los países más afectados por la pandemia. Registró su primer caso a finales de marzo, pero lo cierto es que hasta el mes de junio no experimentó una oleada generalizada del virus. A lo largo de julio, los datos fueron mejorando y su curva de infectados se aplanó, ofreciendo esperanzas al maltrecho sector turístico. Fue cuando el gobierno anunció sus planes para la reapertura de agosto.
No obstante, el mes de agosto ha llegado con un importante repunte de casos y, lo que es más preocupante, ha registrado la peores cifras de casos graves y fallecimientos. Las muertes diarias por Covid-19 en el país son ahora más numerosas que en cualquier momento anterior de la pandemia. Si bien es cierto que los números absolutos se mantienen modestos: a lo largo de todo el episodio se vienen dando 820 casos confirmados y 3 fallecidos por cada millón de habitantes, muy lejos de los países más afectados de Asia y todavía más lejos de los números de España: casi 8.000 casos y más de 600 muertes por cada millón de habitantes.
Temporada de otoño en peligro
Así las cosas, el gobierno de Nepal no ha dudado en aplazar la llegada de turistas extranjeros, tanto por vía aérea como terrestre, manteniendo el cierre de los aeropuertos y de los transportes comunitarios de larga distancia por carretera. Eso cuando algunas compañías y agencias ya habían iniciado la comercialización de billetes y se hablaba de nutridas expediciones para el Manaslu e incluso el Cho Oyu, Everest y otras montañas.
Sin embargo, las autoridades nepalíes no habían despejado todavía una de las incógnitas máss acuciantes para que el turismo pueda planificar su regreso masivo. Se trata de la cuarentena, de la que se ha hablado mucho y que podría exigir que cualquier extranjero que viajara a Nepal tuviera que aislarse en una habitación de hotel durante un período de entre siete y catorce días tras su llegada.
Primeros extranjeros en Pakistán
Mientras eso sucede en Nepal, las cosas son diferentes en Pakistán. En lo que se refiere a la incidencia del coronavirus, el país ha sido mucho más afectado por la pandemia que su vecino del Himalaya, pero la famosa curva mantiene su tendencia a aplanarse desde que llegó a su máximo a finales de junio.
En este contexto, el gobierno pakistaní abrió oficialmente sus fronteras al turismo internacional el pasado sábado y las primeras expediciones ya están en Islamabad. Cuando parecía que los únicos que iban a intentar alguna montaña de altura relevante iban a ser los alpinistas locales que se han marcado el pico Rakhiot como objetivo, ya hay un grupo liderado por el guía alemán Felix Berg en el país. De momento no han desvelado sus planes, aunque sí han anunciado que su destino va a ser el Karakórum.
Ya se que la lengua está contaminada por la informática, pero las cosas solo se pueden iniciar una vez, después se reanudan no se reinician.