Marc Batard lleva ya cuatro años preparándose para su último gran desafío en las montañas. El otro era conocido como Sprinter del Everest tras subir en 22h30’ en 1988, está decidido a volver a escalar el techo del mundo sin oxígeno el año de su 70 cumpleaños (2022). El camino se ha revelado lleno de obstáculos inesperados, tristes y dramáticos, pero no por ello va a tirar la toalla. Esta primavera intentará el Annapurna (8.091 m).
Retraso pandémico
En realidad, el Annapurna era el plan de Marc Batard para la primavera de 2020. Un ochomil bajo para recuperar aquellas sensaciones hipóxicas y acostumbrar de nuevo su cuerpo a la altura extrema. Para el otoño de 2020, había previsto ganar algunos metros más regresando al Cho Oyu (8.188 m), que ascendió en apenas 19 horas aquel mismo 1988. Y el plan inicial incluía el Makalu (8.485 m) para esta primavera de 2021… un Makalu, por cierto, que ascendió por el Pilar Oeste en 18 horas hace 33 años.
Sin embargo, la pandemia de coronavirus ha dado al traste con todas las previsiones y los planes. Marc Batard no pudo llevar a cabo ninguna de las expediciones previstas para el año pasado y ahora recupera el plan con un año de retraso y a solo un año de su objetivo final.
Tragedia en el K2 invernal
Marc Batard sabe mejor que nadie la enorme dificultad de la empresa que se ha marcado. Ascender al Everest sin oxígeno está al alcance de muy pocos alpinistas cada año y solamente los que acreditan una forma excepcional tienen opciones. Él ha querido rodearse de buenos compañeros para ello, un nepalí como Pasang Nuru Sherpa y un pakistaní como Ali Sadpara.
Este invierno, Marc Batard fue a visitar a su amigo Ali Sadpara al campo base del K2. Durante los diez días que permaneció allí, coincidió con el ataque a cima de los diez nepalíes que lograron la primera invernal de la montaña. Regresó a la civilización el mismo día que ellos y, a pocos días de su llegada a Francia, se enteró de la desaparición de su compañero de cordada.
Al Annapurna con la agencia de Nims… ¿y con Sajid Ali?
La agencia de Nirmal Purja proveerá la logística de Marc Batard en el Annapurna. El francés y el nepalí se conocen desde hace tiempo. Ambos coincidieron en el Aconcagua y también, de nuevo, en el K2 invernal.
Además, Marc Batard le ha ofrecido a Sajid Ali que ocupe la plaza de su padre en toda la planificación de su proyecto, tanto en el Annapurna esta primavera como en el Everest el próximo año.
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