BAJA AL CAMPO BASE

Jost Kobusch se retira del Everest invernal

El alpinista alemán considera que ya no tiene tiempo de intentar la cumbre y se da por satisfecho tras haber ascendido hasta los 7.360 m sobre el Hombro Oeste. Ya está cerca del campo base.

Jost Kobusch en el Hombro Oeste del Everest invernal 2020
Jost Kobusch en el Hombro Oeste del Everest invernal 2020
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La aventura en solitario de Jost Kobusch en la arista oeste del Everest invernal está a punto de llegar a su fin. El alpinista alemán, que alcanzó el lunes su cota máxima en toda la expedición, tras escalar el Hombro Oeste y llegar a los 7.360 metros se halla a estas horas muy cerca de regresar al campo base, tras haber descendido hoy desde el collado Lho La.


La copiosa nevada que ha afectado estos días al Everest, unida a los problemas físicos que arrastra Jost Kobusch han motivado su decisión. Durante su descenso, sufrió una pequeña avalancha sin consecuencias y se vio obligado a buscar un refugio improvisado al ser incapaz de encontrar su campo 1, enterrado por la nieve.

Este es el mensaje que él mismo escribía ayer para sus seguidores en las redes sociales, explicando la situación:

He alcanzado mi objetivo. Había planeado llegar a los 7.200 m de nuevo en esta ascensión y he llegado a los 7.360 m. Me sentí genial allí arriba e hice algunas fotos. Incluso podría haber continuado, parecía que el tiempo aguantaba, pero mi intuición me dijo: “para; si quisieras ir a por la cumbre tendrías que haber llegado como mínimo a 7.500 m u 8.000 m antes y haber descendido nuevamente”. ¡Lo siento! Este invierno ya no habría sido posible hacer esto a tiempo y luego meterme en la larga cresta no me convenció (especialmente porque mi distensión de ligamentos en el pie y mis problemas estomacales reducen significativamente el margen de seguridad y siempre pueden surgir sorpresas).

Salí el 25/02/2020 de mi campo 2, que instalé a 6.850 m cuando comenzó la nevada. Bajo estas condiciones, el Hombro Oeste está expuesto a avalanchas y en un rápel me cayó una. Afortunadamente, iba encordado y asegurado, de modo que fue más bien como una experiencia de aguas bravas. Lo más peligroso hubiera sido ser arrastrado y volar por todo el Hombro.

Como la batería de mi GPS se había agotado, no pude encontrar por la noche mi campo 1, debido a las nevadas. Entonces, como en la vieja escuela, solo pude abrir mi tienda allí donde estaba, que sinceramente no tenía ni idea de dónde era en medio del glaciar.

Por la noche, nevó mucho y las condiciones empeoraron, así que tomé la decisión correcta de quedarme todo el día. Echar un vistazo, buscar mi campo 1 y el 27/02/2020 descender con mis cosas al campo base.


 

 

 

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