“Será como es cualquier expedición a un ochomil actualmente”. Así resume Sergi Mingote las condiciones que, a su parecer, se vivirán en el K2 este invierno. Una campaña donde se concentrarán más alpinistas que nunca (al menos 64 personas tienen permiso para ir más allá del CB) y que reunirá cuatro expediciones diferenciadas y un sinfín de iniciativas diferentes, algunas casi antagónicas.
El alpinista catalán, que asumirá la responsabilidad de coliderar el trabajo en la montaña del grupo de Seven Summit Treks (58 personas en su permiso de ascensión, 29 de ellas sherpas nepalíes), distingue entre los muy diversos perfiles de expedicionarios que habrá y asigna roles diferentes para cada uno de ellos. “Al final, tenemos que diferenciar entre quienes colaborarán en el trabajo en la ruta y quienes irán a rebufo, como siempre ocurre en todas las expediciones a cualquier ochomil hoy en día”.
Respecto al hecho de que haya varias expediciones en la montaña, Sergi Mingote no lo ve como un problema en sí mismo: “Siempre suelen coincidir varias expediciones en los ochomiles, y no tiene sentido que cada una trabaje por su cuenta si van todas por la misma ruta; lo normal es que se hable y se lleve a cabo un trabajo coordinado”.
Igualmente sucede con el tema del oxígeno embotellado. “Antes quizás era de otra manera, pero actualmente somos una minoría quienes vamos a los ochomiles sin oxígeno, y nos conocemos todos. Ir con oxígeno suplementario modifica totalmente el juego, pero cada uno puede hacer lo que quiera. Al final, habrá gente en la montaña usando oxígeno y es respetable, pero quien suba sin oxígeno tendrá todo el crédito de haberlo hecho sin oxígeno. No hay dudas al respecto: a pesar de que algunas cuerdas fijas se instalen usando oxígeno y puedas compartir la ruta con otros que lo lleven, cuando tú subes sin oxígeno eso no cuenta, tu esfuerzo es el mismo. Se trata, eso sí, de ser honesto y contar siempre la verdad”.
John Snorri y Ali Sadpara se adelantan
No parece que vaya a ser fácil conjugar todos los intereses que se encontrarán en el K2 este invierno. De momento, ya hay una expedición que se halla en pleno trekking del Baltoro y que planea alcanzar el campo base ya durante el fin de semana. Eso es con más de dos semanas de antelación respecto al inicio del invierno astronómico, lo que conducirá a que no sea reconocida unánimemente como una expedición totalmente invernal.
Se trata del islandés John Snorri, que viaja acompañado por Muhammad Ali Sadpara y su hijo Sajid Ali Sadpara. Hoy acampan en Urdukas (4.200 m) y su plan es comenzar a trabajar en la ruta tan pronto como sea posible, hacia el 8 de diciembre. Según ha manifestado John Snorri, tienen la esperanza de progresar con rapidez y alcanzar la cima el 31 de diciembre. Llevarán oxígeno suplementario, a tenor de las fotografías publicadas por el alpinista islandés de su material.
Sherpas, guías, trabajadores, los de cima…
Dejando de lado a los outsiders John Snorri y Ali Sadpara, no se espera que el resto de expediciones lleguen al campo base (5.000 m) hasta finales de diciembre, ya con el invierno instalado en el calendario. Una vez allí, cada uno asumirá su rol, dentro del abanico de posibilidades que siempre se ven representadas en los ochomiles en otras épocas del año:
Por un lado, habrá sherpas especializados en equipar la ruta, fijando cuerdas y asegurando los tramos más expuestos. Usarán sin duda oxígeno embotellado.
Este contingente recibirá la ayuda de algunos alpinistas internacionales cuyo objetivo es ascender lo más alto posible en el K2 invernal y, eventualmente, realizar un ataque a cumbre. En este grupo se encontrarán Sergi Mingote, Juan Pablo Mohr, Atanas Skatov, Waldemar Kowalewski, Mattia Conte y otros alpinistas que todavía no han anunciado su participación en la expedición. La mayoría de ellos, deportistas de alto nivel y algunos profesionales, lo intentarán sin usar oxígeno suplementario.
Paralelamente, habrá un grupo de personas que se podrían identificar como clientes de una expedición comercial. Montañeros que seguirán las órdenes y el liderazgo de sus guías, que estarán asistidos por sherpas personales y que solamente progresarán por tramos completamente equipados de la ruta.
Finalmente, hay que considerar a un último grupo, sherpas personales y guías, cuya función será hacerse cargo de los clientes de la expedición y acompañarlos en sus salidas, tanto en el ascenso como en el descenso. Usarán oxígeno embotellado y no intentarán la cima a menos que sus clientes también lo hagan. Entre ellos, figuran grandes profesionales como Arnold Coster.
El encaje de Nirmal Purja y Mingma Gyalje Sherpa
Está claro que los 58 miembros de la expedición de Seven Summit Treks asumirá su papel con naturalidad, pero ¿qué sucederá con los integrantes de las otras expediciones? Todo apunta a que Nirmal Purja tendrá un estatus autónomo dentro del grupo de Seven Summit Treks. En este sentido, nadie duda de que colabore en el trabajo en la montaña y, llegado el caso, forme parte de la cordada que intente la cima. No ha dado detalles sobre sus planes ni se sabe si irá con oxígeno suplementario o sin él.
Por su parte, Mingma Gyalje Sherpa debería tener un rol parecido, aunque sin una vinculación tan estrecha con Seven Summit Treks, puesto que dependerá de su propia agencia (Imagine Nepal). El fuerte alpinista nepalí y líder de expedición ha asegurado que intentará el K2 invernal sin oxígeno suplementario. No está claro el papel de sus sherpas, Dawa Tenzing y Kili Pemba.
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