Reza el dicho que cuando algo empieza mal, acaba mal. Así que antes de que se pudiera llegar a ese punto, los británicos Nick Bullock y Matt Helliker han tomado la decisión de dar marcha atrás y aplazar su intento de ascender el Annapurna III (7.555 m) en estilo alpino por la arista SE, un itinerario que todavía no ha completado nadie. “El problema con las expediciones es que nunca puedes decir cómo puede fallar todo”, se lamentaba Nick Bullock, quien reflexionaba que “es la belleza y el sufrimiento, la agonía y el éxtasis, es afrontar los momentos buenos y los momentos malos… si fuera fácil, todo el mundo lo haría”. La expedición de esta primavera salió torcida desde el principio, con la retirada de Jon Bracey diez días antes de que partiera la expedición. Posteriormente, la nube de cenizas del volcán islandés dificultó el viaje, con el retraso de varios miembros de la expedición y material. Pero el obstáculo definitivo para la expedición llegó pocos días atrás, durante el trekking de aproximación. Al cuarto día de marcha, los dos alpinistas y su grupo de porteadores se encontraron ante un corredor de hielo de 50 metros con una constante lluvia de las inestables rocas de la parte superior. “Las posibilidades de superar el paso a salvo eran mínimas; las posibilidades de superarlo con una carga de 25 kilos eran imposibles”, señala Bullock. Tras valorar la situación en detalle, y comprobar que después todavía tenían que enfrentarse a una técnica cresta que les llevaría hasta un collado cubierto de nieve a 4.400 metros, tomaron la decisión de volver a Pokhara y Katmandú. En cualquier caso, los británicos siguen resueltos a enfrentarse a la arista SE del Annapurna III, ya en otoño. Para entonces, tienen previsto realizar la aproximación hasta el campo base en helicóptero. Fuentes: Nick Bullock, Kairn
