CONFERENCIA

Luis Fraga, la montaña no es sólo un deporte

Bilbaíno de nacimiento, pero miembro de la escuela madrileña y la revolucionaria generación de los 80.

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Luis Fraga, la montaña no es sólo un deporte ~ Archivo DesnivelLuis Fraga, la montaña no es sólo un deporte
Archivo Desnivel

LuisFraga no entiende la montaña como un deporte, y se rebela contra aquellosque opinan de esta manera. «Va mucho más allá». Lo dice uno de loshombres que ha situado el montañismo español a una altura que hace pocos añostodavía era inalcanzable. Quizá por el sentimiento de complejidad que haacompañado históricamente al montañismo español, quizá por el momento quele ha tocado vivir, Fraga marcó junto a los Aguado, Lupión, Cobos, etcétera,una auténtica revolución en la forma de entender la montaña.

Y la Librería Desnivel tuvo el privilegio de contar con su presencia dentrodel Ciclo deEscaladores Madrileños, que cuenta semanalmente con la colaboración deDeporte y montaña. Pudimos ver a un hombre que ha madurado con la montaña yque ha conocido la cara y la cruz de ésta, y que ha aportado al elenco depredecesores en estas jornadas (desde FélixMéndez y CarlosSoria, hasta Paco Aguado y Juan Lupión) su afán de superación, una nuevamanera de entender el alpinismo y una tremenda audacia y desparpajo hastaentonces desconocido.

Tiempos de cambio

Luis en la cima del Aconcagua junto Miguel A. Vidal y Ángel Vedo - Foto: Col. Miguel A. VidalLuis en la cima del Aconcagua junto Miguel A. Vidal y Ángel Vedo – Foto: Col. Miguel A. Vidal

Su generación, nos confesó, es producto de las vicisitudes que elpensamiento moderno está atravesando a finales de los 70, Es entonces cuando seempieza a romper moldes en Europa, se avanza a pasos agigantados. La mentalidadmoderna está siendo invadida por la mentalidad de la técnica, y el elementodeportivo empieza a cobrar cada vez mayor importancia. Ya no se discute acercade escalar, sino de cómo escalar.

En medio de este clima de cambio, se hace notar un grupo de jóvenes con LuisFraga al frente, que quieren reivindicar el papel del montañismo español en elpanorama internacional, logrando que se empiece a tener en cuenta al alpinismoibérico cuando se hable de montaña. Pero el camino hasta lograr estereconocimiento no fue fácil. Hubo momentos duros, de dudas. Sólo la fuerza dela superación y las ganas que tenía esa generación por hacer cosasimportantes echaron por tierra cualquier síntoma de abandono. La adversidad,reveló Luis, era un incentivo para ellos. «En aquellos años, los mejoresde mi vida, encaraba la montaña con un puñal de hielo, un piolet y atado a unacuerda- Con un equipo de los años 60. Recuerdo aquel tiempo con mucha ilusión,la idea de los desconocido te hacía estar más alerta y el corazón sedisparaba».

Primeras nacionales y grandes clásicas

Cuarto día de aproximación al Nanga Parbat en 1998 - Foto: José I. GorditoCuarto día de aproximación al Nanga Parbat en 1998 – Foto: José I. Gordito

De esbozar brevemente los «grandes éxitos» de Luis se encargó subuen amigo CésarPérez de Tudela, para quien » Fraga se dio a conocer con su ascensiónal espolón noroeste de los Droites, y algunos años después con su muro norte,en esa mágica zona de caras norte que conforma el macizo del Mont Blanc, quetambién incluye las Courtes, que Luis también escalará más adelante».Después llegó la primera española del conocido Corredor del Diamante delMonte Kenia, «hasta entonces prohibido para españoles», su arduabatalla junto a Reinhard Karl en la Supercanaleta del Fitz Roy (Patagonia),o su fallido intento de abrir ruta en el Nanga Parbat, sacrificado por salvarlela vida el francés PatrickBerhault, cuando parecían tener la cima a tiro.

Cuenta también con grandes clásicas en su currículum: la fisura Allain enla norte del Dru, la Walker, el Pic Badile, la Oeste del Narajo, el Espolón delos Franceses al Aconcagua. Una trayectoria rematada con su cima en el Nanga en1998 con JoséIsidro Gordito, o su reciente intentoal K2 por la Cesen del pasado verano.

La edad de oro

Luis junto a Jordi Corominas, Jordi Tosas Mikel Zabalza y Miguel A. Vidal en el K2 el pasado verano. - Foto: Exp. Española K2Luis junto a Jordi Corominas, Jordi Tosas Mikel Zabalza y Miguel A. Vidal en el K2 el pasado verano. – Foto: Exp. Española K2

Luis hizo un repaso de toda su generación de deportistas, su homenajeparticular para todos ellos: «algunos han quedado en el olvido, otrosmurieron, otros quedaron incapacitados de por vida…Una generación que tienesu paralelo en otros lugares de Europa». Se acordó de PacoAguado, al que conoció con 16 años escalando en la fisura norte delAdela?????, y quien «supo llevar más lejos los listones hasta entoncestrazados por el alpinismo». De MiguelÁngel Vidal (compañero en el Aconcagua y recientemente en el K2), yAntonio Trabado, «importantísimo en aquella generación» de quienesfue la idea de ir al Nanga de 1990. Al final ninguno pudo ir. «Antonio fueun montañero que empezó a plantearse objetivos extraalpinos. Quien lanzó laidea de ir más allá de lo Alpes, y de ahí surgió el Nanga».

Y de otros cono Santiago Hernández, compañero de Luis en la Vía de losSuizos de la norte de las Courtes. Guirles,o JuanLupión, con el que intentó sin éxito la norte de las Droites.»Cuando habíamos hecho más de la mitad de la pared, Juan tuvo un problemade salud y aquella bajada fue terrible, con muchísimos rápeles». Despuésquedó incapacitado de por vida por una accidente.

Muchos amigos

Luis tras montar las tiendas del C1 en la ruta Cesen del K2 - Foto: Exp. Española K2Luis tras montar las tiendas del C1 en la ruta Cesen del K2 – Foto: Exp. Española K2

Luis quiso «rescatar del olvido» a Luis Barbero (padre del mutante PablitoBarbero), «uno de los primeros que empezó, como se conocía entonces,a forzar en libre, escalando con bota dura. Uno de los escaladores más finos ygeniales que he conocido en mi vida. Y recuerdo especialmente una vía queabrimos en el Capucin». Quiso homenajear brevemente a dos «grandesamigos», Manuel López y Luis Puicercús, fallecidos en el Cordier unasemana después de que escalaran juntos a la Gréloz-Roch de la norte delTriolet. Y se acordó, como no, de ManoloMartínez Musgaño.

Del País Vasco, Luis quiso acordarse de Zulú,y de JoséCarlos Tamayo, al que Luis conoció después de escalar el Naranjo, y delque destaca su avanzada forma de ver las cosas -«fue quien mejor supoentender lo que estaba sucediendo en aquellos años»-, así como de Félixde Pablos, «otro alpinista importante de aquella generación que murió enel Aconcagua». Y así hasta completar una larga lista de nombres queescribieron con letras de oro algunos de los capítulos más gloriosos delalpinismo nacional.

La generación de Fraga no llega a su fin. Ni mucho menos. Todavía les quedamucho por escalar, pero ya tienen au aprender a convivir con una nueva hornadade jóvenes escaladores que empiezan a abrirse paso con fuerza, y que se miranen Fraga y compañía como referente y modelo a seguir. Al igual que Luis tuvoen su día como referentes a los César Pérez de Tudela, Carlos Soria, GerardoBlázquez y un larguísimo etcétera, ahora es él quien sirve de espejo paramuchos jóvenes que aspiran a recuperar el valioso legado que durante años seha dedicado a construir.

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