Marc en su Sprint final (8a+), en Montserrat.- Foto: col. M. Jiménez«Si tuviera 20 años menos estaría enamorada sin remedio…» ora un comentario en la página web de Marc Jiménez, quien a sus 12 años no solo levanta pasiones sino que va dejando escalones atrás pero a la velocidad de un ascensor. Si en enero, el catalán se hacía con su primer octavo grado; Somni diabólic, en L´Agulla del Senglar de Montserrat, ahora se supera añadiendo un plus a su libreta: Sprint final (8a+), también en L´Agulla del Senglar, ha sido la nueva víctima de este octavogradista imberbe.
Buena parte de la culpa la ha vuelto a tener su entrenador, David Macía, quien le comentó a Marc que podría intentar la línea con opciones para este abril, lo que para Marc, como niño y escalador, se transformó en una necesidad. «Para cumplir este objetivo y principalmente como preparación para la Copa de España Juvenil 2009, vinieron dos meses de mucho plafón y poca roca, y con una escarlatina de por medio que lo tuvo unos cuantos días en la cama con fiebre. Ya a finales de Marzo empezó a notar la compensación del entreno».
La pasada semana, Marc volvía a L´Agulla donde encontraba a Joseba Larrainzar y a Raquel Hernández, la última probando la misma Sprint final, una línea que tradicionalmente se le ha dado bien a las chicas, como Ángela Riba o Mónica Martínez quienes se estrenaban con ella en el 8a+. «Este encuentro fue muy positivo para Marc pues viendo escalar a Raquel (que encadenó al día siguiente) descubrió otra manera de resolver dos secuencias que a él le salían in extremis», explica su padre, Tolo. «Con estos cambios en la cabeza le dio un pegue llegando a chapar la última cinta y cuando parecía que ya tenía el encadene en el bolsillo, un resbalón de un pie lo dejó con la miel en los labios».
Marc rozaba el 8a+ con los dedos, y como suele pasar cuando estas a punto de lograr algo, toca esperar. Llovió, todo el fin de semana, y el joven catalán tendría que aguardar a este lunes, su último día de vacaciones. Marca despertó a su padre, ya listo para un último intento en L´Agulla. «Por el camino lo encontré algo nervioso: «Tranquilo Marc si no sale no pasa nada… el jueves llegaste muy arriba y tienes el encadene en tus brazos». A lo que Marc respondió: «No está en los brazos… lo tengo en la cabeza».
En Montserrat les esperaba un día perfecto, de sol y brisa fresca. Sprint final caía en el primer intento serio del día tras un poco de calentamiento. Un portento, vamos… en la roca. «A todo esto hay que añadir una pequeña pega. No se cómo se lo ha montado Marc, pero en la última evaluación de Educación Física ha sacado un 2. O sea que de deberes tendrá que hacer más tracciones… digo yo».
