Aprovechamos que nos han llegado algunas imágenes de la escalada para publicar esta apertura que, durante los días 30 y 31 de julio, concluyeron los escaladores navarros Ekaitz Maiz y Antton Zabala, y, el 27 de agosto, Ekaitz consiguió encadenar.
La ruta, Agur eta ohore (300 m, 8a) se encuentra a la izquierda de Woodpecker, en la cara norte de la oscura Torre de Marboré, y sigue la tónica de su vecina: escalada en placa, dificultad y protecciones fijas.
Ekaitz nos comenta que acometió la apertura sin progresar en artificial; siempre en libre y parándose sobre uñas para instalar los anclajes, al más puro estilo Beat Kammerlander en rutas ya míticas como Silbergeier o Historia interminable, ambas en el temido Ratikon (Suiza): “La roca es buenísima, pero no da mucho juego para las uñas”, nos cuenta Ekaitz. “Suelo llevar tres, de distintos tamaños, y me voy apañando. Escalo con la máquina a cuestas, una Makita de 14V, los tacos, la maza, las chapas y la llave; ir con una cuerda auxiliar y recuperar el material para equipar me parece más lío. Tenía previsto proteger tramos con friends y empotradores, pero es imposible, no entran en ningún sitio”. La cordada instaló parabolts de 10 mm y reuniones rapelables, aunque “en el caso de tener que rapelar desde la R6 o R7 es mejor hacerlo por la vecina Woodpecker”, avisa Ekaitz.
“Sobre la vía, destacaría la calidad de la roca y que la dificultad es bastante mantenida en los largos. Aunque predomina la escalada de placa, la vía pasa por numerosos desplomes y techos”. Y respecto al equipamiento, “sin ponerle grado obligado, diría que ‘hay que escalar’…”.
—Pero, Ekaitz, ¿qué distancias hay entre seguros?
—Lo mejor es que le preguntes a Juan Vallejo, que hizo la primera repetición con José Mari Iraola…