Iba a esperar. No se, a mediados de semana. Pensaba hacer la crónica rotpunktera cuando el margen de tiempo y fuerzas trajese potentes encadenes y firmas de renombre. Pero Adam Ondra no nos ofrece tregua. Ya lo veníamos diciendo en anteriores noticias, que estaba fuerte y no se daba descanso. Lo último que supimos de él es que se anotaba a finales de marzo la vía Kostej nesmrtelny; un 8c/c+ en las paredes de Holstejn, cuya primera ascensión firmaba Rosta Stefanek allá por 1999. Tras ello se hacía al tercer pegue con otro 8c en Frankenjura, 21 times the pain.
Pues no se había quedado contento -los duendes de la roca rara vez lo hacen- y se llevó su cuerda a las paredes de Adlitzgraben en Austria. Allí mora Erfolg Ist Trainierbar, un 9a de cuyo grado, Adam, no está muy seguro: «No sabría decir si realmente es 9a, ya que es una línea con un movimiento muy aleatorio en el que puedes caerte durante semanas o sacarlo al segundo intento». Ole. El púber, el chico-maravilla, tiene la cabeza tan bien puesta como sus pies y manos.
Repite pues la vía liberada en 2005 por Berni Fiedler, al cuarto pegue, con autoridad y suma su segundo 9a, tras anotarse el pasado año Martin Krpan en la escuela de Misja Pec, región de Osp en Eslovenia. Adam añade a su libreta estos bellos 30 metros del sector de Spielplatz-Höhle, cerca de Napalm in the morning (8c+).
La roca no tiene edad
Hablando de jóvenes diablos roqueros, Pau March, de 17 años y original de Tarragona, encadenaba hace un par de semanas Umpah-pah (8b) en el sector de la Olla en Siurana. Se apunta así su quinto 8b (el primero se lo llevaba hace un año) tras, por ejemplo, la reciente ascensión de Santa Línea en la cueva de Santa Linya. El Campeón de España sub 18 le viene dando con fuerza.
Y un par de puntos rojos para las féminas. Mar Álvarez, de la que en abril informábamos de su encadene de ATP (8b) y sus 4 secciones en Masriudoms (Tarragona) y tras aguantar pacientemente a que las aguas que se filtraban en las chorreras de Santa Linya y Bruixes dejaran alguna vía practicable, bayeta en mano, se hacía con Bon Viatge (8a), Maneras de vivir (8a) y Tirabolt (8a+) durante un intenso periplo de apenas 10 días.
Dicen que el amor no tiene edad. El amor por la roca tampoco debe tenerlo. Si en nuestro último informe de chapajes maduros contábamos como Francisco Marín se llevaba un 8b en Rodellar con 54 añitos, toca ahora relatar como una mujer de 50 se hacía con Lourdes (8a) en las paredes de El Chorro. Letizia «Titta» Colombo, que cuando contaba con 40 tacos sólo era capaz de escalar 7a, ha ido creciendo en los últimos meses hasta hacerse con un 7c a vista y ahora con este octavo de la escuela andaluza. Prematura crónica semanal, cargada de gestas de piedra, que descansará hasta la semana que viene. Si los dioses de la chapa nos lo permiten.
Foto de portada: Adam Ondra / Col. Adam Ondra