«Ya se ha acabado el invierno, y ya tenía ganas, porque ha sido estresante para mí este año. De competiciones todos los fines de semana, coger aviones, un país diferente cada semana, cambiar hábitos de dormir y comer… Al final ya casi no sabía ni dónde estaba, ni qué moneda tenía en el bolsillo, y soportando cambios de temperatura muy radicales».
Así de aliviado se ha quedado el madrileño Israel Blanco finalizado ya el circuito internacional de competiciones drytoolers, en el año en que la FEDME ha estrenado con Óscar Cacho, Carlos García y el propio Israel su primera selección nacional de mixto deportivo. Hora por tanto de pensar en la roca, y escalar también un poco lejos de estructuras artificiales, que para Israel ha supuesto encadenar el primer M10+ en suelo ibérico.
Hablamos del primer largo de Titán, en la Fuenfría (Chistau, Huesca), que a Blanco le ha costado cuatro pegues repartidos en dos días, antes y después de dedicarse en exclusiva a las compes. Aunque en fechas ya tardías (el segundo y tercer largo estaban prácticamente impracticables), Israel se llevaba una primera que marca tope en nuestro drytooling.
Radiografía de Titán

Israel nos desvela una línea que arranca con «una travesía horizontal hacia la izquierda desde una repisa (el inicio desde el suelo es todavía un proyecto que él mismo pretende equipar y conectar), te montas en una lengua de hielo más o menos grande en función de la temporada, y le sigue una sección de cantos buenos pero escondidos, con chapajes difíciles y estresantes, que requieren movimientos algo antinaturales. Luego coges un filo muy bonito y sales a la izquierda a un placa de varios tramos muy técnicos con cantos muy finos».
Israel la probó en diciembre sin hielo en la salida, «lo que requería tres movimientos más en roca que son muy técnicos, y elevaría el grado si ese final está seco», añade. «Queda un final muy delicado, porque son cantos para el primer diente de la hoja del piolet, y pueden romper. Luego ya pinchas hielo y no tienes problema… bueno si no se te cae el colmillo final en cima. Puede ser delicado en función de las fechas y condiciones que pilles». Cuando él encadenó sí había hielo en ese tramo.
Primera repetición
Sólo un día después, Carlos García lograba la primera repetición, y claro, tocaba hablar de grado. Israel lo tiene claro: «creo que es el largo más duro de mixto de España». Sus referencias son Aracnid, «una propuesta de M10/10+ por Marc Serradell, que hice a vista y me pareció M9+ como mucho», y La soledad del samurai, en Ardonés, «que está bien de M10-. Óscar e Iñaki (Cabo) todavía no han podido hacerla, y Carlos García la hizo al límite y cree que Titán (L1) es mucho más duro. A mí en principio me pareció de M10, pero hay que tener en cuenta lo que digan los demás, y quedará de M10+, finalmente».
Quedan ahora pendientes el segundo y tercer largo, impracticables según Israel cuando encadenó el primero, así como en encadenamiento íntegro de la vía desde el suelo. Sobre la dificultad de las dos tiradas pendientes, especulaciones. M8+/9 el segundo y algo menos el tercero, «es el más fácil, sale bien a vista» en palabras del madrileño. Eso sí, Israel liquidó a vista el resto del sector Entrenamiento de Fuenfría, que cataloga de «increíble, tiene una calidad impresionante, puedes escalar de diciembre a marzo». Sólo se salvó una línea recién equipada y que no estaba en condiciones, pero sí apuntó Jabalí (M6), Octopunky (M7), Variante liante (M7+), El vuelo del quebrante (M8+/M9) y Superniva M9 (ésta última en diciembre).
«Llegará el M14»
Imposible pasar por alto la propuesta de M14- lanzada este invierno por Markus Bendler en Schleierwasserfall: Hells Angels Paradise. Aunque tiene presente que Markus no ha hecho vías más duras de M12, y él mismo ni siquiera la ha probado aún (ha estado totalmente enfrascado con las compes, por gusto, como casi todo los destacados del panorama internacional), Israel da cierto crédito a la propuesta de Bendler. «Será una línea dura», y no duda además en que se llegará al M14, «igual que se llegará al 9b en deportiva».
Volviendo a las competiciones, después del estrés toca hacer balance, que a nivel personal, no es bueno. «No tuve una buena pretemporada. Por circunstancias laborales no pude estar escalando durante el pasado verano, ni haciendo vías duras, y cuando llegó octubre, entrené demasiado, rompí las fibras de los triceps y sobrecargué los dorsales, hasta el punto de no poder hacer más de dos tracciones seguidas cuando llegaron las compes en enero. Llegué lesionado, no estaba físicamente igual que el año pasado, y no he estado a la altura. Esperaba haberme metido en algún podium. Con tantas compes como había creo que tenía posibilidades».
La experiencia cuenta
Eso sí, para la próxima campaña ya está preparado. «Con la experiencia que ya tengo, sé como tratar el cuerpo. Lo esencial sería llevar un buen entreno en roca, estar fuerte al llegar a octubre, que es cuando empiezo a preparar la temporada. Sobre todo porque el entreno específico es bastante duro y machacas mucho algunos músculos».
«De todas formas», añade Israel, «aunque yo no estoy conforme, la Federación sí ha terminado contenta con el octavo puesto, por acabar dentro del Top 10. De hecho, se mantiene el equipo para el año que viene (Carlos García, Óscar Cacho e Israel), aunque con algunas variaciones, para poder llegar a todas las compes más tranquilos y por lo menos con un día de antelación. Además estamos intentando mover la posibilidad de que se organice una compe de la Copa del Mundo en Madrid».