En 1958 Warren Harding entró de lleno en la historia de la escaladaamericana y mundial. Lo hizo a través del característico filo del Capitán(Yosemite),que junto a Wayne Merry y George Whitmore abrió y bautizó como The Nose (1.100 m, 32 largos), la «nariz» del Capi. Fue la primera línea abierta en el big wallamericano más característico, y con el tiempo, una de sus clásicasindiscutibles. El pasado 28 de febrero, casi 45 años después, Hardingfallecía pacíficamente en su casa.
Con él se va uno de los pioneros del Valle, y no sólo por The Nose,línea que le llevó año y medio (18 meses), a través de 45 días reales deescalada, 900 metros de cuerdas fijas, 675 clavijas, 125 buriles, y la ayuda demuchos compañeros (Warren, George, Mark Powell, Bill Dolt Feuerer, RichCalderwood, Wally Reed).
Improvisación y buen humor
Harding, nacido en 1924, fue uno de los principales responsables de laeclosión de la escalada en el Valle durante la década de los 60, que redondeócon aperturas en la sur del Mt. Watkins (1964), y ya en 1970, en la pared surdel estético Half Dome. Ese mismo año, esta vez junto a Dean Caldwell, marcóen record de permanencia en pared en Yosemite, con sus 27 días en Wall ofearly morning light, otra línea en el Capi.
Quizá su peculiar carácter, y la forma de enfrentarse a las exigenciastécnicas del vertical granito yosemítico, tuvieron también buena culpa de quesu nombre quede eternamente asociado al valle californiano. Al lado de otros pioneros, comoel metódico RoyalRobbins, Warren Batso Harding representaba la vertiente contraria ymás pasional de la escalada, donde la improvisación era la mejor arma ante lasdificultades que se iban presentando. Y según alguna web americana, siempre»con la ayuda de una generosa cantidad de vino, fuerza y buen humor».