
La escalada libre en grandes paredes sigue destapándose como terreno muyprometedor para los mutantes más en forma de la deportiva. Tras las demostraciones de los hermanos Huber o el japonés Yuji Hirayama en El Capitán,el joven Tommy Caldwell y su compañero Nick Sagar han liberado íntegramenteotra línea de este clásico de Yosemite, Muir Wall, con dos largos de 5.13c(8a+).

Pero la cosa no acaba ahí. Al otro lado del charco, los italianos SimoneMarti y Severino Scassa, una de las figuras del país transalpino, visitaronrecientemente la región de Sardinia, y concretamente una de sus rutas másatractivas, el Hotel Supramonte, 11 largos con dificultades de 8b. Pero ademásde admirarla, consiguieron repetir en el día una ruta que ha recibido aescaladores tan destacados como Stefan Glowacz o Beat Kammerlander.
Free extremo en el Capi

Aunque en fechas anteriores ya habían probado todos sus largos, el pasadofin de semana Tommy Caldwell y Nick Sagar liberaban íntegramente y en el díaMuir Wall, 33 largos que alcanzan grados de 5.12 (7b) y 5.13c (8a+). El jovenCaldwell estuvo trabajando la vía el año pasado, aunque la tirada claveseguía resistiéndose. Junto a Sagar, consiguió liberar finalmente todos loslargos y hace escasos días se apuntaban el libre más duro del Capi.
El pasado ‘free’ de esta vía se remonta a 1994. Ese año Kurt Smith y ScottCosgrove se apuntaban en este estilo todos los largos de la vía, con un saldode 17 tiradas de 5.12 (7b) y tres de 5.13 (8a). Pero su celebración en lacumbre de El Capitán se vio oscurecida cuando los Rangers del Valle de Yosemitelos detuvieron por haber equipado los spits de la ruta con taladro.
Hotel Supramonte en el día
Esta vía de ensueño, que en sus 400 metros encierra 11 largos que alcanzanen su sección clave dificultades de 8b, ha visto también una ascensión en eldía. Los protagonistas son dos potentes escaladores italianos, Severino Scassay Simone Marti, que a principios de mayo conseguían completar íntegramente laruta, visualizada y abierta por Rolando Larcher y Roberto Vigiani.
Scassa liberó los largos más duros de la vía, y resolvió a vista los tresúltimos, con dificultades de 7b y 7b+. No obstante, no pudo con el quinto(7c+), que resolvió en artificial (A0). Tras llegar a la última planta delhotel, la cordada italiana decidió pasar la noche en él. Concretamente, en unagran repisa que da nombre a la vía. Nuevamente en tierra firme, Severino ySimone, que cuenta con un buen número de primeras en esta zona junto a MaurizioOviglia, confirmaron el grado, la belleza y la preparación psicológica que demandaesta línea, que no obstante, nunca llega a resultar peligrosa.
Una semana antes, el conocido Beat Kammerlander también realizaba la vía,pero sin resolver el citado quinto largo, que todavía probaba cuando Severino ySimone consiguieron su rápida repetición. Durante el descenso, encontraron unabolsa con las ‘provisiones’ del austriaco: una botella del vino local, ‘Cannonau’y algunas latas de Red Bull. Los italianos, para colaborar con la causa, dejaronen la ‘despensa’ del Hotel una botella de ‘Filu e ferru’ (bebida de la regiónde Sardinia) y los mejores deseos Beat, ‘el pelirrojo’.