Cuando lo ves por primera vez, piensas que los responsables de I+D de las grandes compañías no saben ya que inventar, ¿un puño con una polea integrada?… Pero, cuando lo pruebas y ves la fluidez con la que entra y sale la cuerda de la polea, así como lo práctico y funcional que es el concepto por solo 40 gramos más de peso, te enamoras rápidamente de la idea.
Eso sí, hay que tener en cuenta que la polea no es un EPI en sí mismo (2kN) y solo sirve como ayuda para remontar cuerda con un dispositivo de descenso automático o para diferentes sistemas de polipastos en los que la rotura de la polea no haga peligrar la integridad del sistema.
El bloqueador de puño, aunque pesa un poco más que sus competidores, está pensado y desarrollado para durar, con una pletina de 4 mm, un anodizado especial para una mejor la resistencia al desgaste y una leva interna en acero tratada con el objeto de conseguir una vida útil excepcional.
Pesa 255 g. Bloqueador apto para cuerdas entre 8 y 10 mm de diámetro. Fabricado en Italia.
Solo por curiosidad. ¿Dónde va la polea? Y ¿Es para mano derecha o izquierda, la polea?