Mientras nos aproximábamos al campo base de esta montaña trataba deimaginarme como sería este lugar. Y, sobre todo, cómo sería este año en elque al celebrarse el cincuenta aniversario de su primera ascensión, parecíaque muchas expediciones se habían fijado esta montaña como objetivo. Llevamosya 3 días en este campo base y aunque el lugar ya me resulta familiar,definirlo me sigue siendo realmente difícil.
Los alpinistas que conocen el campo base del Everest me comentan que aquel-en «plena temporada»- es más grande, aunque sí parece que este añoel del K2 es mucho más alargado: recorrerlo de punta a punta (sin pararse a»hacer vida social» con ningún conocido de otras expediciones) puedellevar entre 15 ó 20 minutos. Hay aproximadamente 120 alpinistas que quierenintentar la cima y, posiblemente, otras 150/200 personas entre acompañantes,porteadores, sherpas, técnicos de todo tipo, periodistas, trekkers, etc). Esdifícil saber el numero de expediciones pues hoy en día una expedición es unpermiso que comparten alpinistas de diversas nacionalidades que en muchasocasiones ni se conocen. Por ejemplo, el permiso que tiene la expedición deCarlos Soria y Jorge Palacio (De Madrid al K2) lo comparten alpinistas de ¡10nacionalidades! distintas. Por las cuentas que hemos hecho puede haber más de10 permisos distintos para intentar este año el K2…
Macroexpediciones

Entre las grandes expediciones hay que destacar la italiana formada por 35miembros (20 alpinistas, el resto son científicos, personal de logística,informáticos…). Esta expedición ha instalado una inmensa tienda (bautizada»Casa Italia») que mide unos 10 metros de altura y aproximadamente 11de largo, en la que entraran unas 50 personas y de único uso para los»actos sociales» que celebren aquí. La tecnología de estaexpedición contrasta con su objetivo alpinístico: ascender por el Espolón delos Abruzos, la ruta por la que se subió por primera vez esta montaña hace 50años.
Aunque desconozco el número exacto de porteadores que ha necesitado estaexpedición (una parte importante de su material ha sido subido en helicópterohasta Concordia, a unas cuatro hora de aquí), parece que la tienda «CasaItalia» ha requerido 42 (esto significa 1.150 kilos, pues cada porteadortransporta 25 kilos). La energía que utiliza esta expedición italiana quetransmitirá en directo a la televisión italiana es totalmente solar. Con sóloenergía solar consiguen 2.000 vatios para transmitir en directo, 1.500 vatiosde «repuesto» para en caso de que haya una caída de fuerza durante latransmisión en directo, y 900 vatios para «uso habitual». Estaexpedición tiene previsto instalar un ordenador portátil en cada campo dealtura del Espolón de los Abruzos desde el que transmitir en directo.
La otra macroexpedición es la comercial suizo-italiana dirigida por KariKobler que tiene 6 clientes suizos y 10 italianos y que cuenta con 4 sherpasnepalíes y 4 porteadores de altitud pakistaníes. Cada uno de estos clientes hapagado alrededor de 16.000 € por intentar la montaña (a un alpinista»privado» le cuesta aproximadamente 5.000 €, a los que hay que sumarel billete de avión, oxígeno -si lo va a usar- y los porteadores de altitudque vaya a utilizar).
Primera vez
Es la primera vez que estoy en el campo base de una gran montaña. Laexperiencia es curiosa. Como casi todas las expediciones (menos la catalana yuna japonesa, de las que luego hablaré) quieren intentar la cima por la mismaruta, el Espolón de los Abruzos. Ha habido varias reuniones para ponerse deacuerdo en los temas más importantes como las cuerdas fijas, uso de lastiendas, qué hacer en caso de accidentes, frecuencia de transmisiones, etc.
La primera reunión fue -para mí- digna de película americana. Imaginaos lasituación: una inmensa tienda (mejor dicho varias grandes tiendas unidas), conuna gran mesa alargada decorada con flores artificiales. Para sentarse unassillas también inmensas. En ella 30 ó 40 personas, pues aunque en realidad hansido invitados a la reunión los jefes de cada grupo, a estos hay que sumarintérpretes, acompañantes, fotógrafos, cámaras de televisión… Modera lareunión Karin Kobler (jefe de la gran expedición comercial suizo-italiana)quien ha sido muy criticado por el resto de los grupos por haber mandado ungrupo de porteadores de altura y sherpas el pasado mes de ¡mayo! a instalarcinco tiendas en los campos 1 y 2, cogiendo los mejores sitios en estoscampamentos en los que no hay mucho más espacio (sobre todo en el C1). A raízde las críticas recibidas ofrece un acuerdo al resto de las expediciones: todaspodrán utilizar sus tiendas siempre y cuando avisen primero (y lógicamente élno las esté utilizando) y las dejen absolutamente limpias después de su uso.
Sebastián Álvaro -de Al filo de lo imposible- rechaza la oferta recordandola tragedia del 86 que tuvo lugar en esta montaña debido precisamente a laconfusión y sobreocupación que hubo con el tema de las tiendas; y dice que suexpedición intentará moverse con la máxima autonomía en la montaña.Opinión que comparte Carlos Soria y el resto de las expediciones. La mayorparte de la discusión se centra en la forma de organizar el trabajo deinstalación de cuerdas fijas. Debido al número de alpinistas se decideinstalar -en los lugares más conflictivos- dos líneas de cuerdas fijas paraevitar «aglomeraciones». La discusión de este tema se pospone a unareunión en la que participe un grupo más pequeño de representes de cadaexpedición. Otro tema importante que plantea Karin Klober en esta reunión esel que -en caso de accidente- nadie informe de él hasta pasados dos días paraque de tiempo a informar a las familias.
Fuera de los Abruzzos
or ahora sólo tres grupos se plantean objetivos distintos del Espolón delos Abruzos. Por un lado la expedición catalana formada por Oscar Cadiach,Manel de la Mata, Jordi Corominas, Jordi Tossas y Valen Giró que quiereintentar la Magic Line, ruta abierta en 1986 y que hasta el momento no cuentacon ninguna repetición a pesar de haber sido intentada en dos ocasiones. Porotro, una expedición japonesa que quiere intentar la Ruta Vasca o Cesen, y lacordada formada por Iñaki Ochoa y Alex Txicón que se está planteando en estosmomentos -debido, según sus propias palabras, a la masificación de losAbruzos- ascender también por la Cesen.
Precisamente, con Iñaki, iniciamos un recorrido por las opiniones eimpresiones recogidas entre los que estamos viviendo en el campo base de estamontaña:
–Iñaki Ochoa ha establecido (para un articulo que acaba de escribir)la siguiente división entre los que intentan este año esta montaña:alpinistas, astronautas (dependen de la tecnología -oxígeno preferentemente-para ascender), soñadores (nunca han estado a 8.000 metros y quieren aprenderaquí), turistas (pagan 3 millones por subir y -si no es mucho pedir- porque losbajen). Para Iñaki, de esta división los soñadores son los mas peligrosos, yni la mitad de los presentes en este lugar entran en la categoría de losalpinistas. La ventaja que había con los clientes que iban al Everest es que siconseguían la cima no volvían, perp parece que esto está cambiando a raíz delo que estamos viviendo este año en el K2. Iñaki comenta que aunque en el 86mucha gente intentó la montaña, todos ellos eran alpinistas, y con tanta genteen la montaña más que el de accidentes (que en cualquier caso se pueden dardebido a avalanchas…), el mayor riesgo que puede haber es que en un día conun tiempo excelente para intentar la cima te toque participar en algunaoperación de rescate.
-Para Jordi Corominas -miembro e la expedición catalana queintentará la Magic Line- todo esto es «un circo». Comparándolo conel mundo de la escalada en roca es como si hace 50 años que se escalaba a nivelde sexto grado, en vez de escalarse a un nivel de 9a ó 9b, se siguieraescalando a un nivel de sexto grado. No le parece evolución repetir una víaque se escaló hace 50 años… A nivel tecnológico es evidente que hay unagran evolución pero «somos alpinistas no tecnólogos»…
–Carlos Soria piensa «que hay mucha gente y que esto pudefacilitar o dificultad las cosas. Tiene menos ventajas que inconvenientes. Lomejor sería que fuéramos bastante menos, la mitad de los que somos ahora.Alrededor de 3 ó 4 expediciones sería lo ideal. Va a haber graves problemas enel campo 1 y campo 2 para instalar las tiendas. Y puede haber algún atasco enlos pasos difíciles y caídas de piedras al moverse tanta gente por la ruta.Para que esto ocurra menos hemos acordado las expediciones en los pasos másconflictivos montar un doble sistema de cuerdas fijas. Creo que a nivelalpinístico ha evolucionado poco. Sobre todo a nivel de los alpinistasitalianos parece que -cincuenta años después- la hazaña debería ser otra queel hecho de retransmitir en directo la ascensión por los Abruzos. Quizás almismo tiempo que hacen esto deberían intentar -ya que tienen medios yalpinistas para hacerlo- una ruta nueva.»
-El alpinista palentino Vicente Lagunilla Tente opina que»todo el mundo tiene derecho a venir a la montaña, mientras se hagan lascosas bien, no sólo las grandes figuras a abrir grandes rutas. En todos losdeportes hay grandes figuras que baten los récords y miles de deportistasanónimos que practican el deporte a su nivel. Lo que no se pude es dejarbasura, mentir… pero mientras se guarde la ética alpinística cada cual puedesubir por donde le de la gana».
-La opinión de Juan Vallejo es simple y contundente: «todo elque venía aquí este año del cincuenta aniversario del K2 sabía a dondevenía».
Llega el buen tiempo

Por las previsiones meteorológicas que tenemos parece que hoy se ha abiertouna «ventana» de buen tiempo que durará alrededor de una semana.Mientras los catalanes de la Magic Line esperan pacientemente a que los aludeslimpien la pared por la que tendrán que pasar, la mayor parte de los grupos queintentarán ascender por los Abruzos se han aproximado hoy hasta el campo baseavanzado. Y el equipo de Al filo ha aprovechado para filmar este tramo. ElEspolón de los Abruzos se encuentra en estos momentos equipado hasta el Campo2. Aunque muy posiblemente las cuerdas estén enterradas debido a la nievecaída estos días. En cualquier caso la expedición comercial suizo-italiana seha comprometido a «duplicar» la instalación de cuerdas que hay hastael campo 1. Y las expediciones españolas (Al filo, De Madrid al K2 y AndalucíaK2) a equipar del campo 1 al campo 2.
¿Qué más os puedo contar? Pocas cosas: muchas expediciones de nuestropaís este año en el K2 y G2 (el ambiente en el campo base de esta montañadebe ser muy parecido al que estamos viviendo en el K2), y muchos problemas esteaño con los porteadores, hasta el punto que muchas expediciones hemos tenidoque dejar parte de la carga al comienzo de la marcha de aproximación con laesperanza de que pronto haya porteadores que nos lo puedan acercar. A muchasexpediciones esto nos plantea un grave problema. En el caso de la de CarlosSoria y Jorge Palacio, este último no cuenta con sus botas de montaña y partede su material por lo que no puede moverse del campo base hasta no recibir elbidón con su material.
En cuanto a expediciones de nuestro país, este año intentan el K2, elequipo de Al Filo (Edurne Pasaban, Juanito Oiarzabal, Juan Vallejo, FerránLatorre), De Madrid al K2 (Carlos Soria y Jorge Palacio), el palentino VicenteLagunilla, Eva Zarzalejo, y el grupo Andalucía K2. Tres equipos quieren filmarla ascensión: Al Filo, los catalanes de la Magic Line (para la televisióncatalana, a la que envían periódicamente imágenes), y el equipo de AvistaMultimedia que filma a Carlos Soria para AXN.
¿Qué pasará este año en el K2? Es difícil hacer un pronóstico. Si eltiempo es bueno, con un «asedio» a la montaña por un número tan altode alpinistas puede hacer que alcancen la cima más alpinistas que nunca en suhistoria. Pero el K2 no es una montaña fácil, ni siquiera por la ruta de suprimera ascensión (Espolón de los Abruzos), y esto unido a un tiempo no tanbueno puede hacer que ni con un asedio tan riguroso, ningún alpinista alcancesu cima. De hecho, en las dos últimas temporadas, aunque el número de losalpinistas que lo intentaron fue menor, ningún alpinista alcanzó su cima.