Las condiciones meteorológicas y de las montañas se han revelado difíciles esta primavera en el Himalaya. Nadie lo ha tenido fácil y, dejando de lado el Everest, la mayor parte de las expediciones importantes que se habían organizado tuvieron que renunciar a sus respectivos objetivos. Los principales protagonistas del balance de la primavera 2017 son los cuatro nuevos miembros del club de los catorce ochomiles sin oxígeno (Nives Meroi, Romano Benet, Peter Hámor y Azim Geychisaz), además de Alberto Zerain, Hervé Barmasse y David Göttler, con sus respectivas ascensiones al Annapurna y al Shisha Pangma.
Numerosas renuncias
Entre los que tuvieron que abandonar sus objetivos a causa de las condiciones, figuran algunas de las expediciones más ambiciosas de la temporada. Como la de Carlos Soria, que buscó sin éxito ascender su decimotercer ochomil en el Dhaulagiri (8.167 m). O la de Simone Moro y Tamara Lunger en el Kangchenjunga (8.586 m), donde querían enlazar los cuatro picos de más de 8.000 m del macizo. O la de Adam Bielecki, Louis Rousseau, Rick Allen y Felix Berg, que finalmente fueron a la noroeste del Annapurna (8.091 m) tras negárseles la entrada a China para intentar el Cho Oyu. O incluso la de Núria Picas, que pretendía su primer ochomil en el Makalu (8.465 m).
Décimo ochomil para Alberto Zerain
El alpinista alavés y su compañero Jonatan García llevaron a cabo una temporada intachable en el Annapurna. Tras estudiar a conciencia sus posibilidades de ascensión a través de las diferentes rutas y aclimatar durante unas semanas, se lanzaron a por la cumbre con convicción y la alcanzaron el 11 de mayo. Este es el décimo ochomil para Alberto Zerain, que no ha pasado mucho tiempo en casa y ya viaja camino del Nanga Parbat.
Cuatro nuevos 14×8000 sin oxígeno
En el lado de los éxitos, destacan los cuatro prestigiosos alpinistas que esta primavera han ascendido el último pico que les quedaba para completar los catorce ochomiles sin utilizar oxígeno artificial. Los dos primeros de este cuarteto coincidieron precisamente con Alberto Zerain en el Annapurna e hicieron cumbre el mismo día que él. Se trata de Nives Meroi y Romano Benet, el matrimonio más querido del Himalaya y los primeros que han sido capaces de completar los Catorce ascendiendo todas las montañas conjuntamente y sin oxígeno. Su historia es como el guión de una novela de amor, con momentos tan intensos como los que experimentaron a raíz de la grave enfermedad de Romano, por la cual tuvieron que renunciar a sus amadas montañas durante cinco largos años y Nives renunciar a la carrera por ser la primera mujer en terminarlos.
Pocos días más tarde, el 15 de mayo, era el eslovaco Peter Hámor quien cerraba su cuenta con los 14×8000 en el Dhaulagiri. Realizó una ascensión de tres días e hizo cumbre junto a su joven compatriota Michal Sabovcik. A sus 52 años, terminaba así un proyecto que había comenzado casi 20 años antes, con su ascensión al Everest de 1998.
Finalmente, y de forma más discreta, también terminó los catorce ochomiles Azim Geychisaz, uno de los alpinistas más fuertes del himalayismo actual, que en su trayectoria ha destacado por llevar a cabo madrugadores intentos sin apenas necesidad de aclimatación. El alpinista iraní consiguió su objetivo en el Lhotse (8.516 m) el 19 de mayo.
Ya que hablamos del Lhotse, merece la pena dedicar una nota aparte a la francesa Elisabeth Revol, que hizo cumbre en esta montaña, se quedó a unos 20 metros de la cima del Makalu –en su antecima– y llegó muy, muy arriba en el Everest. Un trío de actividades muy destacable a pesar de que sólo una de ellas terminara efectivamente en cumbre.
Shisha Pangma exprés
Probablemente, la ascensión que más admiración ha generado de todas las realizadas durante esta primavera en el Himalaya más allá del Everest ha sido la de Hervé Barmasse y David Göttler a la cara sur del Shisha Pangma (8.027 m). El italiano y el alemán rindieron homenaje a su amigo recién fallecido Ueli Steck –Göttler había pasado la primavera anterior con el suizo en ese mismo campo base– con una ascensión al más puro estilo de la Máquina Suiza.
Salieron de la cota 5.850 m a las 4:45 h de la madrugada del domingo 21 de mayo y llegaron a la cumbre a las 17:45 h de ese mismo día, sin utilizar oxígeno embotellado, sin cuerdas fijas, sin ayuda de porteadores y sin instalar campos intermedios. En total, 2.200 metros recorridos en 13 horas a través de la vía Girona, que abrieron en 1995 los catalanes Josep Permañé y Carles Figueras.
Resulta curioso hacerse eco de las no cumbres de algun@s y no hacer mencion a las cimad de otros. Lhotse sin oxigeno el 27 de mayo.
Me puedo estar equivocando, pero he seguido la temporada en Desnivel y las noticias que se fueron publicando contradicen este artículo. Soria, Moro y Picas no renunciaron por las condiciones en la montaña, sino por problemas de salud. Y Barmasse y Göttler escalaron toda la cara sur, pero no llegaron a la cumbre.
No es por poner el dedo en el ojo, pero dado lo mucho que le gusta a Desnivel puntualizar ciertas ascensiones a la hora de completar listas, sería de desear que al menos siguiese un mismo rasero: en la ascensión del Manaslu en 2012 Azim Gheychisaz aparentemente se quedó a unos pocos metros de la cumbre.