La temporada de expediciones ya está en pleno desarrollo en las montañas de Pakistán. Mientras los ochomilistas tratan de superar la abundante nieve en el Nanga Parbat y avanzan con la fijación de la ruta en el Broad Peak, otras expediciones interesantes se fijan en objetivos de menor altitud pero mayor interés alpinístico. Y uno de ellos es el Muchu Chhish (7.453 m), que en los últimos años se ha convertido en uno de los picos más codiciados del mundo.
Se trata de uno de los picos principales del macizo del Batura, conocido también como Batura V. Lo más interesante es que no ha sido nunca ascendido y actualmente está considerado como el segundo pico virgen más alto del mundo, solamente superado en altura por el Gangkhar Puensum (7.570 m), que está prohibido al alpinismo por las autoridades de Bhután. Así pues, su cima es la más alta que nadie haya pisado antes y que se pueda intentar escalar.
Fuerte equipo checo
El alpinista checo Pavel Kořínek lleva obsesionado con el Muchu Chhish desde hace cinco años y este verano vuelve al Karakórum para intentarlo por cuarta vez. En esta ocasión se ha rodeado probablemente del equipo más fuerte con el que ha ido jamás al macizo del Batura. Con él regresan dos alpinistas que ya conocen el Muchu Chhish: Pavel Bém y Tomas Petreček. El cuarteto lo completa Radoslav Groh, compañero de Marek Holecek en la apertura de Heavenly trap en la cara noroeste del Baruntse y que posteriormente intentó, también con Holecek y con Petreček, la cara oeste del Masherbrum.
Los cuatro alpinistas checos, que llegaron hace una semana a Skardu, están en la fase de aclimatación. Para lograr la mejor adaptación posible a la altura han elegido la ruta normal de otro sietemil pakistaní como el Spantik, de donde ya avisaron que no regresarían al menos hasta el próximo fin de semana.
A continuación se dirigirán hacia su objetivo en el Muchu Chhish.
Historial de intentos
La primera tentativa al Muchu Chhish de la que existe noticia data de 2014 y corrió a cargo de los británicos Jim Oates, Peter Thompson y Phil de Berger. Ellos fueron quienes trazaron los primeros pasos de la ruta por la cara suroeste que posteriormente ha servido de inspiración al resto de expediciones.
Pavel Kořínek apareció en escena en 2019, cuando realizó una primera aproximación para reconocer el terreno, de cara a una expedición con nueve integrantes planeada para otoño de 2020. La situación pandémica obligó a redefinir el proyecto, del que se desmarcaron seis alpinistas. Finalmente, solo Pavel Bém y Jiri Janak acompañaron a Kořínek en su intento, que los llevó hasta los 6.300 metros.
Justo después de la retirada del terceto checo, desembarcaron en la montaña Jordi Tosas y Philipp Brugger. Pero su intento tampoco fue exitoso. Ambas expediciones informaron de elevados riesgos de avalanchas.
En 2021, repitieron Pavel Kořínek y Jiri Janak, a los que se sumaron Lukas Dubsky, Leos Hustak y Tomas Petreček. En una montaña muy cargada de nieve, Pavel Kořínek y Tomas Petreček protagonizaron el intento definitivo, que los llevó a superar los 6.300 metros de su tentativa de 2020, aunque las condiciones los obligaron a darse la vuelta y afrontar un descenso épico hasta el campo base.
Qué bueno enterarnos de una ascensión de verdad con escaladores que van a preparar su camino no como cierta señora escandinava que anuncia sus "logros" cuando quién más se ha esforzado es su cartera.
Puff tremenda montaña esa, buena cordada pero altas probabilidades de fracaso