Las expediciones españolas en el Broad Peak han completado la fase de aclimatación y están listos para lanzar el ataque a cumbre en cuanto se abra una ventana de buen tiempo lo suficientemente amplia. El grupo de Òscar Cadiach, Patxi Goñi , Anna Pujol, Carles Figueres y Jordi Bosch, así como Juanito Oiarzabal y Alberto Zerain llegaron ayer a los 7.200 metros, donde instalaron C3. Allí han pasado la noche, para terminar la citada aclimatación a la altura, necesaria para ir más allá en la montaña.
Sus planes pasaban ahora por regresar al campo base y esperar allí a que se resuelva el breve paréntesis de mal tiempo que se espera para el fin de semana. Si los partes se confirman, la semana próxima podría abrirse una nueva ventana que les daría opción de cumbre.
Hasta este momento, la evolución en la montaña del grupo de Òscar Cadiach y de la cordada de Juanito Oiarzabal no había sido sincronizada. Sin embargo, a partir de este momento, parece que los dos veteranos alpinistas han decidido unir fuerzas y aprovechar sinergias para lanzar en conjunto el ataque a cumbre.
Inicialmente, la idea de Òscar Cadiach era instalar un C4 a unos 7.500 metros, para lanzar desde allí el ataque a cumbre y hacer que la jornada de cima fuera más corta. No obstante, esperarán a tomar la decisión definitiva en el campo base durante los próximos días.
A lo que sí deberán ajustar su estrategia, si todo continúa como hasta ahora, es al intenso calor que están sufriendo en la montaña y que ha provocado dolores de cabeza y principios de insolación a varios alpinistas. Las temperaturas diurnas superan los 35ºC, que se desploman hasta los -15ºC por la noche. Así pues, probablemente deberán optar por realizar el grueso de los esfuerzos físicos en horario más bien nocturno.
¿C3 a 7.200m o 6.900m?