Ha llegado el momento más deseado para los 125 alpinistas y sherpas que pretenden ascender el K2 este verano. Junto con un número indeterminado de porteadores de altura (no necesitan permiso) y bajo la organización de 10 expediciones diferentes, están ya de camino hacia la cima, que los primeros calculan hollar mañana miércoles 17 de julio.

La meteorología ha jugado un papel fundamental en la presente temporada en el Karakórum. El K2 especialmente ha vivido un año excepcional, con largos periodos de buen tiempo que han permitido a los montañeros aclimatar correctamente a la altura y a los sherpas equipar adecuadamente las rutas de ascenso: el espolón de los Abruzzos y la ruta Cesen-Vasca.
Cuerdas fijas hasta C4
Las cuerdas fijas están instaladas en ambas rutas hasta la altura del C4 (unos 8.000 metros), en el Hombro del K2. Estrictamente, según cuentan los testigos, las dos rutas no comparten el mismo C4: mientras el C4 de la ruta Cesen se halla sobre el Hombro, el C4 del espolón de los Abruzzos se sitúa unos metros por debajo.
Los planes, según comenta Alan Arnette en su blog, contemplan que los sherpas de la agencia nepalí Seven Summit Treks se encarguen de terminar el trabajo pendiente y equipar la parte superior, común para ambas rutas, desde el Hombro hasta la cima. Un tramo que incluye algunas de las partes más técnicas y expuestas de toda la ascensión: el Cuello de Botella y la larga travesía amenazada por imponentes seracs.
¿Los números cuadran?
La aglomeración de gente en esos tramos del recorrido plantea serias dudas sobre la viabilidad de la ascensión para un número tan grande de montañeros. Según los cálculos de Alan Arnette, mañana miércoles podrían plantarse en la cima entre 50 y 75 personas; otras 30-50 lo harían el jueves, y unas 10-20 el viernes. Y todavía quedarían unos 20-30 intentos para la semana próxima.
La cuestión es que nunca antes ha habido más de unas 30 personas en la cima del K2 en una sola jornada. Fue el año pasado, cuando esa cifra se repitió en dos días consecutivos de un fin de semana. ¿Cabrán el doble de personas en el Cuello de Botella y la travesía? ¿Habrá problemas para que convivan quienes desciendan de la cumbre con la siguiente oleada de ascensiones?
¿Variante Wiessner al Cuello de Botella?
Las propias expediciones en el K2 son conscientes de los peligros que conlleva tratar de superar el Cuello de Botella tanta gente a la vez. Situado a unos 8.200 metros de altura, se trata de un estrecho corredor con una pendiente pronunciada (50º-60º) y amenazado por seracs.
A pesar de su dificultad, es el camino más fácil para superar esta sección de la montaña… aunque no el único. Y aquí aparece el rumor de que algún equipo está valorando tratar de evitar el Cuello de Botella ascendiendo en cambio por la variante Wiessner.
Esta variante es muy poco conocida y, de hecho, nunca ha sido ascendida hasta la cumbre. En realidad, solamente ha sido realizada una vez en la historia y fue 15 años antes de la primera ascensión del K2, durante el intento estadounidense de 1939.
Corría el 19 de julio de 1939 cuando el alpinista estadounidense Fritz Wiessner y el sherpa Pasang Dawa Lama se hallaron a 8.200 metros ante la disyuntiva de ir a la derecha hacia el corredor que se llegaría a conocer como el Cuello de Botella o bien dirigirse hacia las técnicas paredes de roca de la izquierda. El material de la época no era tan fiable sobre hielo y nieve como el de hoy en día, así que Fritz Wiessner decidió confiar en su nivel de escalada y fue a la izquierda.
El dúo tardó 9 horas en superar ese tramo y se plantó bien entrada la tarde a 8.370 metros, a solo 240 m de fácil travesía hasta la cima. Wiessner quería continuar de noche, pero Pasang Dawa Lama se negó y ambos destreparon aquella difícil sección de roca hasta su campamento.
- Etiquetas: k2