Mientras el viento arrecia en el campo base del Broad Peak, y pone a prueba la instalación de las tiendas del italiano Simone Moro y su improvisado compañero en su intento invernal, Shaheen, alpinista local, ambos rumian ya su última oportunidad de hacerse con la primera invernal a un ochomil principal del Karakorum y Pakistán (Ghaserbrum 1 y 2, K2, Nanga Parbat y Broad), que se mantienen inexpugnables en la estación más fría del año. La lanzarán entre hoy y mañana jueves (22 de febrero), día para el que está prevista una ventana de buen tiempo de unas 48 horas. Si todo siguen como planean, el viernes podríamos estar hablando de esa ansiada primera invernal.
La cosa pinta fea. Los partes son poco fiables, sobre todo este año, pues después de aguardar pacientemente a que el cielo diera una oportunidad durante más de una semana (equiparon sus tres campamentos intermedios muy rápido, y luego se sentaron a esperar), su primer asalto de cumbre fue más breve de los esperado. Cuando llegaron al C2 cambió la meteo, y además, descubrieron que los cuervos les habían limpiado el campo de víveres.
Matar el tiempo…
Martes 20 de febrero. Entre la decepción de la primera retirada, la incertidumbre de si se cumple o no el esperanzador parte para los dos próximos días, y el molesto viento huracanado que agita el base, no se duerme mucho (aunque el italiano asegura que sus socorridos tapones de oídos le aseguran el sueño por la noche).
Saben que es la última oportunidad de sumar una nueva primera invernal a uno de los Catorce. Y para matar tan tensa epera, ponerse guapo y limpio funciona como cualquier otro pasatiempo… El domingo llegan los porteadores, ahora o hasta la próxima expedición.