La expedición liderada por el coreano Sung-Taek Hong a la cara sur del Lhotse ha terminado. El mal tiempo no ha permitido a los expedicionarios, entre los que se encontraba el himalayista asturiano Jorge Egocheaga, progresar en una de las paredes más difíciles del mundo. El grupo estaba anímicamente tocado tras el fallecimiento de uno de sus sherpas, Khudam Bir Tamang, a resultas de una avalancha hace un par de semanas.
Según cuenta el francés Vadim Druelle en sus redes sociales, los miembros del equipo se tomaron “algunos días de reflexión después del trágico accidente que nos tocó; nos tomamos el tiempo de reflexionar todos juntos y decidimos mantenernos unidos y a hacer algunos intentos más”.
Sin embargo, las condiciones no han sido las que esperaban para poder progresar en la montaña:
Por desgracia, la madre Naturaleza decidió lo contrario hasta el final. Solo tuvimos una mañana de buen tiempo en diez días y, por el contrario, mucha nieve. Todavía escalamos la vertiente varias veces y dormimos en el campo 1 hace tres días, pero las tiendas estaban enterradas bajo cantidades de nieve… La noche fue dura porque constantemente nos despertaban los fuertes ruidos de las avalanchas que pasaban no muy lejos de nosotros. Al día siguiente, subimos hacia el campo 2, pero el riesgo era demasiado alto para continuar. Esa misma tarde, un gran alud bajó hasta el campo base y fue entonces cuando dijimos Stop.
Había demasiados parámetros negativos para continuar. La moral de la tropa está baja y nos sentimos cansados. Cansados de correr grandes riesgos, cansados del mal tiempo y del frío, cansados de esperar días enteros en las tiendas. Nuestra última misión habrá sido para ir a buscar todo el equipo que teníamos en altura y empacar.
Vamos a dejar el campo base con un gran dolor en el corazón, y con uno de los nuestros menos… Pero para mí esta expedición no habrá sido un completo fracaso. Vuelvo a casa habiendo vivido momentos difíciles (que seguro que no serán los últimos de mi vida como montañero), pero teniendo en la cabeza que nada es seguro y que aún me queda mucho por aprender.
Séptima decepción del coreano
Sung-Taek Hong cierra así su séptima expedición a la cara sur del Lhotse, que un año más quedará como una tarea pendiente para él. La primera vez que el alpinista coreano viajó a la cara sur del Lhotse fue en otoño de 1999. Entonces, alcanzó los 7.700 metros junto con su compatriota Seong-Ha Hong. A medida que pasaban los años y las expediciones, la punta de altura de Sung-Taek Hong en la cara sur del Lhotse también se iba elevando.
En otoño de 2014, pudo llegar hasta los 7.900 metros junto con Sanu Sherpa y en otoño de 2015 superó los 8.200 metros y llegó a realizar hasta cuatro intentos de cima que el viento frenó.
En otoño de 2017, Jorge Egocheaga se incorporó al equipo por primera vez. Ambos, junto con Seong-Woo Bae y ocho sherpas, consiguieron superar los 8.300 metros, antes de que el viento y el frío extremo de finales de noviembre los obligaran a retroceder a 200 metros de la cima.
El último intento antes del actual fue en la primavera de 2019, también con Jorge Egocheaga. Otra vez llegaron a unos 8.200 metros de altitud antes de darse la vuelta por las complicaciones meteorológicas.
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Que constancia y persistencia de este hombre con esta ruta. Espero que algún dia la consiga.