La periodista rusa Anna Piunova, muy cercana a Dmitry Golovchenko y su familia, ha aclarado en su página web Mountain.ru las circunstancias del accidente que acabó con la muerte del experimentado alpinista en el Gasherbrum IV (7.925 m). Recalca que simplemente presenta los hechos y advierte que nadie debería especular con lo que pasó dentro de la tienda. En su artículo presenta a la mujer y las dos hijas que ha dejado el alpinista, así como los métodos para prestarles ayuda económica en estos momentos tan complicados.
Una caída de noche y con la tienda
Dmitry Golovchenko y Sergey Nilov comenzaron a escalar la arista el 21 de agosto y desde el primer momento sufrieron los efectos de las condiciones meteorológicas adversas. Apenas podían progresar uno o dos largos de cuerda al día y se vieron forzados a racionar la comida.
El 27 de agosto, el tiempo mejoró y el ritmo de ascensión se incrementó. Cada día informaban brevemente de sus avances.
El 31 de agosto alcanzaron una altitud de 7.684 metros (a unos 250 metros de la cumbre) y montaron la tienda en una pequeña plataforma en una zona de arista en suave pendiente, que ampliaron y reforzaron con nieve y piedras. El lugar para montar la reunión no era nada fácil, y estaba formado por roca rota cubierta de hielo. A pesar de todo, consiguieron fijar la eslinga de seguridad de la tienda con un nudo.
Una vez terminado el trabajo, ambos se metieron en la tienda y se sujetaron a la eslinga de seguridad. Bebieron té y empezaron a acomodarse para pasar la noche. Pero pronto descubrieron que la tienda se deslizaba y que no iba a ser posible pasar la noche así.
Sergey Nilov agarró el extremo de la cuerda de seguridad y se ató de nuevo a ella, para a continuación salir y tratar de nivelar la plataforma. Anudó la cuerda de seguridad y se la lanzó a Dmitry Golovchenko, quien seguía dentro de la tienda y había empezado a recoger sus cosas ante el riesgo de que se salieran y perderlas.
De repente, Nilov escuchó: “Sergey, me caigo”. Antes de darse cuenta de lo que ocurría, vio que la tienda con Dmitry y sus pertenencias se deslizaba por la ladera y caía al couloir… en su lugar quedó un arnés de seguridad desnudo.
Descenso al límite
En plena ocuridad y vistiendo solo su primera capa, Sergey Nilov se sentó sobre la cuerda y luchó contra el frío a la espera del amanecer. Con la salida del sol, descendió como pudo quince tiradas de cuerda siguiendo la línea de caída de la tienda hasta dar con ella. Allí encontró el cuerpo de Dmitry, que envolvió con la misma tienda, y recogió el material que pudo recuperar.
Cinco días más tarde regresaba por sus propios medios al campo base. Había superado un descenso al límite, sin comida ni bebida (el hornillo estaba roto y las provisiones esparcidas por los pájaros), durmiendo en cuevas de nieve metido en dos sacos de dormir.
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Menuda historia. Si el accidente ya de por sí es extraordinariamente angustioso, imaginar lo que tuvieron que vivir uno y otro pone los pelos de punta. El descenso tuvo que ser espantosamente duro.