La situación en la cara Sur del Annapurna podría cambiar en las próximas horas. Iñaki Ochoa continúa en estado grave, semiinconsciente, acompañado en su tienda del campo 4 (7.400 metros) por el rumano Horia Colibasanu. Y es que Horia no ha perdido el tiempo en absoluto y el lunes contactaba con el equipo suizo, que trabajaba en la vertiente contraria, y éste ya acude al rescate. Los suizos, por cierto, son Ueli Steck y Simon Anthamatten, dos tipos rápidos, alpinistas de raíz, que no han tenido ninguna duda a la hora de asumir un peligroso papel.

Ueli y Simon, dos de los hombres más en forma del alpinismo actual, perfectamente aclimatados (acaban de abrir una ruta en la cara norte del Tengkangpoche y ambos son muy aficionados a «correr» por la Norte del Eiger), llegaban ayer a los 6.900 metros de altura, donde se detenían a causa del mal tiempo. El estado de Iñaki, que no puede caminar, imposibilita cualquier movimiento actual desde el campo 4, hasta el que llegaba, además, Alexei Bolotov, compañero ruso durante el ataque a cumbre del pamplonés, que había continuado hasta la cima tras la retirada de éste. Alexei llegó aquejado de un edema pulmonar.
Por otra parte, un helicóptero que trasladaba a tres montañeros desde Katmandú para apoyar en las labores de rescate, se detuvo a un día del campo base en la aldea de Chomrong.
Según informa el Diario de Navarra, en paralelo a esa iniciativa, el ruso Sergei Bogomolov -líder de la expedición rusa que compartió campo base con Ochoa de Olza hasta hace apenas una semana, y en la que estaba integrado Bolotov- trataba de formar otro pequeño grupo de rescate pese a estar ya en Katmandú, capital nepalí. Bogomolov anda a la caza de voluntarios para formar un equipo de apoyo que hoy mismo llegue al base de la cara Sur para colaborar con los suizos.
Por último, el Don Bowie -integrante inicial de la expedición de Ochoa de Olza y Horia Colibasanu- se brindó también a colaborar. De hecho, el canadiense preveía desplazarse hoy mismo desde la localidad de Pokhara al campo base.
A pesar de todo, en las próximas horas continuará la incertidumbre, ya que los teléfonos de Iñaki, Horia y Bolotov han consumido toda su batería.