Fue el escalador francés Antoine Le Menestrel quien abrió y realizó la primera ascensión de la ya mítica “Le Rose et le Vampire” en el año 1986 en lo que fue el epicentro de la revolución de la escalada deportiva de aquellos años: las paredes de Buoux.

Allí escaladores como Patrick Edlinger, Jean-Baptist Tribout, Catherine Destivelle, Isabelle Patissier o el mismo Antoine y su hermano Marc Le Menestrel, escribieron renglones de la historia en forma de vías.
Ubicada en el desplome del sector Bout du Monde, «La rose et Le Vampire» fue una línea adelantada a su tiempo no solo por la dificultad, pues fue el primer 8b del sur de Francia y uno de los primeros del mundo, sobre todo por su característico y estético movimiento de cruce de manos que quedó grabado en la retina colectiva de los escaladores.

También marcó al mismo Antoine, posteriormente dedicado a los espectáculos de danza vertical, quien recordaba así este paso en una entrevista:
“Este movimiento me giraba la cara hacia el espacio y el mundo que me rodeaba, creando una relación con el asegurador y los escaladores. Con este nuevo movimiento, descubría otra dimensión de la escalada, presentaba mi futuro oficio de artista de la altura.
Es un movimiento fundamental, ya que me ha permitido estar en alto y crear una relación con el público.
Este gesto se convirtió en inevitable durante mis danzas verticales. Lo exporté a los decorados de espectáculos y muros de las ciudades”.
El vídeo que ahora presenta Seb Bouin es solo un fragmento del segundo capítulo de su proyecto Vintage Rock Tour, con el que está recordando la historia de las vías que marcaron la historia de la escalada libre en Francia, del que ya vimos el primer episodio con la vía Agincourt.