Los dos alpinistas escalaron los 2.400 metros en 45 largos y mucho ensamble, quizá un 25 por ciento. La mayoría de ellos recorrían hielo/mixto y nieve, y unos pocos fueron de roca. También encontraron muchos tramos de nieve delicada para escalar o atravesar pero también fantásticos corredores y escalada mixta. “Una ruta muy exigente, con complicados rápeles durante del descenso”. También tuvieron que escalar de regreso un corredor en la base de la primera torre que habían rapelado al subir. Lo hicieron entre el 11 y el 16 de octubre, partiendo de los 4750 m a pie de pared y vivaqueando a 5300m, 5800m, 6200 y 6500m. Es la tercera gran ruta –siempre en estilo alpino de esta cordada en el Himalaya, después del Chomolonzo con Patrick Wagnon (7.804m) en 2005 y el Pumari Chishh (7.350 m) en 2007, que calificaron como “la cima virgen más bonita del mundo”.
Poca aclimatación y mucha nieve les hicieron renunciar al Manaslu. “Para aclimatar sólo contamos con tres noches a 5.200, 5.400 y 5.600 en las aristas este y oeste de nuestro campamento base, antes del descanso de 12 días forzado por el mal tiempo”. Fue entonces cuando se dirigieron a la cara sur del Nemjung para abrir lo que, según creen, es esta nueva ruta y primera de la cara, aunque sin cima.
Galería de fotos: Trommsdorff y Graziani hacen la primera a la sur del Nemjung
“Salimos de la cara sur el 15 de octubre a las 14.15h pero no era la cima del Nemjung (7.140 m). Habríamos tenido que vivaquear otra vez para terminar la larga y plana arista hasta la cumbre, pero la ventana de vientos suaves se estaba cerrando y nos sentíamos demasiado débiles para aguantar un día más, lo cual conllevaría también un largo descenso de noche. Nos dimos la vuelta. Además, el día anterior me había llevado un buen golpe en el casco al caerme un bloque de hielo y me sentía un poco aturdido, aunque nunca llegué a perder la conciencia”, explica Christian.
“Después, durante el largo descenso, tuve bastante momentos de “ausencia”, continúa, “en particular cuando se cayó la mochila de Yannick. Dos días después, él subió hasta la rimaya y la encontró, pero su cámara se había salido… así que sólo tenemos mis fotos y 2 horas de película”.
“Sin peligros objetivos en condiciones estables, salvo durante un fácil minuto de travesía de un corredor bajo un gran serac. Esperamos tres días enteros después de una gran nevada, comenzamos temprano el 11 y estábamos de vuelta el 16 a las 22h. Hay que decir que durante el segundo día ayudó el intenso frío: el corredor de debajo de la primera torre tiene algunas secciones mixtas con roca muy mala y durante el tercer día la ausencia de viento fuerte probablemente evitó que no nos cayeran carámbanos del primer serac sobre la arista”.
“Fue una gran escalada de seis días por el espolón sur, quizá lo más bonito que hemos hecho jamás. No tiene largos tan difíciles como el Chomolonzo o Pumari Chishh pero sí es más mantenido y expuesto. Siempre con la incertidumbre sobre cómo resolver los pasos clave. El último día encontramos de milagro un agujero en la tremenda cornisa de la arista que fue lo que nos permitió cruzar a la otra cara”.