El macizo del Chomo Lonzo, cercano al grupo del Makalu, cuenta con una nueva ruta desde el pasado 17 de mayo. Bueno, según cómo se considere de imprescindible que una apertura, para ser considerada como tal, tenga que llegar hasta la cumbre. Para el desaparecido Jean C. Lafaille, era un elemento necesario.
En el caso de Valeri Babanov, su solitario intento a la cima norte del Chomo Lonzo no fue así. El día de cima, Babanov se quedó antes de ésta, a 7.100 metros, en la arista cimera. Eran las nueve de la noche, el tiempo empeoraba, y sin material de vivac, decidió dar por finalizada su ascensión en ese punto. En su página web el ruso la considera como nueva ruta.
El día anterior (16 de mayo) partió del campo base avanzado a primerísima hora (6 a.m., hora del Tíbet), alcanzando a las nueve de la noche los 6.800 metros. No era un buen sitio para vivaquear, así que se resignó a tomarse un descanso, pasando toda la noche sentado. Al día siguiente, decidió dejar todo el material (salvo el de escalada) en dicho punto, ya que planeaba llegar a la cima en 6 o 7 horas, pero llegó algo retradaso a la arista cimera (eran las 9 de la noche, aproximadamente).
1.100 metros de desnivel
Sin material de vivac, y con el tiempo tirando a peor, el ruso, en una decisión que «no fue fácil», asegura, decidió descender, dejando hasta dicho punto una nueva línea de ascenso de 1.100 metros de desnivel.
El Chomo Lonzo (7500 m) recibió sus primeras ascensiones el pasado año, a cargo de una expedición organizada por la Federación Francesa (FFME). El saldo fueron dos primeras a cimas vírgenes, con nueva vía (Goulotte 1100m, ED, M5 +, grado 4/5 hielo) por Stephane Benoist y Glairon Rappaz, y travesía CB-cima norte-cima central (1.500m ED) por Patrick Wagnon, Christian Trommsdorff y Yannick Graziani. Todo en estilo alpino, aunque se usaron algunas cuerdas fijas en la travesía.
Fuentes: babanov.com