Hay cosas inevitables. Que escales una fisura que discurre durante 67 metros por el centro de una pared rojiza de Day Canyon, no tiene por qué serlo. A menos que tu marido sea Dean Potter. Así que, inevitablemente, Steph Davis firmó la primera ascensión femenina, y la tercera absoluta, de Concepción, una ruta que surgió como resultado de las correrías de Potter en tal pared cerca de Moab, Utah. ¿Dificultad?: «Llevamos mucho tiempo escalando grietas difíciles y hemos aprendido que no tiene sentido graduarlas porque dependen del tamaño de los dedos, que es justamente por lo que no se puede decir que una grieta es difícil o así de difícil. Da más información describirlas como muy difíciles y luego especificar si favorecen manos pequeñas o grandes…», y por ello, Concepción, no tiene grado.
Dean Potter abría esta línea en 2003, tras la liberación de los dos largos de Acromaniac (A0, 6a). Desde entonces la fisura solo había conocido una repetición, la de Alex Honnold (quien ascendía en solo integral Moonlight Buttres hace escasos días). Steph ha descrito la ruta como «definitivamente, una de las fisuras más sorprendentes que he visto», culminando con un ilustrador «y lo más técnico que he resuelto nunca». Y Steph sabe de lo que habla. Ya en 2003, por ejemplo, la americana se lanzaba a completar, de primera, los 38 largos de Free rider (7c+), convirtiéndose en la tercera mujer en escalar en libre una gran ruta de El Capitán y en la segunda, tras Lynn Hill, que lo lograba liderando todas las tiradas. Solo días después, volvía a repetir la variante de la Salathe wall, abierta por los hermanos Huber, en el día.
Un año más tarde, conservando la inspiración, la Davis volvía a escalar íntegramente en libre y de primera otra gran ruta del Capi, echándose a la mochila la clásica, y ya mencionada, Salathé wall (VI, 8a+/b) y logrando la primera femenina en dicho estilo.
Fisura Concepción
Un duro problema de búlder da la salida a Concepción, que Steph resolvió asegurándose solo con dos piezas: «No planeaba caerme, pero nunca se sabe». El espíritu Potter se apoderó de ella el resto de la ruta: «La vía era realmente psíquica, pero Dean me había convencido para repetirla, y tuve que sacar fuerzas para llegar hasta el final sin fijarme en los metros que quedaban bajo mis pies».
Unos pies, los de Steph, que además no se encontraban en el mejor de los estados, después de haber pasado por varios accidentes que dejaron sus piernas algo maltrechas.
El descenso también habría de ser excepcional, así que Steph realizó una «confortable» caida libre desde la cima del Day Canyon, que en sus propias palabras, la hizo sentir espléndida. Tras el salto BASE, regresó a su casa en Moab, junto a Potter y su mejor amigo Fletcher, para escuchar hablar, una vez más, sobre sueños, proyectos, recuerdos… «Y perros».
Concepción fue bautizada así, por Dean Potter, en memoria de la madre de un amigo escalador, José Pereya. Steph la completó el 6 de abril de 2008.