Son muchas las precauciones que han tenido que tomar desde IndoorWall Jaca para lanzarse a su reapertura y, como nos explica Israel Macià en esta entrevista: “No es rentable pero creo que teníamos el deber de hacer algo así. Todo el mundo puede practicar el deporte y los que nos dedicamos a escalar no podíamos hacerlo, creo que era un poco injusto”.

De momento solo han abierto las puertas de IndoorWall Jaca, ubicado en esta localidad oscense que está actualmente en la fase 1 de la desescalada por la pandemia de la Covid-19. Mañana abren los centros IndoorWall de Vic y Alicante, y la próxima semana el de Vilanova i la Geltrú.
No solo han tenido que cumplir los requisitos que impone la normativa en la fase 1 de la desescalada, también han tenido que implementar muchas medidas que no están claramente escritas en ningún documento para poder garantizar la seguridad sanitaria de los usuarios.
El rocódromo solo está abierto con cita previa, estableciendo un estricto sistema de turnos de dos horas al 10% del aforo, garantizando en todo momento el mantenimiento de la distancia de seguridad. Para ello han reducido también el número de bloques y de vías, de forma que queden más espaciadas.
Para la protección de los trabajadores han instalado pantallas de metraquilato en la recepción, así como dispensadores de gel hidroalcohólico tanto a la entrada de la instalación como dentro de la sala, y es igualmente obligatorio el uso de mascarilla para entrar al rocódromo.
Tratar las presas como zona potencialmente infectada
En cuanto a las pautas de actuación dentro de la sala, explica que al escalar ya no es obligatorio la mascarilla y que las presas se tratan como “zona potencialmente infectada”. La clave está en aplicarse solución hidroalcohólica en las manos antes y después de escalar, y en tener mucho cuidado de no tocarte la cara mientras estás escalando. Solo se permite el uso de magnesio líquido que tenga al menos un 70% de alcohol, que lo proporcionan en el mismo rocódromo.
Hay además indicada una zona de entrada y de salida de cada bloque y no se permite estar sentado en las colchonetas cuando no es tu turno para escalar.
También han establecido pautas como la desinfección del calzado o la eliminación del alquiler del material. Cada persona no solo ha de llevar su propio material (y no intercambiarlo o tocar el de los demás), también ha de traer una ropa específica para escalar, distinta de la que lleva en la calle, y cambiarse a la entrada y salida de la instalación en un lugar especialmente habilitado para ello.
Tanto la instalación como los baños se desinfectan con cada cambio de turno, y se han asegurado de que la sala tenga muy buena ventilación.
Israel se muestra agradecido por la buena respuesta que están teniendo los socios, muy respetuosos con toda la normativa, con ganas de colaborar y muy mentalizados. Se muestra además abierto al asesoramiento de otros propietarios de rocódromo que estén pensando en la reapertura, aunque piensa que “no debe haber prisa por abrir, si lo haces tienes que ofrecer las máximas garantías de seguridad”.
En la fase 2 se podrán abrir las instalaciones al 30% del aforo
Es de suponer que, cuando las distintas comunidades vayan entrando en la Fase 2 de la transición a la “nueva modalidad”, cuando ya estará permitida la apertura de instalaciones deportivas cubiertas, otros rocódromos se animarán también a abrir sus puertas, siempre dentro de la normativa. En la fase 2, según lo establecido en el BOE del pasado 16 de mayo, el requisito es que “se respetará el límite del treinta por ciento de capacidad de aforo de uso deportivo en cada instalación, tanto en lo relativo al acceso, como durante la propia práctica, habilitándose un sistema de acceso que evite la acumulación de personas y que cumpla con las medidas de seguridad y protección sanitaria”. Serán por tanto los propietarios de los rocódromos quienes valoren si les compensa o no la reapertura con las nuevas condiciones y garantizando la seguridad sanitaria.
Lo realmente necesario no es subirse a la pared, Juanjo, sino bajarse. Subiéndose se crea la necesidad (de bajarse). Subirse por las paredes es otra forma más de automedicarse ante tanto sinsentido y merma de derechos fundamentales.
Estamos en semejante situación, que cualquier pregunta básica en términos de movilidad, recibe su respuesta y la contraria.
Lo que no nos explica es si cumplen el requisito por el cual el resto de rocódromos no abre, y es la obligación de hacer una atención individualizada al cliente bajo la dirección de un entrenador por cada cliente. Deben haber dentro del centro tantos entrenadores como clientes por turno. Porque si no lo hacen, no cumplen normativa sino que básicamente estan aplicando la fase 2 estando en la fase 1. Hemos de ser responsables con lo que publicamos y con lo que hacemos cada uno.
Me refiero a que vosotros abriréis con pérdidas y a la peña le da lo mismo!! Mucho ánimo!!
Pues Enhorabuena por vosotros, pero vamos, como viéseis como estaba hoy de “escaladores” la muralla árabe en Madrid…. En 40m de pared no podía haber más gente!!! De verdad, ¿es tan necesario subirse a una pared?