En las famosas paredes de El Capitán, en Yosemite, se han escrito algunos de los capítulos más significativos del big wall mundial hasta el momento. Y actualmente, se está escribiendo un capítulo más que bien podría ser el primero de la escalada en roca del futuro. Quizás sea una exageración, pero poco hay comparable al proyecto de liberar Mescalito, que llevan a cabo Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson desde el pasado otoño. Ellos consideran que pueden conseguirlo, y convertirla en la vía más difícil de El Capitán. La línea que ambicionan Caldwell y Jorgeson enlaza la famosa Mescalito con New Dawn, dos rutas de culto en El Capitán, situadas a derecha de la emblemática The Nose. Según algunos escaladores habituales en la zona, el resultado será una vía con un 80% de sus largos por encima del 7b+, y al menos cuatro de ellos de dificultades superiores a 8b. No es de extrañar que la cordada perfecta para realizar la hazaña esté compuesta por Tommy Caldwell, uno de los grandes del big wall, y por Kevin Jorgeson, conocido por sus realizaciones en búlder y highball como The beautiful and damned (8b de bloque a casi doce metros de altura).
Crónica de la vía
Tommy Caldwell fue el primero en imaginar la liberación de Mescalito. Trabajó durante tres años en solitario hasta que, en otoño de 2009, contó con Kevin Jorgeson para empezar a resolver los movimientos y los largos inexplorados. “Es divertido”, dice Jorgeson al respecto, “yo puedo hacer los largos con secciones de búlder sin problema, pero tengo que luchar mucho en los que son mega largos, y para Tommy es al revés. Así que, esencialmente, estamos realizando el entrenamiento opuesto: yo voy a ser un poco escalador deportivo y él va a ser un poco escalador de búlder”. Las nevadas de principios de invierno les echaron de la pared, a la que han vuelto esta primavera para resolver los últimos largos que tenían pendientes. Actualmente, saben que son capaces de encadenar todos los movimientos, aunque dejarán para el otoño el asalto de la vía en toda su extensión, ya que consideran que se deben dar todas las condiciones para lograr encadenarla: tanto las moteorológicas, como las físicas y las mentales. “Esta vía roza la línea de lo imposible una, otra y otra vez, un largo tras otro, tras otro… Sería fácil que hubiera una sección lisa de tres metros que convirtiera la vía en imposible de liberar, pero no es así. ¡Aunque hay una sección lisa de dos metros y medio que se tiene que resolver con un espectacular dinámico!”, comenta Jorgeson. Fuentes: Blog de Kevin Jorgeson, PlanetMountain, TheLowDown, MatadorSports