La escalada deportiva femenina ha vivido una progresión muy importante durante los últimos meses, en los que un número creciente de escaladoras de medio mundo se ha subido al carro del 8c, un grado hasta hace poco reservado a unas pocas elegidas. Uno de los nombres que más ha sonado últimamente en relación a este tema es el de Matilda Söderlund. Esta joven sueca de 20 años es natural de Estocolmo, donde actualmente reside y combina su pasión por la práctica de la escalada con trabajos esporádicos en el rocódromo donde entrena y algunas clases particulares en asignaturas de ciencias.

En el terreno deportivo, es discípula de Carlos Cabrera, entrenador español de escalada afincado en Suecia. Lleva participando en competiciones internacionales desde 2006, con algunos podios de Copas del Europa juveniles en su palmarés. Esta temporada ya ha participado en las dos primeras pruebas de la Copa del Mundo en categoría absoluta, con un 8º puesto en Chamonix y un 11º puesto en Briançon.
En la roca es donde se puede constatar una evolución más fulgurante. Cuando comenzó el mes de diciembre de 2011, tenía un único 8b en su haber, obtenido en un viaje a Tailandia el año anterior. Y es que, tal y como dice en una de las respuestas a la entrevista que sigue a continuación, al principio le asustaba escalar en roca. Pero desde que se le pasó ese miedo inicial no ha dejado de mejorar. Ya ha encadenado nueve vías más de ese grado (tres de ellas a vista y otras tres al flash, en Siurana y Santa Linya), así como cinco vías de 8b+ (dos de ellas al flash en Siurana y Frankenjura) e incluso su primer 8c, Odd fellows, en pasado mes de mayo en Frankenjura.
¿Cuándo y cómo empezaste a escalar?
Empecé a los once años. Una amiga solía ir todos los fines de semana a un rocódromo a escalar con su padre. Fui con ellos una vez y me gustó tanto que empecé a escalar con ellos todos los fines de semana. En aquella época entrenaba atletismo y me gustaba competir. A las dos semanas participé en mi primera compe de escalada, la Copa de Suecia juvenil. Me motivé tanto que dejé el atletismo y empecé a escalar más a menudo.
¿Cuál ha sido tu evolución en esto de la escalada?
Como decía antes, me dediqué seis años al atletismo antes de empezar a escalar. El enfoque principal era entrenar y competir. Cuando empecé a escalar, me apliqué la misma filosofía, compitiendo y entrenando lo más duro posible desde el primer momento… Tardé más o menos tres años en tocar la roca, algo que entonces me asustaba bastante. A decir verdad, no le perdí ese respeto inicial a la roca hasta el año pasado, despues de haber estado todo un mes entrenando en España. Ahora me encanta la roca y me lo paso muy bien compitiendo.
¿Qué es la escalada para ti?
¡La escalada es algo fantástico! Siempre habrá nuevos retos, a nivel físico y mental, todos esos momentos, toda esa gente fanática que he tenido la oportunidad de conocer… Esa sensación de estar pegada a una pared de roca, aquí y ahora, en un instante en el que todo lo que existe es el siguiente movimiento es algo imposible de describir.
¿Roca o resina?
¡Roca! Pero tambien me gusta escalar en el rocódromo, es lo más efectivo para el entrenamiento.
El mes de mayo pasado conseguiste algunos interesantes encadenamientos al flash en Siurana (Kale borroka) y en Frankenjura (Friends like you), ambas de 8b+. ¿Te lo esperabas? ¿Cómo lo valoras?
Bueno, no tenía demasiadas expectativas. Tuve una lesión a principios de este año y la verdad es que no tenía grandes metas para esta temporada. Sinceramente, no me esperaba hacer ninguna de esas vías, en particular Friends like you. La probé para ver si podía hacer el primer paso duro y luego continuar poniéndole las cintas. Cuando vi que había hecho el paso y me vi con fuerzas me puse a ello!
En general prefiero tener la mente abierta a probar cosas duras pero sin ponerme nerviosa habiendo creado grandes expectativas a la hora de enfrentar una vía. Me gusta escalar a vista y al flash y me hace una ilusión tremenda haber podido encadenar vías como Kale borroka y Friends like you, que además son vías preciosas.
Y terminaste el mes de mayo encadenando la vías más dura que has hecho hasta ahora, Odd fellows 8c. ¿Cómo la describirías?
Esta es una vía que nada más verla me gustó. Tiene unos 18 metros de desplome suave, con una primera parte muy sostenida que lleva a un paso algo duro, justo antes de un reposo más o menos decente. Después de este reposo, te viene un paso de bloque sobre dos regletas pequeñas que es prácticamente el final de la vía.
¿Cuánto trabajo te costó encadenarla?
Odd fellows me costó cuatro intentos. Después de haber ensayado los movimientos en el primer intento, me di cuenta de que era difícil, pero que con un poco de suerte a lo mejor podría hacerla. Me costó luchar mucho en el paso final, pero un momento después ya la había hecho. ¡Me hizo una ilusión tremenda!
¿Cuál fue la mayor dificultad para ti?
Aparte de la lucha a nivel físico, está también el reto mental. El encadene vino en el último día del viaje y en el último intento del día ya que nos tocaba volver a casa. Después de haberla intentado dos veces el día anterior, volví a probarla pero me sentí muy cansada y no tenía muy buenas sensaciones. Para complicar la cosa, quedaba una hora para que llegase el sol a la pared, lo que significaba que no había tiempo más que para un pegue… Decidí descansar y dar ese último pegue a muerte. Al final conseguí escalar a buen ritmo y sin grandes contratiempos hasta la cadena. Fue un momento maravilloso.
¿Se adapta bien a tu estilo de escalada? ¿Cómo te definirías como escaladora? ¿Qué tipo de vías se te adaptan más?
Sí, es mi estilo. Odd fellows desploma poco, algo a lo que me adapto bastante bien. Para ser chica y escaladora soy algo alta [mide 1,74 m], lo que supone ventajas e inconvenientes a la hora de trepar. Por ello me van mejor vías de poco desplome y de canto pequeño. Yo me veo a mí misma más como una escaladora técnica que alguien muy fuerte. En cuanto a mi tipo favorito de presa puedo decir que me encantan las regletas.
¿Dónde crees que esta tu límite?
No sé donde estará mi límite pero me gusta probar vías que supongan un reto para mí, así que supongo que la respuesta vendrá probando. Me gustaría hacer un viaje largo y encontrar algún proyecto que me motive para dedicarle algo de tiempo.
¿Cuáles son tus objetivos a corto o medio plazo?
Sobre todo pasármelo bien encontrando retos y aprendiendo. Quiero hacer cosas que me motiven de verdad. Hasta ahora no he escalado mucho en roca, algo que me ha enseñado mucho. Tengo muchas ganas de seguir escalando en roca, pero sin dejar de lado las competiciones. A ver qué tal se da la cosa.
Después de mi viaje a Francia para participar en las pruebas de Copa del Mundo de Chamonix y Briançon, en el que he aprovechado también para escalar un par de semanas en Céüse, volveré a Suecia a preparar los Campeonatos del Mundo de París de septiembre y continuar con la Copa del Mundo. Luego no sé muy bien, me gustaría repetir en Frankenjura y a lo mejor otro viajecito a España.
Parece que das bastante importancia a las competiciones, ¿qué te aportan?
Me gusta mucho competir, es algo que he hice mucho durante mi época de junior. Competir es siempre algo especial y me ha dado muchas experiencias valiosas. A través de la competicion he aprendido muchas cosas sobre mí misma, además me da mucha motivación para seguir entrenando y evolucionando. También me ha llevado a conocer gente que se han convertido en muy buenos amigos, lo que a su vez supone una faceta positiva añadida que te hace seguir en ello, viajando y motivándote. Este es mi primer año en la categoría senior y, como decía anteriormente, quiero participar en un puñado de pruebas de la Copa del Mundo y en los Campeonatos del Mundo de París.
Conoces bien la roca española, por haber venido varias veces a escalar, ¿qué opinión te merecen las escuelas de por aquí? ¿Cuáles son tus favoritas?
¡Me gusta España! La escalada aquí es fantástica y hay una cantidad de vías y escuelas completamente increíble. He de decir que, de todo lo que he visitado, lo que más me gusta es Siurana. Las vías son un diez y el entorno es algo precioso.
¿Tienes previsto volver a escalar en España próximamente?
Sí claro, me gustaría mucho. Probablemente haga un viaje a Oliana durante el otoño.