Debe ser que es cierto lo que se dice sobre que la escalada es un idioma internacional. Lo sabe muy bien Carlos Cabrera, quien lo ha hecho valer en su experiencia sueca, donde se ha convertido en uno de los entrenadores más relevantes de este deporte. De hecho, bajo su tutela se hallan algunos de los escaladores más destacados de aquel país, como Matilda Söderlund o Said Belhaj.
Pero, ¿cuál es la historia que hay detrás de una aventura de vida tan interesante como la de este español nacido en Alcalá de Henares hace 42 años y que ya lleva 18 primaveras en el país escandinavo? Responde las preguntas de Desnivel.com con sencillez desde su casa en Gotemburgo. Descubrimos una interesante historia humana relacionada con la escalada, que no todo es números, letras y vías.
¿Te dedicas profesionalmente a entrenar escalada?
No, le dedico todo mi tiempo libre y, aunque me han ofrecido trabajo en ello, prefiero hacerlo de manera gratuita, ya que tengo un buen trabajo y ninguna intencion de dejarlo. En lo profesional, me dedico a investigación en enfermedades metabólicas.
Un español entrenando a escaladores en Suecia, ¿cómo se come eso?
Huy, ¡por accidente! Empecé a entrenarme a mí mismo, luego me empezaron a preguntar algunos amigos y aquí me tienes, haciendo amigos a base de series y repeticiones . ¡No sé ni cómo me aguantan!
¿Cómo llegaste hasta Suecia?
Por una mujer…
¿Cómo te convertiste en entrenador de escalada?
¡Uff! Esa es una pregunta complicada. Digamos que fue por azar. Llevo haciendo deporte desde los cuatro años y como karateka tuve una dilatada experiencia como competidor y luego como entrenador, faceta en la que me inicié en 1989. En escalada, empecé entrenándome a mí mismo después de haber estudiado mucha fisiología. Luego, con el libro de David Macià en la mano, me puse a ello con mucha ilusión. En aquella época, los compañeros del rocódromo se reían de mí por ir a entrenar con un libro, un cronómetro y un programa en la mano. Luego, cuando empecé a progresar, me preguntaban y ayudé a unos cuantos.
Lo de ser entrenador más en serio vino cuando Matilda Söderlund, a través de un amigo común, me preguntó si podía ayudarla. En aquella época, yo vivía en Umeå y ella en Estocolmo, a una distancia de 650 kilómetros. Por aquel entonces, Matilda ya había conseguido medallas en la Copa de Europa Juvenil y yo no entendí muy bien porqué ella se interesó por mí como entrenador. Nadie me conocía y escalaba a duras penas 7c. La verdad es que sigo sin entenderlo, pero en aquella época no me lo pensé dos veces. Bajé a Estocolmo, nos entrevistamos y llegamos a un acuerdo según el cual yo bajaba una vez al mes, escalábamos juntos durante todo el fin de semana y luego manteníamos contacto constante a traves de correo electrónico y teléfono. La verdad es que nos costó mucho llegar a desarrollar un modelo satisfactorio de comunicación. Solo puedo decir que la que puso toda la carne en el asador fue Matilda, yo tenía poco o nada que perder.
Ahora entreno a 7 personas directamente y, junto con otros dos entrenadores, dirijimos el grupo de entrenamiento de Solna Climbing Team (un club de Estocolmo), del que sale más o menos el 70% de los integrantes de la selección nacional sueca.
¿Cómo se gana uno la confianza como entrenador de algunos de los mejores siendo extranjero?
Bueno, la verdad es que aquí la gente es muy abierta y el hecho de ser extranjero nunca me ha supuesto trabas en ningun sentido a la hora de escalar. Es más, siendo España una de las naciones con más tradición en la escalada, ha servido un poco como reclamo.
¿Qué método/s sigues?
Bueno, métodos bien definidos no hay muchos y la verdad es que hasta hace muy poco era muy difícil encontrar información relevante sobre el entrenamiento de la escalada deportiva. Sobre búlder todavía hay muy poco.
Aparte de la literatura científica sobre lesiones, análisis en fuerza de dedos y algún que otro artículo sobre la fisiología de la escalada, sólo estaba Performance Rock Climbing de Neumann y Goddard. Es un buen libro, pero para mí hay un antes y un después del trabajo de David Macià con su libro Planificación del entrenamiento en Escalada Deportiva. Para mí personalmente sentó las bases de lo que hoy es mi manera de ver el entrenamiento y aún me sigue inspirando.
Luego está Eva López, de la que he aprendido muchísimo en poco tiempo. Eva enfrenta el entrenamiento de una manera científica, sistemática y libre de las afectaciones y mitos que tanto contaminan el tema del entrenamiento. Ella está sin duda abriendo campos nuevos en la investigación en el entrenamiento de la escalada y tiene un volumen de conocimiento asombroso.
Desde luego, hay más entrenadores, tanto dentro como fuera de España pero, para mí son la fuente principal de inspiracion y de alguna manera han sintetizado una manera de ver el entrenamiento.
¿Cuáles son algunos de los mejores escaladores que entrenas?
A parte de Matilda, entreno a Geir Söderin, un chaval que ya ha hecho algun 8c+ trabajado y 8B de bloque. Daniel Andersson y Robert Rundin, pertenecientes a la seleccion sueca de bloque. Y esta temporada se incluye Said Belhaj que, felizmente, después de un par de años ha vuelto a chapar la cadena de un 9a.
¿Cómo es tu relación con tus pupilos? ¿Les estás muy encima?
La verdad es que no, y ese es mi mayor problema, porque salvo Geir y Said, que viven en Gotemburgo, el resto reside en Estocolmo y sólo voy a verles una vez al mes, más contacto telefónico de una vez por semana como mínimo. Con esto, evalúo su estado de forma y compongo un programa, el resto es responsabilidad propia, algo que por desgracia no le sirve a todo el mundo. En estos casos funciona pero, para ser sincero, hay algunos a los que no he podido ayudar con este método.
Esta es una de las razones por las que muchas veces digo que no soy un entrenador de verdad. De momento, parece que obtenemos resultados y, si ellos encuentran un entrenador de verdad, habré cumplido mi objetivo.
Por tu experiencia, ¿qué métodos/dedicación consideras más adecuados? ¿O depende de cada cual?
Esa es, probablemente, la pregunta del millón en cuestiones de entrenamiento, la individualización. Como, cuándo y cuánto entrenar en cada caso. Si usas un sistema rígido para varias personas obtendrás resultados diferentes que irán desde lo muy satisfactorio hasta llegar al fracaso (mesetas en entrenamieno o aún peor sobreentrenamiento y lesiones). Dicho esto, no quisiera dar la impresión de que el entrenamiento no sigue pautas generales, pero cada individuo es un mundo y es tanto el cuerpo como la mente los que dictan la pauta a seguir. El entrenamiento se debe escoger según los objetivos deseados, pero además dependiendo de las adaptaciones que todo estímulo vaya creando. De nada sirve imitar el régimen de entrenamiento de un ‘titán’ si no lo podemos asimilar.
En cuanto a métodos, la escalada no es ajena a lo que se ha investigado en otros deportes, pero, en nuestro campo, todavía se están desarrollando los métodos de entrenamiento. En general, y entre entrenadores, parece que domina la idea de que un ciclo de entrenamiento generlamente comienza con intensidad baja y volumen alto para ir paulatinamente reduciendo volumen a la par que se aumenta la intensidad. Es un planteamiento un tanto simple que no ha de tomarse a rajatabla. Por ejemplo, el entrenamiento de fuerza de dedos y la fuerza en bloque no se deberían dejar a cero en ningun momento de la temporada.
¿Qué importancia/papel le das a la roca?
Toda y ninguna. Verás, en el primer entrenamiento con Matilda, ella me dejó muy claro que no quería salir a escalar en roca. En aquella época, ella se dedicaba exclusivamente a competir y la roca no le apetecía. Para mí, esto supuso una gran sorpresa porque para mí en aquellos momentos sólo existía la roca. Me di cuenta de que mis planteamientos como escalador para nada tenían porqué ser los mismos que los propios en un entrenador. Decidí esperar y a los dos años, cuando el grupo que entrenaba ya constaba de 5 personas, ellos mismos me propusieron hacer un viaje a España. Les llevé a Rodellar y, sin haber tocado la roca, estaban todos enganchados…
Yo nunca pongo objetivos a nadie, hay quien se centra exclusivamente en competición y otros como Said no cambiarían una vía en roca por una jornada en el aislamiento.
Algunos de tus deportistas luego destacan en vías de escuelas españolas, ¿les mandas de deberes venirse a escalar aquí?
Hombre, está claro que a mí me resulta fácil hacerles recomendaciones de zonas e incluso vías determinadas en España, ya que es donde más he escalado, pero en general creo que es bueno que se muevan y escalen en zonas diferentes. Lo que sí es cierto es que en España hay de todo y para mí como escalador es siempre la primera opción.
¿Qué es la escalada para ti?
Es mi pasión, algo que me ocupa casi por completo. Nunca me ha cansado y disfruto, ya sea entrenando o escalando en roca. Una de las cosas que más me fascina de este deporte es ver a tanta gente a todos los niveles experimentando las mismas sensaciones.
¿Escalas tú también? ¿En qué medida/a qué nivel?
Sí, claro! Suelo escalar entre 3 y 5 días a la semana, pero últimamente, por cuestiones de familia y laborales, me ha sido imposible entrenar. En vías he hecho hasta 8a y en bloque 7C.
¿Cuáles son tus planes/objetivos de futuro?
Aprender más sobre entrenamiento y poder volver a entrenar a tope. Este año me paso todo el otoño en Fontainebleau con la familia. Primero para ir con algunos de mis pupilos al mundial de escalada (París) y luego a hacer bloque a muerte. A ver si recuperamos el nivel de años anteriores. Tenemos tres meses…